Manos Unidas lanza su campaña 2025: «Compartir es nuestra mayor riqueza»
La campaña 2025 de Manos Unidas, titulada «Compartir es nuestra mayor riqueza», pone el foco en la creciente desigualdad, uno de los mayores retos globales. En un mundo marcado por la pobreza, el hambre y la exclusión, la campaña busca redefinir el concepto de prosperidad, destacando que solo es verdadera cuando se comparte entre todos los seres humanos.
El mensaje de la campaña es claro: la prosperidad no debe asociarse únicamente al crecimiento económico. La ONG de desarrollo de la Iglesia Católica defiende que la verdadera prosperidad es un compromiso compartido, donde el bienestar individual está profundamente ligado al de la comunidad y al cuidado del medio ambiente. Este enfoque se inspira en la «Economía de Francisco», promovida por el Papa, un modelo económico inclusivo que rechaza la acumulación de riqueza por unos pocos y pone énfasis en la dignidad humana, la justicia social y la sostenibilidad. En esta economía, los más vulnerables deben ser el centro de las políticas económicas y sociales.

Manos Unidas denuncia la amenaza a derechos humanos fundamentales como el acceso al trabajo digno, la alimentación, el agua, la vivienda y la educación. Se trata de una crisis alimentada por la «cultura del descarte», término que describe la situación en la que ciertos sectores de la población, como los pobres, migrantes, niños, mujeres y ancianos, son considerados prescindibles. Este modelo de desarrollo prioriza el consumo y el beneficio individual sobre la igualdad y el bienestar colectivo.
En este contexto, la campaña aboga por un modelo de desarrollo basado en la economía social y solidaria, que respete las particularidades de cada comunidad y que permita a las más empobrecidas acceder a una vida digna. Este enfoque rechaza los paradigmas de consumo y acumulación, promoviendo alternativas productivas que favorezcan el bienestar común. Las cooperativas, en particular, son vistas como una solución clave para un desarrollo más justo y sostenible.
Según datos de la ONU, más de 700 millones de personas sobreviven con menos de dos dólares al día, y 733 millones sufren de hambre. Esta situación subraya la necesidad urgente de una economía que se centre en el bienestar de todos, no solo de unos pocos. Manos Unidas hace una llamada a la sociedad para redefinir la prosperidad, entendida no como un fin individual, sino como un bien compartido, donde los recursos se gestionen de manera equitativa y sostenible.
La campaña de 2025 es una llamada a la acción, invitando a todos a sumarse a un modelo económico más justo, inclusivo y sostenible. En este nuevo modelo, el bienestar colectivo debe ser la prioridad, y la solidaridad, el respeto por el medio ambiente y la dignidad humana deben guiar nuestras decisiones económicas y sociales. «La prosperidad solo es justa cuando llega a todos los seres humanos», destaca la campaña, reafirmando el compromiso de la organización con la erradicación de la pobreza y la construcción de un futuro en el que nadie quede atrás.
En la Diócesis de Segorbe-Castellón
Tras la celebración de la Eucaristía, el pasado sábado en la Concatedral de Santa María, el segundo acto de este año será el lanzamiento de la nueva campaña, el miércoles 12 de febrero a las 18:30h en el «El Menador», plaza Huerto Sogueros de Castellón. Este acto contará también con la presencia del Obispo y se complementará con el testimonio de Dña. María Gómez-Lechón Moliner, misionera en Mozambique, quien compartirá su experiencia y el impacto de la labor de Manos Unidas en comunidades en necesidad.

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Clínicas móviles en Calcuta
El proyecto de Manos Unidas de Segorbe-Castellón para esta campaña busca la creación de clínicas móviles en 17 barrios marginales de Calcuta, India. En ellos vive una de cada tres personas, y sufren graves problemas de superpoblación, viviendas precarias, inseguridad alimentaria y falta de acceso a agua potable y servicios sanitarios. Estas condiciones afectan especialmente la salud materno-infantil.
Se pretende llevar la atención médica directamente a las calles y hogares a través de unidades móviles equipadas con instrumentos médicos, medicamentos y personal sanitario. El proyecto consta de cinco acciones clave: identificación de beneficiarios, control de salud física y mental, suministro de suplementos nutricionales, formación en prácticas sanitarias y acompañamiento para garantizar partos en hospitales. Beneficiará directamente a 1.700 personas, mayoritariamente mujeres, con una inversión total de 100.849 euros.

Carta semanal de nuestro Obispo D. Casimiro
También en su carta semanal, el Obispo subraya que a pesar del crecimiento económico mundial, la desigualdad y la pobreza extrema siguen siendo una realidad devastadora para muchas personas. Esta situación, basada en el egoísmo y la insolidaridad, contradice el plan de Dios y requiere un cambio profundo en nuestra actitud hacia los demás y hacia la creación.
Asimismo, D. Casimiro recuerda que, en el marco del Jubileo de la Esperanza, el Papa Francisco invita a la generosidad y a reconocer el rostro de los hermanos que sufren hambre y miseria. Manos Unidas hace una llamada a toda la sociedad y los gobiernos a actuar, compartiendo recursos y tomando decisiones que fomenten la justicia global. Concluye su carta instando a toda la Diócesis a colaborar con Manos Unidas, recordando que cada gesto solidario y aporte generoso contribuye a aliviar el sufrimiento de los más necesitados y construir un mundo más justo y fraterno.
Puedes leer AQUÍ la carta del Obispo
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