• Plan Diocesano de Pastoral 2023-2027
  • Jubileo 2025
  • Protección de menores
Obispado Segorbe-Castellón
  • Noticias
    • Hemeroteca
    • Noticias por categoría
    • Entrevistas
    • La Hoja
    • Reportajes
    • Colaboraciones
    • Datos de contacto
  • Diocesis
    • Obispo
      • Biografía
      • Cartas
      • Decretos
      • Homilías
      • Agenda Institucional
    • Vicaría General
      • Vicaría General
    • Historia
      • Nuestra história
    • Episcopologio
      • Episcopologio de la Diócesis
    • Curia
      • Curia y Vicarías
    • Consejos Diocesanos
      • Consejos Diocesanos
    • Organización Territorial
      • Cabildos y Arciprestazgos
      • Parroquias y Capellanías
      • Casa Sacerdotal
    • Patrimonio Cultural
      • Patrimonio Cultural
      • Visitas virtuales 360º
      • Diócesis y arciprestazgos
  • Pastoral
    • Delegaciones
      • Vicaría de Pastoral
    • Formación y Educación
      • Escuela de Teología
      • Colegios Diocesanos
      • Centros Docentes Católicos
    • Movimientos y Asociaciones
      • Asociaciones de Fieles Públicas Laicales
      • Ordenes Terceras
      • Asociaciones de Fieles Públicas Clericales
      • Asociaciones de Fieles Privadas
  • Caritativo – Social
    • Cáritas
      • Cáritas
      • Datos de Contacto
    • Pastoral Caritativa-Social
      • Pastoral Caritativa – Social
      • Entidades
  • Vocaciones
    • Sacerdocio
      • Seminario Mayor Diocesano Mater Dei
      • Seminario Mayor Diocesano Internacional y Misionero “Redemptoris Mater”
      • Seminario Menor Diocesano “Mater Dei”
    • Diaconado Permanente
      • ¿Qué es?
      • Comisión para el Diaconado Permanente
      • Noticias
    • Vida Consagrada
      • Vida Activa
      • Vida Contemplativa
    • Familia
      • ¿Os queréis casar?
      • Recursos para las familias
      • Delegación Diocesana de Pastoral Familiar y de la Vida
    • Laicado
      • ¿Qué es el laicado?
      • Congreso Nacional de Laicos
      • Plan Diocesano del Postcongreso de Laicos
      • Movimientos y Asociaciones de Apostolado Seglar
      • Noticias
  • Archivo
  • Participación y Transparencia
    • Dono a mi iglesia
    • xtantos
    • Organigrama
      • Organigrama
    • Memoria de Actividades
    • Estatutos y Reglamentos
      • Estatutos y Reglamentos
    • Subvenciones y Convenios
      • Subvenciones y Convenios
    • Información Económica
      • Normativa Económica
      • Información Económica
      • Manuales de buenas prácticas
    • Protección de menores
      • Oficina de protección de menores
      • Decretos
      • Protocolo de la Diócesis
      • Protocolos de la CEE
      • Vademecum
    • Protección de datos
      • Oficina de protección de datos
      • Nombramiento del Delegado diocesano
      • Decreto general de la CEE
      • Política de privacidad
  • Click to open the search input field Click to open the search input field Buscar
  • Menú Menú

Listado de la etiqueta: catedral de segorbe

Homilía en la Fiesta de la Virgen de la Cueva Santa

10 de septiembre de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas, Homilías, Homilías 2024/por obsegorbecastellon

S.I. Catedral-Basílica de Segorbe – 8 de septiembre de 2024

(Judit 13, 17-20; Romanos 5, 12.17-19; Lucas 1, 39-47)

Amados hermanos y hermanas en el Señor!

1. Os saludo de corazón a todos cuantos habéis acudido a esta celebración para honrar y venerar a nuestra Madre y Patrona, la Virgen de la Cueva Santa. Saludo cordialmente a los Ilmos. Cabildo-Catedral y Cabildo-Concatedral, a los párrocos y vicario parroquial de la Ciudad y a los sacerdotes concelebrantes. Saludo con respeto y agradecimiento a la Sra. Alcaldesa y a los miembros de la Corporación Municipal, a las autoridades que nos acompañan, a las Reinas Mayor e Infantil de las Fiestas, a sus damas y corte, a las Doncellas segorbinas, a la Comisiones de Toros y de Fiestas, y a las representaciones de Asociaciones y Cofradías.

Nuestra ciudad de Segorbe celebra hoy con gratitud y alegría la fiesta de su “patrona”, la Virgen de la Cueva Santa; a ella la hemos cantado con las palabras de libro de Judit: “Tú eres el orgullo de nuestro pueblo” y la hemos saludado con las palabras de Arcángel Gabriel: “Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo…” (Lc 1,28). En esta festividad, recordamos y agradecemos su visitación y cercanía maternal; con Ella cantamos su “magnificat” y le confiamos la vida de nuestro pueblo y de sus habitantes, de nuestros niños y jóvenes, de nuestras familias, de nuestros mayores y enfermos, de nuestras parroquias y de nuestra Iglesia diocesana.

2. Con la emotiva ofrenda de flores de ayer tarde, mostrabais una vez más el cariño, la gratitud y la devoción de los segorbinos a la Virgen de la Cueva Santa. Hoy, en esta Eucaristía damos gracias a Dios por la Virgen de la Cueva Santa, por su patrocinio y por su protección; agradecemos a Dios todos los dones que, generación tras generación, nos ha dispensado a través de su intercesión maternal. Esta tarde, miramos, honramos y rezamos a María; ella nos acoge con amor de Madre; ella cuida de muestras personas y de nuestras vidas; ella camina con nosotros en nuestro peregrinaje por esta vida. ¡Qué sería de nosotros, de nuestras familias y de Segorbe sin la protección maternal de la Virgen de la Cueva Santa en el pasado y en el presente!

Hoy sentimos de un modo especial su cercanía maternal y su presencia amorosa. Con gozo espiritual contemplamos a la Virgen María, la más humilde y a la vez la más grande de todas las criaturas. En ella resplandece la eterna bondad de Dios-Creador que, en su plan de salvación, la escogió de antemano para ser Madre de su Hijo unigénito y, en él, nuestra Madre.

3. En el evangelio hemos escuchado, una vez más, la escena de la visitación de la Virgen a su prima Isabel, y el “Magníficat”. Es la respuesta de María a las palabras de su prima Isabel: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá” (Lc 1, 42-45)”. En las palabras de Maria queda reflejada su alma, porque en el canto de Magníficat brota de su corazón.

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador” (Lc 1,47) La Virgen proclama que el Señor es grande, y que ha hecho obras grandes por ella. Maria es una mujer humilde; por ello sabe muy bien que cuanto es y cuanto de ella se dice, se lo debe enteramente al amor de Dios. Por ello, la Virgen canta la grandeza de Dios. Y así, ante los elogios de su prima, dirige su mirada y nuestra mirada a Dios. María sabe que Dios ha sido grande en su vida y quiere que Dios sea grande en el mundo, que Dios sea grande en todos nosotros.

“No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios”, le dijo el ángel en la anunciación (Lc 1, 30). María no tiene miedo a dejarse amar por Dios. No tiene miedo de que Dios con su grandeza pueda quitarle algo de su libertad, o quitarnos algo de la nuestra. Ella sabe que, si Dios es grande y porque Dios es grande, también ella y nosotros somos grandes. Dios no oprime la vida del ser humano; todo lo contrario: la eleva y la hace grande: precisamente entonces, el ser humano se hace grande con el esplendor de Dios.

El libro del Génesis (cf. 3,1-7) narra, sin embargo, que nuestros primeros padres, Adán y Eva, pensaron lo contrario. Se dejaron llevar por la serpiente y temieron que, si dejaban a Dios ser Dios, eso quitaría algo a su vida. Quisieron ser como dioses al margen de Dios. Y lo desobedecieron a fin de tener espacio para ellos mismos. Esto es el núcleo del pecado original. Y así “por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron” (Rom 5,12), como nos ha recordado hoy san Pablo:

Como en el origen, lo mismo sucede en la época moderna y en la actualidad. Vivimos tiempos de secularización, agnosticismo y cancelación de todo lo cristiano. Se piensa, se cree y se difunde que el ser humano llegará a ser realmente libre si prescinde de Dios y si es totalmente autónomo frente a Dios. Pero cuando Dios desaparece, el hombre no llega a ser más grande ni más libre; al contrario, pierde su dignidad divina, pierde el esplendor de Dios en su rostro. Al final se convierte en el producto de un progreso sin rumbo, en alguien del que se puede usar y abusar, en esclavo de sus deseos. Eso es precisamente lo que está confirmando la experiencia de nuestra época.

Ahí está el verdadero drama de nuestro tiempo: la quiebra de humanidad por la falta de una visión verdadera del hombre. El error fundamental del hombre actual es querer prescindir de Dios en su vida, erigirse a sí mismo en señor y centro de la existencia. El hombre quiere suplantar a Dios, quiere ser dios sin Dios, y quiere poder cambiar incluso su propia naturaleza de ser hombre o mujer y erigirse en señor y dueño de la vida humana, especialmente al principio y al final.

4. La Virgen nos muestra, por el contrario, que el hombre es grande, sólo si Dios es grande. Con María debemos comenzar a comprender que es así. La Virgen nos invita a dejar que Dios esté presente, a dejar que Dios sea grande en nuestra vida. Así también todo ser humano, todos nosotros tendremos todo el esplendor de la dignidad divina.

María canta y nos muestra la grandeza del Dios único, en el que todo hombre encuentra la luz y el sentido de la vida, la libertad, la salvación y la felicidad. La humanidad está necesitada de la luz y de la verdad de Dios. Esta necesidad es un verdadero clamor en nuestros días. María, la Virgen de la Cueva Santa, es faro en la oscuridad de nuestra noche, faro que nos conduce hacia la Luz, que es Dios: ella es bendita porque acoge y cumple la Palabra de Dios, fuente de gracia y de salvación; ella es bienaventurada porque ha creído en Dios y se ha fiado de Él; ella es la más grande porque ha dejado a Dios ser grande en su vida.

La Virgen María nos enseña confiar enteramente en Dios. Nos muestra que reconocer a Dios como Dios, reclama que seamos humildes, que estemos dispuestos plenamente a dejarnos amar por Dios y abiertos a su voluntad. Y esto es fuente de la dicha, la vida y la libertad, y raíz de la esperanza.

5. En el Magníficat, María nos canta la verdad de Dios, que no es otra sino su misericordia infinita. Dios ama, engrandece, levanta, sana, libera y salva a cada ser humano. Esta es la verdad de Dios, que ha hecho obras grandes en María.

Y ésta es también la verdad del hombre. Esta es la grandeza de todo ser humano: ser de Dios, ser criatura suya, amada por Él, creada a su imagen y semejanza. Ser de Dios y vivir para Dios, mostrar a Dios y dejar que aparezca su grandeza en el hombre, vivir la obediencia a Dios y cumplir su voluntad: ésta es la más genuina verdad del ser humano.

No nos dejemos llevas por las voces empeñadas en hacer desaparecer a Dios de nuestra vida, de nuestras familias, de la educación de niños, adolescentes y jóvenes, de la cultura y de la vida pública. La historia, incluso la historia muy reciente, demuestra que no puede haber una sociedad libre, ni verdadero progreso humano al margen de Dios. El olvido o rechazo de Dios quiebra interiormente el verdadero sentido de las profundas aspiraciones del hombre, debilita y deforma los valores éticos de convivencia, socava las bases para el respeto de la dignidad inviolable de toda persona humana y priva del fundamento más sólido para el amor, la justicia, el bien, la libertad y la paz. Quien no conoce a Dios, no conoce al hombre, y quien olvida a Dios acaba ignorando la verdadera grandeza y dignidad de todo hombre.

6. En este día de fiesta damos gracias al Señor por el don de esta Madre y pedimos a María que nos ayude a encontrar el buen camino cada día. Ella acoge el amor de Dios con gratitud y gozo: “Proclama mi alma la grandeza del Señor”. María acoge a Dios con fe y confianza plenas. Que de manos de María sepamos acoger en nuestras vidas al Dios que nos ama hasta el extremo en Cristo Jesús, hoy y todos los días de nuestra vida.  Amén.

XCasimiro López Llorente

Obispo de Segorbe-Castellón

Compartir

«La Eucaristía es el mayor signo del amor de Dios»

3 de junio de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

Mons. Casimiro López LLorente preside la Solemnidad del Corpus Christi en Segorbe

La Santa Iglesia Catedral de Segorbe acogió ayer tarde con toda Solemnidad la Santa Misa que antecedía a la procesión que más tarde recorrería las calles de la capital del Alto Palancia. El Señor, presente en el Santísimo Sacramento del Altar era venerado públicamente ensalzando su presencia viva y real entre nosotros.

El Obispo de Segorbe-Castellón presidía la Santa Misa, acompañado del Cabildo Catedral. D. Federico Caudé, así como por una representación de sacerdotes concelebrantes, diáconos y seminaristas. Como ocurriera el sábado en Castellón, especial protagonismo tuvieron también las niñas y niños de Primera Comunión que junto a sus catequistas ocupaban los primeros bancos, seguidos de sus padres y el resto de los fieles.

También las principales autoridades políticas, civiles y militares se sumaron a la celebración en la que D. Casimiro, a partir de la liturgia de la Palabra puso el énfasis en el memorial de la pasión, muerte y resurrección del Señor que «que bajo las especies dle pan y del vino se entrega a todo hombre como alimento y bebida de salvación», dijo, de forma que la solemnidad del Corpus Christi, «nos ayuda a crecer en la conciencia del lugar central que corresponde a la Eucaristía en nuestra vida como cristianos, como comunidad eclesial y en nuestra historia».

Describió la Eucaristía como «memorial, comunión y presencia» porque conmemoramos «el sacrificio redentor de Jesús en la cruz que actualizamos de modo incruento en cada Santa Misa» donde «el Señor mismo se nos da en comida de salvación», y «presencia real, permanente y sustancial bajo la apariencia de pan de Cristo resucitado entre nosotros».

El amor de Dios

El sacramento eucarístico fue el hilo conductor de una homilía en la que «el amor de Dios» estuvo muy presente pues «es el mayor signo del amor de Dios hacia todos los hombres, manifestado de una vez para siempre en el sacrificio redentor de Cristo en la cruz que nos descubre el verdadero rostro de Dios».

D. Casimiro recordó también que la Eucaristía «es el sacramento de la nueva y eterna alianza de Dios con la humanidad en Cristo» pues el cuerpo entregado y la sangre derramada de Cristo son un nuevo y definitivo pacto entre Dios y la humanidad. Una entrega, recordó el Obispo, que es única «para la reconciliación de la humanidad con Dios y que la actualizamos de modo ininterrumpido en cada Santa Misa para que el amor de Dios alcance a todos en todos los tiempos». En esta alianza definitiva «instaura una relación radicalmente nueva de Dios con los hombres; una relación de amor y de comunión de vida establecida por Jesucristo» quien durante su vida, advirtió D. Casimiro, «no tuvo otro fin que darnos a conocer y comunicarnos el misterio de Dios que es amor, comunión de vida y de amor infinito en sí mismo».

Eucaristía: centro de la vida de la Iglesia

El Obispo se refirió también a la Eucaristía como centro de la vida de la Iglesia, de todo cristiano y de toda comunidad cristiana, «fuente de la que nos nutrimos y, a la vez, cima hacia la que caminamos que está destinada a ser «fermento de la unidad de Dios con los hombres y de estos entre sí». La Iglesia nace y se renueva en cada Eucaristía y sin «la participación plena en este sacramento, la fe y la vida de todo cristiano languidecen, se apagan y terminan muriendo».

Exhortó a participar de una manera activa y plena en cada Eucaristía «para perseverar y existir como discípulos del Señor y no ser cristianos de ocasión que han dejado de ser sal en la tierra y luz en el mundo, que se han mundanizado». Del mismo modo invitó a «la fraternidad participando de la Eucaristía de la que brota el mandamiento nuevo del amor: amaos los unos a los otros, como yo os he amado».

Llamados a la caridad

D. Casimiro recordó también que coincidiendo con el Corpus Christi celebramos el Día de la Caridad. Dejándonos empapar del amor de Dios «todos estamos llamados a vivirlo de tal modo que a todos llegue porque a todos está destinado».

Se refirió al lema de la Semana de la Caridad este año y «abrir caminos de esperanza siendo cristianos «llamados a ser la comunidad de los que se conmueven ante la necesidad de los demás que siguen los pasos de Jesús y se implican en la atención de los más desfavorecidos». Todos los que en la comunión comparten el amor de Cristo «son enviados a ser sus testigos».

Finalmente exhortó a «contemplar su amor supremo, participando de Él y dejándonos moldear para ser testigos comprometidos de su amor en el mundo».

Compartir

La «Cruz de Dodekaorton», o del Monte Athos, de la Catedral de Segorbe

20 de mayo de 2024/0 Comentarios/en Noticias, Colaboraciones/por D. David Montolío Torán

Oriente en occidente

Sin ningún tipo de datos sobre su procedencia ni razones de su ingreso, la catedral de Segorbe conserva una bellísima cruz de bendición ortodoxa (MCS.359), trabajada en madera y ensamblada a una desarrollada peana bulbosa, rematada en el extremo de los brazos por perinolas doradas. Típica de las tradicionales producciones bizantinizantes de los talleres del Monte Athos, presenta un centro con dieciséis relieves calados en el neto de la cruz con pequeñas escenas en miniatura talladas, minuciosamente, en dura madera de Boj, datable hacia 1740. Habiendo perdido su pedestal trabajado primitivo, La pieza original sería incorporada a un pedestal labrado en hueso y conchas marinas en la segunda mitad del siglo XIX, hacia 1865, para ser empleada como pequeña cruz de altar.

La obra, con una medida global de 130 x 70 mm, contiene los principales episodios de la vida de María y de Cristo, grandes fiestas de la Iglesia Ortodoxa. El conocido como «Dodekaorton», que da nombre apropiado e histórico a este tipo de cruces. En el anverso, de izquierda a derecha, «Presentación de María», «Anunciación», «Epifanía» y «Reyes Magos ante Herodes»; de arriba abajo, «Bautismo de Cristo», «Nacimiento de Jesús», «Resurrección de Lázaro» y «Entrada en Jerusalem». En el reverso, de izquierda a derecha: «Beso de Judas», «Flagelación», «Aparición del ángel a la Magdalena» y «Cristo resucitado ante dos apóstoles»; de arriba a abajo: «Ascensión», «Crucifixión», «Entierro de Cristo» y «Resurrección». La elección de escenas de cada cara resulta una bella trasposición simbólica entre la vida y la muerte, la entrada de Cristo al mundo y la preparación para la partida.

Hoy en día, la misma vida monástica y las antiguas tradiciones en práctica durante siglos siguen, de una manera u otra, vigentes en la antigua península griega. Pero, no obstante, el arte sacro allí generado por el mundo de la Iglesia Ortodoxa, con la llegada de obras a occidente, fertilizó el mundo de la cultura y de los arquetipos cristianos, fascinando desde tiempos medievales y modernos por su simpleza y sencillez, a través de la experiencia bizantina, expresión terrenal del reino de los cielos y donde se formuló la teología y la literatura mística que los hizo posible. Testimonios que portaron savia nueva y nuevas aguas para alabanza a Dios, haciéndonos retornar a la infancia de nuestra fe.

Por todos, o casi todos, es bien conocido el impacto del mundo de los iconos, imágenes en esencia, fundamentales en la espiritualidad oriental, como pinturas portátiles al temple sobre madera o tallas, que seguían antiguas tradiciones artesanales transmitidas durante generaciones. Eran presentados como imagen virtuosa de Dios en Jesucristo, además de la imagen de su santa Madre y todos los santos llamados a la vida divina, que murieron así mismos para que fuera Cristo quien viviera en ellos. Eran parte de la propia celebración, instrumento para el rezo e intrínsecamente inseparables de la propia liturgia, siendo empleados para anunciar el Evangelio y la buena noticia. Eran incensados por el sacerdote, que bendecía con ellos las propias ofrendas y al pueblo, protagonizaban procesiones y eran objeto de muy cercana veneración por los fieles.

Estas obras, fueron la respuesta de aquellos maestros al gran reto del arte cristiano, la representación de lo invisible, partiendo de la tradición grecorromana, que ensalzaba la gloria de lo carnal, para captar la presencia espiritual a través de un nuevo canon materialmente incorpóreo y expresividades renovadas por la obra de la redención y la virtud. Nacía así una nueva imagen basada en la esencia del alma, figurativa y simbólica. En esencia, una verdadera ventana abierta al misterio de la Encarnación.

Los obradores de los monasterios del Monte Athos fueron un destacado centro de producción de obras talladas de madera en miniatura entre los siglos XVI y XVIII. Esta talla de cruces y pectorales de madera, a veces montadas en estructuras de orfebrería de una calidad pareja, debe considerarse, pues, un arte decorativo propio practicado por los monjes athonitas para obtener recursos para sobrellevar su vida ascética de retiro del mundo.

Habiendo desparecido muchas de las realizadas, sobre todo en los primeros tiempos de presencia otomana, se ha indicado la influencia de la talla y los modelos iconográficos cretenses. También se ha destacado su relación con la realización de iconostasios en madera y su comercialización del oriente al occidente mediterráneo, sobre todo con los territorios de la península Itálica y desde Estambul a los diversos epicentros del imperio turco. La procedencia veneciana de estos trabajos ha sido descartada por la historiografía más reciente.

Un buen ejemplo son las interesantes realizaciones conservadas en la sacristía del Monasterio de Vatopedi, el segundo en jerarquía de los grandes recintos monásticos de Athos, fundado en el año 972 y lugar donde se conserva la valiosa reliquia del cinturón de la Virgen María. Allí se conserva una cruz grande de 1639, con ensamblaje en plata, perinolas y de gran calidad, “de la mano del papa Ezequiel”. Otra similar realizada, de 1669, con talla menos importante, pero de una calidad de montura de arabesco barroco imponente, realizada con el mecenazgo de Nikolai Bouhosi, alto cargo del estado moldavo, y de su esposa Anna, de origen griego. Una tercera, de 1674, sobre trono o base escalonada hexagonal. Otras dos cruces del monasterio, del abad Dyonisios Xeniotis (1660-1669 y 1678), aportan soluciones esmaltadas a las monturas de una gran riqueza, albergando tallas de grandísimo empeño, cercanas a la tradición denominada como «Constantinopolitanas», dignas de la alta joyería europea de la época. Obras similares, aunque de mayor autenticidad y entidad, se conservan en la Catedral de Sevilla (siglo XVI), o el Metropolitan Museum de Nueva York, Victoria and Albert Museum y el Museo del Patriarca de Valencia, éstas un poco más tardías y vinculadas a Giorgios Lascaris; conocidas como «cruces de laskaris», las cuales están están fabricadas con un pedestal más sobre elevado. Otras ejecuciones trascendentales, todavía faltas de estudio genérico, se custodian en otros centros monásticos y museos griegos, búlgaros, turcos o rumanos.

No obstante, la desconocida obra de la catedral de Segorbe, que ofrece más similitudes a la conservada en la Courtauld Gallery, British Museum o la del Walters Art Museum, más sencillas, todavía brinda muchas dudas. No obstante, presenta las características propias de otras reliquias y objetos de culto importadas o trasladadas desde el lejano oriente, desde aquellos lugares de culto, en el equipaje personal de alguno de los grandes personajes ligados a la jerarquía diocesana de los tiempos pretéritos, quizá de los tiempos de la ilustración, o de alguna de las órdenes religiosas activas por Tierra Santa, tal vez los franciscanos.

La «cruz de Dodekaorton» o del Monte Athos de Segorbe, es excepcional por su rareza y sencillez, perteneciente a un olvidado corpus de gran escasez en nuestras tierras. Las escenas citadas, repartidas en una cuidada cuadrícula de su cruz griega. Una iconografía y técnica propia de materiales como el hueso y el marfil que, muchas veces, ha dificultado su datación cronológica, al tratarse de una artesanía con procedimientos inalterables a lo largo de los años.

David Montolío Torán

José Cebrián Cebrián

Compartir

D. Casimiro nos exhorta a ser testigos y compartir la alegría y esperanza de la Resurrección

31 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

La S. I. Catedral de Segorbe ha acogido esta mañana la celebración de la Eucaristía de la Pascua de Resurrección que ha presidido el Obispo, Mons. Casimiro López Llorente. Ha estado concelebrada por el Cabildo Catedral. D. Federico Caudé, D. Jose Manuel Beltrán, y el Secretario, D. Ángel Cumbicos, asistidos por los diáconos. El Coro Capilla Catedral, dirigido por D. David Montolio, se ha encargado de la parte musical de la liturgia.

La Vigilia Pascual de anoche anunciaba con alegría y con gozo “el día en que actuó el Señor«. Tras acompañar a Jesús en la Última Cena, en la Cruz y en el sepulcro, la celebración de hoy supone el final de un camino que arrancó en la Cuaresma, y el comienzo de uno nuevo lleno de esperanza. Hoy los fieles de Segorbe han participado, junto a representantes de la Corporación Municipal en la Santa Misa.

Tras la proclamación de la Palabra, D. Casimiro ha centrado la homilía en el potente significado espiritual de la Resurrección de Jesucristo narrada en el Evangelio de anoche (Mc,16,1-7) donde las mujeres, son protagonistas del anuncio de la Resurrección del Señor que nos invita a todos a regocijarnos en esta gran noticia. Hoy es un día, tal como ha señalado nuestro Obispo, en que «el Señor nos llama a abandonar nuestros miedos y dudas, a salir de las tinieblas y a entrar en su luz maravillosa».

D.Casimiro ha presentado la Resurrección de Jesucristo como «la prueba de que Dios ha aceptado su sacrificio en la Cruz por nosotros y por nuestros pecados revelando el verdadero rostro de Dios como amor y misericordia», y ha subrayado que «no es un hecho del pasado», sino que «Jesucristo vive y está presente en la vida de cada persona».

El Obispo se ha servido del Evangelio de san Juan para ensalzar la fe de la Resurrección. De la sorpresa de María Magdalena al ver retirada la losa y comunicar la noticia a Pedro y Juan, D. Casimiro ha afirmado que este «es el primer acto de fe de la Iglesia naciente en Cristo resucitado» en el que «Pedro, cabeza de la Iglesia, y Juan, el discípulo a quien Jesús amaba, tuvieron el mérito de recoger las ‘señales’ del resucitado: la noticia traída por la mujer, el sepulcro vacío y los lienzos depuestos en él».

La Resurrección fue «real y supera las coordenadas del tiempo y del espacio», ha resaltado D. Casimiro, recordando que el mismo Jesús se apareció a sus discípulos saliendo a su encuentro y «se dejó ver y tocar por ellos, caminó, comió y bebió con ellos». Fue un encuentro transformador que cambió todas las dimensiones de su existencia» movilizándolos e impulsándolos a ser testigos y discípulos misioneros, «con valentía, sin miedo a las amenazas, a la cárcel e incluso a la muerte» ha recalcado el Obispo.

El sentido de la gran y buena noticia que resuena hoy es que el mismo Jesucristo «sale como entonces a nuestro encuentro y nos ofrece la posibilidad de dejarnos encontrar y transformar por Él». D. Casimiro se ha referido así al Primer Anuncio, y ha exhortado a sentirnos interpelados «acogiendo con fe la Palabra de Dios» que hoy especialmente «nos invita a creer en Dios y nos llama a fiarnos de su Palabra, a confiar en el testimonio de quienes fueron ante todo testigos de la resurrección del Señor hasta derramar su sangre: un testimonio que nos llega en la cadena ininterrumpida de la fe de la Iglesia».

Participamos de la celebración de la Pascua por el Bautismo quedando unidos a Dios Padre y a la familia de la Iglesia. «Somos ciudadanos del cielo y caminamos hacia el cielo» ha dicho nuestro Obispo invitándonos a la celebrar la Pascua y a «vivir con verdadero gozo y fidelidad nuestra condición de hijos de de Dios, de discípulos de Cristo y de hijos de nuestra madre Iglesia». Y es que, tal como ha afirmado D. Casimiro, «de la fe en la Resurrección surge un hombre nuevo, que ya no se pertenece a sí mismo, sino que pertenece a su Señor y vive para Él».

Tras la Santa Misa, se ha celebrado la procesión del encuentro que representa, simbólicamente la reunión de Jesús, recién resucitado, con su madre María, y que a nivel espiritual representa la reconciliación y la restauración de la humanidad con Dios a través de la Resurrección de Jesús.

A pesar de que la lluvia amenazaba con deslucir la procesión, finalmente se ha celebrado en el claustro de la Catedral, con la participación de las Cofradías y Hermandades de Segorbe: de la Santísima Trinidad, de la Sangre – Cristo de San Marcelo, y de la Verónica. La celebración gozosa de la Pascua se prolonga durante la octava y la cincuentena pascual como si de un solo gran domingo se tratase.

Homenaje a D. Lorenzo Pérez

Al finalizar la Santa Misa, Mons. Casimiro López Llorente, ha dado gracias a Dios por D. Lorenzo Pérez, que asistía emocionado a la celebración junto a su familia. El Obispo ha agradecido la labor y entrega de quien ha acolitado a los largo de los años el servicio en el Altar. D. Casimiro le ha hecho entrega de un plato de cerámica que muestra el agradecimiento a través de una inscripción, así como una placa que acredita su servicio a la Iglesia de Segorbe-Castellón.

Compartir

Homilía en la Vigilia Pascual

31 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Homilías, Homilías 2024, Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

Segorbe, S.I. Catedral-Basílica, 30 de marzo de 2024

(Gn 1,1-2,2;Gn 22,1-18; Ex14,15-15,1ª; Is 55,1-11; Rom 6,3-11; Lc 16,1-7)

1. “¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el Crucificado? No está aquí. Ha resucitado” (Mc 16,1-7). Con estas palabras sorprende aquel joven vestido de blanco a las mujeres, que, al alba del primer día de la semana habían ido al sepulcro para embalsamar el cuerpo de Jesús, y encuentran vacío sepulcro. “No está aquí. Ha resucitado”.

Esta noticia, destinada a cambiar el rumbo de la historia, resuena desde entonces de generación en generación. Esta buena Noticia, antigua y siempre nueva, resuena hoy una vez más en esta Vigilia pascual, la madre de todas las vigilias, aquí y por toda la tierra. ¡Cristo vive! Aquel, a quien creían muerto, está vivo. La muerte ha dado paso a la vida; a una vida gloriosa para no morir más. La luz de Cristo irradia sobre la faz de la tierra y disipa las tinieblas de la noche, las tinieblas del pecado y de la muerte. Esta es “la noche clara como el día, la noche iluminada por el gozo de Dios”.

¡Cristo vive, porque ha resucitado verdaderamente! Este es el centro de nuestra fe, este es el centro de la fe de la Iglesia, que hoy anunciamos con renovada alegría. Dios ha resucitado al Señor de entre los muertos y le ha constituido Señor de cielos y tierra (Hech 2, 24).


2. En esta Noche Santa revivimos el extraordinario acontecimiento de la resurrección del Señor. Si Cristo no hubiera resucitado, la humanidad y toda la creación habrían perdido su sentido. Pero no; ¡Cristo ha resucitado verdaderamente!

En esta Noche Santa se cumplen las Escrituras, que hemos proclamado en la liturgia de la Palabra, recorriendo las etapas de toda la Historia de la Salvación, manifestación de la voluntad salvífica y universal de Dios. En esta Noche Santa todo vuelve a comenzar desde el “principio”; la creación recupera su auténtico significado, su orden y su fin en el plan de Dios. El hombre, creado por Dios por amor, a su imagen y semejanza, en comunión con Dios y con sus semejantes, está llamado a esa comunión en Cristo. Es como un nuevo comienzo de la historia y del cosmos, porque “Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto” (1 Co 15,20). Él, “el último Adán”, se ha convertido en “un espíritu que da vida” (1 Co 15,45). El mismo pecado de nuestros primeros padres es cantado en el Pregón pascual como “¡feliz culpa que mereció tal Redentor!”. Donde abundó el pecado, ahora sobreabunda la gracia y “la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular” de un edificio espiritual indestructible.

En esta Noche Santa ha nacido el nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, con el cual Dios ha sellado una alianza eterna con la sangre de su Hijo encarnado, crucificado y resucitado. Toda la tierra exulta y glorifica al Señor. Ante los ojos de una humanidad alejada de Dios brilla la luz de Cristo Resucitado. La muerte ha sido vencida, el pecado ha sido borrado, la humanidad ha quedado reconciliada. Por la Resurrección de Jesucristo todo está revestido de una nueva vida. En Cristo la humanidad es rescatada por Dios, recobra la confianza y queda restaurado el sentido de la creación. Este es el día de la revelación de nuestro Dios. Es el día de la manifestación de los hijos de Dios.

3. Dentro de unos instantes renovaremos las promesas de nuestro bautismo, volveremos a renunciar a Satanás y a todas sus obras para seguir firmemente a Dios y sus planes de salvación. “Por el bautismo -nos recuerda el apóstol Pablo- fuimos sepultados con Él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva” (Rm 6,4).

Ese modo nuevo de vida es don de Dios. Esta vida nueva no es temporal, sino inmortal y eterna. Es vida en libertad: libertad de la esclavitud del pecado para ser libres y vivir en servicio constante del Dios vivo y de los hermanos. El don de la vida inmortal debe prolongarse en nosotros en una vida de gracia y de verdad. Ser cristiano es participar de la misma vida de Cristo. El don inicial se nos concede a través del bautismo. El crecimiento y madurez, a través de los otros sacramentos, de la oración y de nuestro compromiso de caridad en el seno de la Iglesia.

La vida nueva del bautismo es una vida en Dios y para Dios. No se trata de una vida temporal, más o menos larga. Se trata de una participación de la misma vida de Dios, comenzada ya en el bautismo y destinada a su plenitud en la eternidad. Quien vive la vida divina, no vive para sí mismo porque egoísmo y Dios se excluyen; quien vive la vida divina vive para los demás ya que en los ellos descubre la presencia de Dios. Quien vive para Dios, por vivir la vida divina, transpira amor y perdón, alegría y paz, felicidad y esperanza; se convierte así en verdadero apóstol, testigo de la resurrección, despertando en cuantos encuentra a su paso el deseo de Dios.

Renunciemos –digamos no- a Satanás y a todas sus obras y seducciones para seguir firmemente a Cristo y su camino de salvación. Quitémonos las ‘viejas vestiduras’ de pecado y de muerte, impropias de todo bautizado y con las que no se puede estar ante Dios. Revistámonos de la ‘vestiduras’ de Cristo.

Confesemos de verdad nuestra fe en el Padre Dios, en su Hijo Jesucristo, en el Espíritu Santo y en nuestra madre la Iglesia. Rechacemos una vez más y sin componenda toda clase de mal en nuestras vidas. Que este compromiso no quede en nosotros mismos, en la esfera de nuestra vida privada. Que de palabra y sobre todo con nuestro testimonio de vida ayudemos a que cuantos nos son cercanos se sientan estimulados al encuentro con el Resucitado.

4. Que María, testigo gozosa del acontecimiento de la Resurrección, ayude a todos a caminar “en una vida nueva”; que haga a cada uno consciente de que, estando nuestro hombre viejo crucificado con Cristo, debemos comportarnos como hombres nuevos, personas que “viven para Dios, en Jesucristo” (Rm 6, 4.11). Que María, Madre de la Iglesia, nos enseñe a salir al encuentro del Hijo Resucitado por quien todos los hombres y mujeres están invitados a la nueva vida en Dios. Cristo ha resucitado, resucitemos nosotros con El. ¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya!

+ Casimiro López Llorente

Obispo de Segorbe-Castellón

Compartir

La Catedral de Segorbe acoge la Vigilia Pascual: “Ante los ojos de una humanidad alejada de Dios brilla la luz de Cristo Resucitado”

31 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

«¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el Crucificado?. No está aquí. Ha resucitado»

Estábamos de luto, esperando junto al sepulcro, donde yacía la tumba de Jesús para desconsuelo de los apóstoles, que creían que todo había acabado ya. Hemos pasado el día en oración y en actitud vigilante hasta la celebración de la Vigilia Pascual, que ha tenido lugar en la Catedral de Segorbe presidida por nuestro Obispo D. Casimiro. Es la más grande y santísima noche del año, en la que el Señor resucitó.

.

.

Las mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su cuerpo. Un Ángel les comunica que ha resucitado. Van donde está la Virgen con los apóstoles y les dan la gran noticia. El desconsuelo de la noche se transforma en inmensa alegría que rápidamente transmiten a los demás. Es la solemnidad de las solemnidades y nuestra Pascua: la Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo según la carne. Ya somos verdaderamente libres al quedar rotas las cadenas de la muerte, y ascender Cristo victorioso del abismo.

.

.

En la celebración ha tenido lugar el lucernario y el pregón pascual; en la liturgia de la Palabra hemos hecho memoria de todas las intervenciones de Dios en favor de su pueblo; hemos renovado las promesas bautismales y, en muchas parroquias se ha administrado el Bautismo a los nuevos cristianos. La celebración de la Eucaristía ha sido el punto culminante de la Vigilia Pascual.

.

.

El Obispo ha comenzado la homilía con las palabras del ángel a las mujeres: «¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el Crucificado?. No está aquí. Ha resucitado». “¡Cristo vive!, Aquel, a quien creían muerto, está vivo. La muerte ha dado paso a la vida; a una vida gloriosa para no morir más. La luz de Cristo irradia sobre la faz de la tierra y disipa las tinieblas de la noche, las tinieblas del pecado y de la muerte”, ha dicho D. Casimiro.

.

.

“Este es el centro de nuestra fe – ha recordado – este es el centro de la fe de la Iglesia, que hoy anunciamos con renovada alegría. Dios ha resucitado al Señor de entre los muertos y le ha constituido Señor de cielos y tierra”. También hoy, “ante los ojos de una humanidad alejada de Dios brilla la luz de Cristo Resucitado”.

.

.

También ha indicado la importancia de la renovación de las promesas bautismales y de la renuncia “a Satanás y a todas sus obras y seducciones para seguir firmemente a Dios y sus planes de salvación”, que nos ofrece una nueva vida “inmortal y eterna”, libre de la esclavitud del pecado y “en servicio constante del Dios vivo y de los hermanos”.

.

“Confesemos de verdad nuestra fe en el Padre Dios, en su Hijo Jesucristo, en el Espíritu Santo y en nuestra madre la Iglesia”, ha añadido, y que con nuestras palabras y nuestra vida “ayudemos a que cuantos nos son cercanos se sientan estimulados al encuentro con el Resucitado”, ha exhortado

Compartir

D. Casimiro exhorta a «poner la mirada en la cruz para descubrir el amor de Dios por cada uno de nosotros»

29 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

Solemne Liturgia de la Pasión del Señor y Adoración de la Cruz

A las 17.00h, de este Viernes Santo, los fieles de la Iglesia de Segorbe-Castellón, han revivido el momento culmen de la Pasión del Señor en el que, según se relata en el Evangelio de san Marcos (15:33-34) siendo la hora novena, Jesús clamó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».

La S.I. Catedral de Segorbe ha acogido así la Solemne Liturgia de la Pasión del Señor y la Adoración de la Cruz que ha presidido el Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, siendo el único día de todo el calendario litúrgico en que no se celebra la Eucaristía. Durante la ceremonia se conmemora la Pasión y Muerte de Jesucristo y se invita a los fieles a la reflexión a través de la lectura de las Sagradas Escrituras, contemplando así el misterio del amor redentor de Dios.

La celebración comenzaba con el Obispo postrado en el suelo del altar para adorar en silencio la Muerte del Señor, dando paso a la liturgia de la Palabra ante un altar carente de los elementos que habitualmente lo visten y ornamentan.

Isaías (52, 13-53,12); Carta a los Hebreos (4, 14-16; 5, 7-9); san Juan (18,1-19,42)

Tras las lecturas, la homilía de D. Casimiro ha exaltado la cruz. No en vano, a través del «Canto del siervo sufriente» la liturgia nos ha introducido en la aflicción padecida y la visión reveladora del plan redentor de Dios para la humanidad a través del sufrimiento y la muerte de su Siervo. «Este es un mensaje difícil e comprender en nuestro tiempo» ha dicho el Obispo, sin embargo para los creyentes «la cruz es el sentido más grande, el amor más grande, el amor con el que el Señor quiere abrazar nuestra vida», se ha referido recordando las palabras del papa Francisco.

A pesar de que muchos de nuestros contemporáneos quisieran silenciar la cruz, «nada es más elocuente que la cruz silenciada» ha afirmado el Obispo recordando a San Juan Pablo II, pues «el verdadero mensaje del dolor es una lección de amor. El amor hace fecundo al dolor y el dolor hace profundo al amor». Así, ha exhortado a los presentes a «»poner la mirada en la cruz para descubrir el amor de Dios por cada uno de nosotros» pues su sacrificio es un acto supremo de amor y redención, que abre el camino para la salvación y la vida eterna para todos los que creen en Él.

D.Casimiro ha recordado el relato del Evangelio según san Juan que, a nivel espiritual, trasciende los eventos históricos relatados y ofrece enseñanzas esenciales sobre la fe cristiana, pues se nos revela el cumplimiento de la voluntad divina a través del sacrificio de Jesucristo, sometido voluntariamente a la pasión y muerte en la cruz para redimir a la humanidad del pecado y restaurar la relación rota entre Dios y el hombre. «La cruz nos manifiesta el verdadero rostro de Dios que sufre en su Hijo Jesús».

Tal como ha afirmado el Obispo, el rostro de Jesús en la cruz, manifiesta «dolor provocado por el pecado, por el desprecio de su amor. Jesús no sufre por su pecado personal, pues es absolutamente inocente, sino por la tragedia de mentiras y envidias, traiciones y maldades que se echaron sobre él para condenarlo a una muerte injusta y horrible».

La cruz, ha proseguido D. Casimiro, muestra «la grandeza del amor y y la grandeza del ser humano porque así Dios nos quiere liberar de cualquier pecado». La salvación «es fruto del amor infinito y eterno de Dios, porque solo el amor infinito de Dios hacia los hombres pecadores es lo que salva». El Obispo ha interpelado a los presentes a renovar nuestra fe en su poder salvador y a comprometernos a seguir sus enseñanzas de amor, perdón y servicio a los demás, porque «el amor del amante espera de la respuesta del amado para entregarse y darse totalmente a sí mismo en todo cuanto tiene» y ha recordado que las últimas palabras de Jesús «son la expresión de su última y única voluntad, hacer la voluntad de Dios Padre, esto es amar hasta el extremo, hasta el extremo de morir en la cruz para rescatar a los hombres de los poderes del mal».

Respeto, gratitud y devoción en la Adoración a la Cruz

La solemnidad de la liturgia de hoy ha continuado con la adoración a la Cruz expresando respeto, gratitud y devoción. Para los fieles este gesto tiene especial trascendencia pues contribuye a sumergirse verdaderamente en el misterio del amor de Dios manifestado en el sacrificio de Jesucristo.

Mirando a Jesucristo en la cruz, tal como ha dicho D. Casimiro «contemplamos su sufrimiento causado por la crueldad e injusticia humana, y también a los que hoy están crucificados, a todas las víctimas de la maldad humana, a los que sufren y tienen que cargar con su cruz».

S

La celebración ha concluido con la administración de la Sagrada Comunión.

Compartir

Cientos de fieles acompañan a Jesús en el camino de la Cruz

29 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

Mons. Casimiro López Llorente ha presidido esta mañana los Viacrucis que se han celebrado, a las 08.00h en Castellón y a las 10.00h en Segorbe. Sumándose a esta devoción, que conmemora el camino de Jesús hacia la crucifixión, cientos de fieles han rezado y meditado, junto a nuestro Obispo, el sufrimiento y el sacrificio de Jesucristo, cumpliendo una tradición profundamente significativa.

Miembros de las Cofradias y Hermandades de Semana Santa, tanto de Castellón como de Segorbe, se han unido recorriendo el camino de la Cruz hacia el Calvario siguiendo las estaciones que marcan los eventos desde la condena de Jesús hasta su crucifixión y sepultura. El recorrido ha sido una oportunidad para los fieles que, a través de la oración y la meditación, para recorrer espiritualmente el mismo camino que recorrió Jesús, acompañándolo así en su sufrimiento y adhiriéndose con Él a su Pasión.

De esta forma, cada estación ha servido para, tal como ha dicho D. Casimiro,» unirse a este día de dolor» y reflexionar sobre aspectos diferentes del sufrimiento humano y la redención divina. Desde la traición de Judas hasta el encuentro con su madre María, desde la caída de Jesús bajo el peso de la cruz hasta su muerte en el Calvario, las estaciones del Viacrucis han invitado a los participantes a contemplar la profundidad del amor de Dios manifestado en la entrega total de Jesús por la humanidad.

Para los fieles, el Viacrucis no es solo una práctica devocional, sino también una oportunidad para cargar sus propias cruces y enfrentar sus propias dificultades con la confianza de que Jesús está presente en medio de su sufrimiento. A través de la participación en el Viacrucis, los creyentes encuentran consuelo, fortaleza y esperanza en la promesa de la resurrección de Cristo y en su victoria sobre el pecado y la muerte.

En un mundo marcado por el dolor y la injusticia, acompañar a Jesús en la Cruz nos ofrece un recordatorio poderoso de la realidad del sufrimiento humano y la necesidad de solidaridad y compasión. Al meditar en el sufrimiento de Jesús, estamos llamados a comprometernos con la construcción de un mundo más justo y compasivo, donde el amor y la misericordia de Dios puedan manifestarse plenamente.

Primera Estación: Jesús es condenado a Muerte

En la primera estación, vemos a Jesús de pie ante Pilato, enfrentando una condena injusta y abrazando la voluntad de Dios. Nos recuerda las veces que hemos sido juzgados injustamente o hemos enfrentado dificultades, y nos desafía a confiar en la providencia divina incluso en medio de la adversidad.

Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz

Con la pesada cruz sobre sus hombros, Jesús comienza su camino hacia el Calvario. Nos invita a reflexionar sobre nuestras propias cargas y sufrimientos, y nos recuerda que nunca estamos solos en nuestras luchas. Como Jesús, podemos encontrar fuerza en la oración y en la ayuda mutua para llevar nuestras cruces con dignidad y valentía.

Tercera Estación: Jesús cae por Primera Vez

La carga de la cruz se hace demasiado pesada y Jesús cae al suelo. En este momento de debilidad física, Jesús nos muestra que el sufrimiento es parte de la condición humana, pero también nos enseña la importancia de levantarnos y seguir adelante, incluso cuando nos sentimos derrotados.

Cuarta Estación: Jesús se encuentra con su Madre

En medio de su agonía, Jesús encuentra consuelo en el amor y la presencia de su madre, María. Este encuentro nos recuerda el papel central de María como madre espiritual para todos los creyentes, y nos desafía a buscar consuelo y apoyo en la comunidad cristiana durante nuestros propios momentos de dolor y sufrimiento.

Quinta Estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz

Simón el Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz, demostrando un acto de compasión y solidaridad. Este encuentro nos llama a ser como Simón, dispuestos a ayudar a nuestros hermanos y hermanas en sus momentos de necesidad, y nos recuerda que el amor y la compasión son fundamentales para seguir los pasos de Jesús.

Sexta Estación: Verónica enjuga el rostro de Jesús

Verónica, con valentía, se acerca a Jesús y enjuga su rostro lleno de sudor y sangre. En este gesto de bondad y compasión, Verónica nos desafía a ser instrumentos de consuelo y amor para los demás, especialmente para aquellos que están sufriendo y necesitados de compasión y apoyo.

Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez

Una vez más, Jesús cae bajo el peso de la cruz. Esta segunda caída nos recuerda la fragilidad de la humanidad y la realidad del sufrimiento en el mundo. Nos desafía a perseverar en nuestra fe y a encontrar fortaleza en Dios incluso en los momentos más oscuros de nuestras vidas.

Octava Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén

En un gesto de compasión, Jesús se dirige a las mujeres de Jerusalén que lloran por Él. Les ofrece palabras de consuelo y les llama a no llorar por Él, sino por sí mismas y por sus hijos. Esta estación nos recuerda la importancia de la compasión y la solidaridad, y nos desafía a trabajar por un mundo donde reinen la justicia y la paz.

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez

Por tercera vez, Jesús cae bajo el peso de la cruz. Esta caída final nos recuerda la debilidad humana y la necesidad de confiar en la fuerza de Dios para levantarnos y seguir adelante. Nos desafía a perseverar en nuestra fe incluso en los momentos más difíciles y a confiar en que Dios está siempre con nosotros.

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

En esta estación, Jesús es despojado de sus vestiduras, dejado expuesto y humillado ante la multitud. Este acto de desnudez nos llama a reflexionar sobre nuestra propia vulnerabilidad y a recordar la importancia de la dignidad humana y el respeto mutuo.

Undécima Estación: Jesús es clavado en la Cruz

Jesús es clavado en la cruz, sufriendo un dolor indescriptible por amor a la humanidad. Este acto de sacrificio nos desafía a considerar el costo del amor verdadero y nos llama a comprometernos con el servicio desinteresado y el sacrificio por el bien de los demás.

Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz

Jesús exhala su último aliento y muere en la cruz por la redención de la humanidad. Este acto de amor supremo nos invita a contemplar la profundidad del amor de Dios por nosotros y a comprometernos a seguir su ejemplo de amor y sacrificio en nuestras propias vidas.

Decimotercera Estación: Jesús es bajado de la cruz y entregado a su Madre

El cuerpo de Jesús es descendido de la cruz. Este momento revela la humanidad de Jesús en toda su fragilidad y vulnerabilidad. El cuerpo de Jesús, ahora sin vida, es entregado a sus seguidores más cercanos, quienes lo reciben con dolor y tristeza. Esta estación nos recuerda la realidad de la muerte y la importancia de enfrentarla con humildad y aceptación, confiando en la promesa de la vida eterna que viene a través de la resurrección de Cristo.

Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado en el Sepulcro

El acto de sepultura completa el ciclo de la Pasión y Muerte de Jesús, y nos invita a reflexionar sobre el significado más profundo de su sacrificio. Jesús, el Hijo de Dios, se entrega completamente por la humanidad, experimentando la muerte física para redimirnos del pecado y abrirnos las puertas de la vida eterna. La sepultura de Jesús nos recuerda que su muerte no es el final de la historia, sino el comienzo de una nueva vida, y nos da esperanza de que, así como Cristo resucitó de entre los muertos, también nosotros participaremos en su resurrección y vida eterna.

Compartir

Comienza el Triduo Pascual con la Cena del Señor: “Él nos indica que amar de verdad es servir al prójimo”

29 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

A las 18 h. ha comenzado la celebración de la Cena del Señor de este Jueves Santo, que ha presidido nuestro Obispo D. Casimiro en la S.I. Catedral de Segorbe. Es el primer día del Triduo Pascual, en los que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo: Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo. Son los días del año litúrgico que concentran los momentos más importantes del cristianismo.

.

.

.

Jesús nos deja el mandamiento nuevo de amor: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros”. Es el día de la Caridad, en el que tiene lugar uno de los más grandes símbolos del amor de Dios. Justo en la noche de la traición, Jesús, Dios hecho hombre, en un gesto de absoluta humildad se arrodilla y lava los pies de los apóstoles, porque quiere que conozcan su misericordia, su amor y su perdón, y quiere mostrarles lo que espera que hagan después de que Él se haya ido, un entregarse continuo y total a los demás, viviendo diariamente el amor al prójimo.

.

.

.

Tras ello se sientan en torno a la mesa para celebrar la Pascua. Jesús parte el pan y dice: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por nosotros”. Y lo mismo con el cáliz: “Este es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre”. Es la Última Cena en la que instituye la Eucaristía, corazón de la vida cristiana y sacramento que nos alimenta, nos congrega y nos reúne.

.

.

.

Jesús también les entrega la potestad de hacer en su nombre lo que Él acaba de realizar y, diciendo “haced esto”, instituye el Sacramento del Orden sacerdotal. Recordemos que sin sacerdotes no hay Eucaristía, y sin Eucaristía no hay Iglesia.

.

.

.

En la homilía, el Obispo ha resumido esta celebración en cuatro palabras: Pascua, Eucaristía, sacerdocio y mandamiento nuevo del amor. “Jesús se ha reunido con sus apóstoles para celebrar la Pascua”, conmemorando el paso del Señor para liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto y establecer una alianza. Elige la celebración de esta fiesta “para anticipar su Pascua, su paso de este mundo al Padre a través de la muerte para liberar a la humanidad del pecado y de la muerte para establecer la nueva y definitiva alianza”.

.

.

.

En la Cena “Jesús instituye la de Eucaristía, el sacramento que perpetúa su sacrificio y ofrenda en la cruz por todos los tiempos”, ha explicado D. Casimiro. “Desde aquel Jueves Santo, la Iglesia, que nace del misterio pascual de Cristo, vive de la Eucaristía y sigue celebrándola hasta que vuelva el Señor”, ha señalado.

.

.

Hoy “recordamos y agradecemos también al Señor el don del sacerdocio ordenado”, que es inseparable de la Eucaristía. A sus apóstoles les da la tarea de celebrar en su nombre la Eucaristía, de modo que “pronunciando en su nombre las palabras que Él pronuncia en la Última Cena, pueden transformar el pan en su cuerpo y el vino en su sangre”. El Obispo ha exhortado a valorar “el gran don que nos hace el Señor a través de los sacerdotes” y, del mismo modo, ha animado a “suscitar, acoger y acompañar a aquellos que sienten la llamada al sacerdocio ordenado”.

.

.

.

Finalmente, “esta tarde el Señor los deja en herencia al mandamiento nuevo del amor”. De ahí el gesto del lavatorio de los pies. “Él mismo Dios se abaja, se postra, y asume una tarea propia de esclavos para lavar los pies de sus discípulos”. Con este gesto “el Señor nos indica que amar de verdad es servir al prójimo. Es ponerse de rodillas ante él, es abajarse, es ser humildes, es servir y perdonar”.

.

.

.

Compartir

Celebraciones de la Diócesis en la Semana Santa 2024

26 de marzo de 2024/0 Comentarios/en Noticias destacadas/por obsegorbecastellon

Estas son las celebraciones litúrgicas de la Diócesis de Segorbe-Castellón en la Semana Santa 2024 que estarán presididas por nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente:

28 de marzo | Jueves Santo

18:00 h. Misa de la Cena del Señor en la S.I. Catedral, Segorbe.

22:00 h. Procesión Penitencial de las cofradías de la ciudad de Segorbe.

29 de marzo | Viernes Santo

08:00 h. Vía Crucis, desde la Capilla de la Purísima hasta la Basílica del Lledó, Castellón.

10:00 h. Vía Crucis, que iniciará y concluirá en la S.I. Catedral, Segorbe.

11:00 h. Ejercicio de las Siete Palabras en la S.I. Catedral, Segorbe.

17:00 h. Celebración de la Pasión del Señor en la S.I. Catedral, Segorbe.

20:00 h. Procesión del Santo Entierro, que iniciará y concluirá en la S.I. Catedral, Segorbe.

30 de marzo | Sábado Santo

22:00 h. Solemne Vigilia Pascual en la S.I. Catedral, Segorbe.

31 de marzo | Domingo de la Pascua de Resurrección

10:30 h. Eucaristía de la Pascua de Resurrección en la S.I. Catedral, Segorbe.

12:00 h. Procesión del Encuentro en Segorbe.

Compartir
Página 3 de 16‹12345›»
Search Search
Lo más leído
  • El Obispo de la Diócesis nos exhorta a «abrir nuestro...16 de octubre de 2021 - 13:25
  • El Obispo inicia mañana, en La Vall d´Uixó, una tanda...18 de octubre de 2021 - 14:13
  • Inscríbete en la Jornada diocesana del Primer Anuncio:...3 de octubre de 2023 - 10:58
  • Ciento cincuenta fieles de nuestra diócesis asisten a la...10 de septiembre de 2019 - 09:53
Lo último
  • La Diócesis acompaña a 23 parejas en su camino hacia el...13 de mayo de 2025 - 11:00
  • “El Papa Francisco y el trabajo”, en el XXX aniversario...13 de mayo de 2025 - 10:43
  • Cáritas Diocesana organiza una mesa redonda sobre la problemática...12 de mayo de 2025 - 13:36
  • “Portadores de Esperanza”: los Equipos de Nuestra Señora...12 de mayo de 2025 - 09:42
Comentarios
  • EmilioSiempre en comunión con D.Casimiro López Llorente, mis...7 de mayo de 2025 - 17:00 por Emilio
  • AgustinaSiempre por la vida!!! Todo por esos bebés y sus mamás!!! Fuerza...27 de marzo de 2025 - 09:09 por Agustina
  • EDUARD FONTRODONA VENDRELLSoy un Ingeniero, ya jubilado, felicito a la Diócesis de...18 de febrero de 2025 - 19:19 por EDUARD FONTRODONA VENDRELL
  • vilar aliagaMe parecieron perfectas, exactas y más si cabe en este...28 de enero de 2025 - 10:27 por vilar aliaga
Etiquetas
Año jubilar 775 años sede Segorbe carta obispo Castellón catedral de segorbe Concatedral de Santa María Conferencia Episcopal Española coronavirus cuaresma cáritas cáritas diocesana eucaristía Fondo Diocesano ante el Covid-19 La Hoja mater dei navidad Obispo Papa Francisco segorbe Semana Santa vila-real

Siguenos

  • facebook
  • twitter
  • instagram
  • youtube

Diócesis Segorbe-Castellón

Diócesis Segorbe-Castellón
Toda la información de la Iglesia de Segorbe-Castellón en la semana del cónclave y de la elección de León XIV como Papa
Castellón ha vivido un fin de semana repleto de fervor y tradición en honor a su patrona, la Mare de Déu del Lledó, con motivo de su fiesta principal. Los actos litúrgicos y festivos han contado con una alta participación de fieles, entidades sociales, culturales y representantes institucionales de la ciudad, en un ambiente marcado por la devoción mariana y la alegría pascual.
Programa "El Espejo de Segorbe-Castellón" del 02.05.2025 en COPE Castellón
Ver más... Suscribirse

SegorbeCastellón Seguir

•Cuenta oficial de la Diócesis de Segorbe-Castellón •YT https://t.co/X3e2AUwG4v… •IG https://t.co/2WsUUxB95k…

segorbecastello
segorbecastello SegorbeCastellón @segorbecastello ·
12 May 2024

#JornadaMundialdelasComunicacionesSociales

📄✍️ Hoy se celebra la 58º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. «#InteligenciaArtificial y sabiduría del corazón: para una comunicación plenamente humana» es el tema que propone @Pontifex_es 💻❤️

Responder en Twitter 1789571078366597300 Retuitear en Twitter 1789571078366597300 Dar me gusta en Twitter 1789571078366597300 Twitter 1789571078366597300
segorbecastello SegorbeCastellón @segorbecastello ·
12 May 2024

#CartaDelObispo #MayoMesDeMaria

💐🙏 El Obispo nos exhorta, en su carta semanal, a contemplar a la Virgen e imitarla en su fe, esperanza y caridad, porque ella dirige siempre nuestra mirada hacia Jesús; y nos ofrece y nos lleva a Cristo ✝️

Responder en Twitter 1789568711168233927 Retuitear en Twitter 1789568711168233927 Dar me gusta en Twitter 1789568711168233927 Twitter 1789568711168233927
Load More

Facebook

Diócesis de Segorbe-Castellón

7 días atrás

Diócesis de Segorbe-Castellón
📬 El Papa Francisco felicitó a D. Casimiro por sus bodas de oro sacerdotales en una carta fechada el 31 de marzo y recibida el 6 de mayo. En ella, el Santo Padre expresaba su gratitud por “su ministerio de servicio a la comunión en el pueblo santo de Dios” y le impartía su bendición⛪🙏 ... Ver másVer menos

El Papa Francisco felicitó a D. Casimiro por sus bodas de oro sacerdotales: "Con gratitud por su ministerio de servicio a la comunión" - Obispado Segorbe-Castellón

acortar.link

El Papa Francisco felicitó al Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, con motivo de sus bodas de oro sacerdotales, que celebró el pasado 6
Ver en Facebook
· Compartir

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedIn Compartir por correo electrónico

Listado

  • mayo 2025
  • abril 2025
  • marzo 2025
  • febrero 2025
  • enero 2025
  • diciembre 2024
  • noviembre 2024
  • octubre 2024
  • septiembre 2024
  • agosto 2024
  • julio 2024
  • junio 2024
  • mayo 2024
  • abril 2024
  • marzo 2024
  • febrero 2024
  • enero 2024
  • diciembre 2023
  • noviembre 2023
  • octubre 2023
  • septiembre 2023
  • agosto 2023
  • julio 2023
  • junio 2023
  • mayo 2023
  • abril 2023
  • marzo 2023
  • febrero 2023
  • enero 2023
  • diciembre 2022
  • noviembre 2022
  • octubre 2022
  • septiembre 2022
  • agosto 2022
  • julio 2022
  • junio 2022
  • mayo 2022
  • abril 2022
  • marzo 2022
  • febrero 2022
  • enero 2022
  • diciembre 2021
  • noviembre 2021
  • octubre 2021
  • septiembre 2021
  • agosto 2021
  • julio 2021
  • junio 2021
  • mayo 2021
  • abril 2021
  • marzo 2021
  • febrero 2021
  • enero 2021
  • diciembre 2020
  • noviembre 2020
  • octubre 2020
  • septiembre 2020
  • agosto 2020
  • julio 2020
  • junio 2020
  • mayo 2020
  • abril 2020
  • marzo 2020
  • febrero 2020
  • enero 2020
  • diciembre 2019
  • noviembre 2019
  • octubre 2019
  • septiembre 2019
  • agosto 2019
  • julio 2019
  • junio 2019
  • mayo 2019
  • abril 2019
  • marzo 2019
  • febrero 2019
  • enero 2019
  • diciembre 2018
  • noviembre 2018
  • octubre 2018
  • septiembre 2018
  • agosto 2018
  • julio 2018
  • junio 2018
  • mayo 2018
  • abril 2018
  • marzo 2018
  • febrero 2018
  • enero 2018
  • diciembre 2017
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • septiembre 2017
  • agosto 2017
  • julio 2017
  • junio 2017
  • mayo 2017
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • enero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • octubre 2016
  • septiembre 2016
  • agosto 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • febrero 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • julio 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012
  • octubre 2012
  • septiembre 2012
  • julio 2012
  • junio 2012
  • mayo 2012
  • abril 2012
  • marzo 2012
  • febrero 2012
  • enero 2012
  • diciembre 2011
  • noviembre 2011
  • octubre 2011
  • septiembre 2011
  • agosto 2011
  • julio 2011
  • junio 2011
  • mayo 2011
  • abril 2011
  • marzo 2011
  • febrero 2011
  • enero 2011
  • diciembre 2010
  • noviembre 2010
  • octubre 2010
  • septiembre 2010
  • julio 2010
  • junio 2010
  • mayo 2010
  • abril 2010
  • marzo 2010
  • febrero 2010
  • enero 2010
  • diciembre 2009
  • noviembre 2009
  • octubre 2009
  • septiembre 2009
  • julio 2009
  • junio 2009
  • mayo 2009
  • abril 2009
  • marzo 2009
  • febrero 2009
  • enero 2009
  • diciembre 2008
  • noviembre 2008
  • octubre 2008
  • septiembre 2008
  • agosto 2008
  • julio 2008
  • junio 2008
  • mayo 2008
  • abril 2008
  • marzo 2008
  • febrero 2008
  • enero 2008
  • diciembre 2007
  • noviembre 2007
  • octubre 2007
  • septiembre 2007
  • julio 2007
  • junio 2007
  • mayo 2007
  • abril 2007
  • marzo 2007
  • febrero 2007
  • enero 2007
  • diciembre 2006
  • noviembre 2006
  • octubre 2006
  • septiembre 2006
  • agosto 2006
Obispado Segorbe-Castellón - Enfold WordPress Theme by Kriesi
  • Link to X
  • Link to Facebook
  • Link to Instagram
  • Link to Youtube
  • Política de privacidad
  • Vaticano
  • Noticias Vaticano
  • Conferencia Episcopal
  • Agencia SIC
  • Caritas
  • Contactar
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba

Esta web utiliza 'cookies' propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Pulsando en "aceptar" consientes el uso de todas las cookies, pero puedes cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento.

Aceptar todasOcultar notificaciónConfiguración

Cookies y configuración de privacidad



Como usamos las cookies

Como la mayoría de los servicios en línea, nuestro sitio web utiliza cookies propias y de terceros para varios propósitos. Las cookies de origen son principalmente necesarias para que el sitio web funcione correctamente y no recopilan ninguno de sus datos de identificación personal.

Las cookies de terceros utilizadas en nuestros sitios web se utilizan principalmente para comprender cómo funciona el sitio web, cómo interactúa con nuestro sitio web, mantener nuestros servicios seguros, proporcionar anuncios que sean relevantes para usted y, en general, brindarle una mejor y mejor experiencia del usuario y ayudar a acelerar sus interacciones futuras con nuestro sitio web.

Cookies Necesarias

Algunas cookies son esenciales para que pueda experimentar la funcionalidad completa de nuestro sitio. Nos permiten mantener las sesiones de los usuarios y prevenir cualquier amenaza a la seguridad. No recopilan ni almacenan ninguna información personal. Por ejemplo, estas cookies le permiten iniciar sesión en su cuenta y agregar productos a su carrito y pagar de forma segura.

Respetamos completamente si desea rechazar las cookies, pero para evitar preguntarle una y otra vez, permítanos almacenar una cookie para eso. Puede optar por no participar en cualquier momento u optar por otras cookies para obtener una mejor experiencia. Si rechaza las cookies, eliminaremos todas las cookies establecidas en nuestro dominio.

Le proporcionamos una lista de las cookies almacenadas en su computadora en nuestro dominio para que pueda verificar lo que almacenamos. Por razones de seguridad, no podemos mostrar ni modificar cookies de otros dominios. Puede comprobarlos en la configuración de seguridad de su navegador.

Cookies para Google Analytics

Estas cookies almacenan información como el número de visitantes al sitio web, el número de visitantes únicos, qué páginas del sitio web se han visitado, la fuente de la visita, etc. Estos datos nos ayudan a comprender y analizar qué tan bien funciona el sitio web y donde necesita mejorar.

Si no desea que rastreemos su visita a nuestro sitio, puede deshabilitar el rastreo en su navegador aquí:

Otros servicios externos

También utilizamos diferentes servicios externos como Google Webfonts, Google Maps y proveedores de video externos. Dado que estos proveedores pueden recopilar datos personales como su dirección IP, le permitimos bloquearlos aquí. Tenga en cuenta que esto podría reducir considerablemente la funcionalidad y la apariencia de nuestro sitio. Los cambios entrarán en vigor una vez que vuelva a cargar la página.

Google Webfont:

Google Maps:

Google reCaptcha:

Vimeo and Youtube videosembeds:

Política de Privacidad

Puede leer sobre nuestras cookies y la configuración de privacidad en detalle en nuestra Página de Política de Privacidad.

Política de privacidad
Aceptar la configuraciónOcultar notificación
Open Message Bar Open Message Bar Open Message Bar