Finalmente la lluvia no ha sido impedimento para que las calles de Castellón se llenaran de cientos de personas para celebrar la procesión del Corpus Christi, la fiesta mayor de los católicos, como la ha definido Mons. Casimiro López al inicio de su homilía, “salimos en procesión no sólo para tirarle pétalos de flores, sino para celebrar y compartir que Jesucristo se queda en la Eucaristía”, ha afirmado.
Unas mil personas han repleto la Concatedral de Santa María en la misa. Y a los 200 niños que han comulgado este año por primera vez, el obispo les ha alentado a que no sea la primera y la última y les ha animado a ir a misa en familia, “porque la familia que reza unida, permanece unida”. Leer más