¿Y después de la primera comunión?
Queridos diocesanos:
En la mayoría de las parroquias se acaban de celebrar las primeras comuniones. Nuestro corazón se enternece y alegra cada vez que vemos a los niños y niñas acercarse a recibir por primera vez a Jesús en la Eucaristía con alegría y entusiasmo. Para la mayoría de ellos, el día de su primera Comunión ha sido largamente esperado. A muchos los veremos también participar, alegres y contentos, en la procesión del Corpus arrojando pétalos de flores al paso de la Custodia. Uno desearía que esa alegría no se limitara a ese día, sino que en nuestros niños y niñas permaneciera el deseo y la posibilidad de recibir el Cuerpo de Jesús con frecuencia.