Apertura del Curso Pastoral
Queridos diocesanos:
Estamos comenzando un nuevo curso, también en la vida y misión de nuestra Iglesia diocesana, en sus servicios diocesanos, en sus comunidades parroquiales y religiosas, en sus movimientos, asociaciones y grupos. Al reemprender las tareas pastorales he convocado a todos cuantos formamos la porción del Pueblo de Dios, que es nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón, a una Jornada diocesana de Apertura del Curso pastoral. Tendrá lugar, Dios mediante, el sábado 27 de septiembre. Como digo en la carta-convocatoria todos los cristianos católicos estáis invitados y convocados.
Alguno podrá pensar y decir con cierta dosis de cansancio y escepticismo: ¡Una reunión más¡ ¿Porqué, pues, esta Jornada diocesana? Pensemos que un nuevo curso es, ante todo, un tiempo nuevo de gracia que Dios nos concede a todos para seguir caminando como Iglesia del Señor en la tarea de vivir y anunciar a Jesucristo y su Evangelio de Salvación. Antes de emprender las nuevas actividades es necesario, pues, orar juntos para escuchar la voz del Señor; y es igualmente oportuno reflexionar juntos sobre el camino que Él nos marca en las circunstancias actuales de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad. Ese camino es el nuevo Plan Diocesano de Pastoral.
Recordemos el pasaje evangélico de la pesca abundante. Los discípulos han estado faenando toda la noche y no han pescado nada. Jesús les invita a remar mar adentro y echar de nuevo las redes. Pedro, a pesar de su queja inicial por la ausencia de pesca, le dirá: “En tu nombre, Señor, echaremos las redes”. ¿Qué es lo que cambia en aquellos hombres que pasan de la queja a echar de nuevo las redes? En el fondo cambia su actitud. Hasta entonces habían pescado en su barca y con sus propias fuerzas. Ahora es el Señor el que lleva el timón de la barca. Y aquellos rudos pescadores pasan de ponerlo todo en sus fuerzas a confiar plenamente en El: ahí está el secreto de la pesca abundante.
Por eso, antes de echar de nuevo las redes, antes de comenzar nuestras actividades es necesario orar, mirar y escuchar juntos al Señor, y, desde El, mirarnos a nosotros mismos. Nos veremos distintos desde los ojos de Dios. Sólo así, aunque estemos cansados y decepcionados, aunque pareciera que no vamos a pescar nada, “por tu Palabra, echaremos las redes”. Ya no será por nuestras solas fuerzas, sino en su nombre. Ya no serán nuestros propios proyectos, sino por su Palabra y sus proyectos. Confiando en su Palabra no sólo percibimos las dificultades, sino también las necesidades y las posibilidades que se nos ofrecen para seguir evangelizando.
Cierto que el “mundo” ofrece actitudes y planteamientos sutiles y hostiles que hacen más impermeable la tierra para la siembra, arraigo y crecimiento de la Buena Noticia. Pero la fuerza está en la Palabra de que somos portadores, no en quienes la llevamos en vasijas de barro. El Señor dirige la barca de nuestra Iglesia, está atento a lo que hacemos en su nombre y lo impulsa con su gracia. El alienta nuestros proyectos y actividades pastorales. Confiemos en Él y en su Palabra.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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