Esperando al Papa
Queridos diocesanos:
En poco más de un mes, el Santo Padre, Benedicto XVI, nos visitará de nuevo. El 6 de noviembre estará en Santiago de Compostela; y al día siguiente en Barcelona dedicará la iglesia y el altar de la Sagrada Familia y rezará el Ángelus en la fachada del Nacimiento.
Esta nueva visita del Papa es para todos los católicos de España un motivo de gozo y de gratitud. A todos, incluso a los que no puedan acompañarle físicamente, nos ofrece la oportunidad de tener una nueva experiencia de fe y de comunión eclesial. No olvidemos que “el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, así de los obispos como de la multitud de los fieles” (LG 23). Vivida con fe y con afecto filial, la estancia del Papa entre nosotros se convertirá en un verdadero acontecimiento de gracia y salvación, que fortalecerá nuestra sintonía espiritual y nuestro afecto filial con el Vicario de Cristo en la tierra.
Disfrutar de la presencia del Papa, escuchar su palabra y mostrarle nuestra unión, afecto y cercanía es, en estos momentos, especialmente necesario para todos en nuestro caminar como cristianos y como Iglesia. Fortalecidos en la comunión eclesial y alentados en la fe, la visita nos impulsará a un renovado compromiso apostólico. Por ello damos gracias a Dios. Y agradecemos al Santo Padre su afecto y cariño hacia nuestra nación y su solicitud pastoral hacia nuestra Iglesia en España.
El Papa viene como peregrino de la fe. Se une así a tantos peregrinos que, a lo largo de la historia y de este Año Santo Compostelano, llegaron a Santiago desde todo el mundo para encontrarse con la tradición apostólica, que fundamenta nuestra fe, y para acogerse a la misericordia, al perdón y a la paz del Señor. En la Catedral de Santiago, el Papa abrazará al Apóstol, amigo y testigo del Señor, que nos trajo el Evangelio y sembró la semilla de nuestra fe cristiana. Como Pastor de la Iglesia Universal, el Papa se encontrará con la Iglesia en España, para rezar a los pies del Apóstol, proclamar la fe del Credo de la Iglesia y celebrar juntos la Eucaristía. Con su presencia y su palabra tanto en Santiago como en Barcelona nos confirmará en la fe para que nos podamos mantener, a pesar de las dificultades, firmes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad. Es la tarea que el Señor encomendó a Pedro y a sus sucesores: “Yo he rogado por ti (Pedro) para que tu fe no desfallezca. Y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos». (Lc 22, 32).
Como el Apóstol Santiago antaño, el Papa viene para anunciar hoy de nuevo a Cristo Resucitado y su Evangelio. Como ha hecho en repetidas ocasiones, nos animará a creer en Jesucristo, el Hijo de Dios, muerto por nuestros pecados y resucitado para que tengamos Vida; y nos invitará a no tener miedo a ser amigos, discípulos y testigos del Señor en la vida personal, matrimonial, familiar, social, laboral o pública. Como acostumbra a hacer, el Santo Padre nos exhortará a no tener miedo a abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo para amarle y ofrecerle toda nuestra vida -pensamientos, palabras y acciones- como ofrenda agradable al Padre y servicio a los hermanos; y a no tener miedo de dar testimonio de Jesucristo con nuestras palabras y nuestras obras, anunciado, con gozo y alegría, el Evangelio de Jesús en medio de la sociedad.
Preparémonos ya para este momento de gracia. Oremos intensamente a Dios por el Santo Padre, y por los frutos espirituales y pastorales de su peregrinación a Santiago y de su presencia en Barcelona.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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