Jornada de oración por la Iglesia en China
24 de Mayo, Fiesta de María Auxiliadora
A todos los fieles de Segorbe-Castellón: Sacerdotes, diáconos, religiosos y seglares
El Santo Padre, Benedicto XVI, en su Carta a los cató1icos de la República Popular China, del pasado 27 de mayo de 2007 (n. 19), manifestó el deseo de que, cada 24 de mayo, tenga lugar una Jornada de Oración por la Iglesia en China. Así lo recordó en la Audiencia General del pasado miércoles, 18 de mayo.
En unión con este ruego del Santo Padre os pido a todos elevar oraciones a Dios por la Iglesia en China este martes, 24 de mayo, Fiesta de María Auxiliadora. Pueden ser oraciones personales o comunitarias introduciendo preces por esta intención en las Misas o en las Laudes o las Vísperas de este día así como en otros actos de piedad como actos eucarísticos o en el rezo del Santo Rosario.
Como el Papa nos decía en la citada Audiencia General: “Durante el tiempo pascual, la liturgia canta a Cristo resucitado de entre los muertos, vencedor de la muerte y del pecado, vivo y presente en la vida de la Iglesia y en las vicisitudes del mundo. La buena noticia del Amor de Dios manifestado en Cristo, Cordero Inmolado, Buen Pastor que da la vida por los suyos, se expande incesantemente hasta los confines de la tierra y, al mismo tiempo, encuentra rechazo y obstáculo en todas partes del mundo. Como entonces, aún hoy, desde la Cruz a la Resurrección”.
En China “como en otros lugares, Cristo vive su pasión. Mientras aumenta el número de cuantos Le acogen como su Señor, por otros Cristo es rechazado, ignorado o perseguido. “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» (Hch 9, 4). La Iglesia en China, sobre todo en este momento, necesita de la oración de la Iglesia universal”. “Para todos los católicos del mundo, rezar por la Iglesia que está en China debe ser un compromiso: esos fieles tienen derecho a nuestra oración, tienen necesidad de nuestra oración”.
“Sabemos por los Hechos de los Apóstoles que, cuando Pedro estaba en la cárcel, todos rezaron con fuerza y obtuvieron que un ángel lo liberase. También nosotros hacemos lo mismo: rezamos intensamente, todos juntos, por esta Iglesia, confiando en que, con la oración, podemos hacer algo muy real por ella”.
“Los católicos chinos, como han dicho muchas veces, quieren la unidad con la Iglesia universal, con el Pastor supremo, con el Sucesor de Pedro. Con la oración podemos obtener para la Iglesia en China que sea una, santa y católica, fiel y firme en la doctrina y en la disciplina eclesial. Esta merece todo nuestro afecto”.
“Sabemos que entre nuestros hermanos obispos hay algunos que sufren y están bajo presión en el ejercicio de su ministerio episcopal. A ellos, a los sacerdotes y a todos los católicos que encuentran dificultades en la libre profesión de fe expresamos nuestra cercanía. Con nuestra oración podemos ayudarles a encontrar el camino para mantener viva la fe, fuerte la esperanza, ardiente la caridad hacia todos e íntegra la eclesiología que hemos heredado del Señor y de los Apóstoles y que se nos ha transmitido con fidelidad hasta nuestros días. Con la oración podemos obtener que su deseo de estar en la Iglesia una y universal supere la tentación de un camino independiente de Pedro. La oración puede obtener, para ellos y para nosotros, la alegría y la fuerza de anunciar y de dar testimonio, con toda franqueza y sin impedimento, a Jesucristo crucificado y resucitado, el Hombre nuevo, vencedor del pecado y de la muerte”.
Hagamos nuestra esta intención de nuestro Santo Padre y recemos intensamente por la Iglesia en China. ¡Que Dios os lo pague”.
Con mi afecto y bendición,
+Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
Castellón de la Palana, 23 de mayo de 2011
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