Nuevas tecnologías: posibilidades y peligros
Queridos diocesanos
El Santo Padre, Benedicto XVI, ha dedicado a las ‘Nuevas tecnologías’ su tradicional Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Como él mismo indica, las nuevas tecnologías digitales establecen nuevas relaciones y deben servir, ante todo, para promover una cultura del respeto, del diálogo y de la amistad.
Las nuevas tecnologías están transformando los modelos de comunicación y de las relaciones humanas, especialmente entre los jóvenes. Las nuevas tecnologías son éticamente neutras; ofrecen muchas posibilidades, pero también entrañan graves peligros. Hemos de aprender a usarlas para el bien. Los nuevos medios tienen un extraordinario potencial, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana. El Papa afirma que “son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables”.
Los teléfonos móviles y los ordenadores, unidos a Internet, han multiplicado los medios para la comunicación instantánea de palabras e imágenes a grandes distancias. En nuestra ‘aldea global’, estos medios facilitan la comunicación y la comprensión entre personas y comunidades, el contacto con los amigos y las nuevas amistades, el contacto entre los miembros de una familia, separados por la distancia, la creación y la búsqueda de información y noticias o la misma investigación.
Todo ello responde a nuestro deseo fundamental de relacionarnos con otros, enraizado en nuestra propia naturaleza humana. A la luz del mensaje bíblico, este deseo es reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia; responde a nuestra condición de seres creados a imagen y semejanza de Dios, el Dios de la comunicación y de la comunión. El ser humano tiene una tendencia innata a ir más allá de sí mismo para entrar en relación con los demás.
Para favorecer el contacto entre las personas, es decisivo cuidar la calidad de los contenidos que se ofrecen en estos medios, mediante un compromiso por promover una cultura de respeto, diálogo y amistad. El primer compromiso en la producción y difusión de contenidos debe ser el respeto de la dignidad y el valor de la persona humana, evitando palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y todo lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos.
Las nuevas tecnologías, posibilitan el diálogo entre personas de diversos países, culturas y religiones; pero se requieren formas honestas y correctas de expresión, además de una escucha atenta y respetuosa; el diálogo debe estar basado en una búsqueda sincera y recíproca de la verdad, que potencie la comprensión y la tolerancia.
Las nuevas tecnologías posibilitan establecer nuevas amistades; pero no se puede banalizar la amistad ni las amistades virtuales pueden ir en detrimento de la familia o de las amistades ‘reales’.
A los católicos, especialmente a los jóvenes, el nuevo mundo digital nos ofrece la posibilidad de ofrecer el Evangelio y el testimonio de nuestra fe para que Jesucristo llegue a todos.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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