Compromiso económico con tu Iglesia
Queridos diocesanos
Nadie dudará que nuestra Iglesia, para realizar la misión que Jesucristo le ha confiado de llevar el Evangelio de palabra y por obra a todos, necesita de la colaboración activa y responsable de todos sus miembros, también de la económica. Sin medios materiales y económicos, la Iglesia no puede llevar a cabo el anuncio del Evangelio, la catequesis, la formación de cristianos adultos, la remuneración de los sacerdotes, la atención pastoral de las parroquias, las obras asistenciales y caritativas, la conservación del patrimonio, el arreglo y construcción de templos y tantas otras cosas.
En mi Visita Pastoral a vuestras comunidades parroquiales en estos ya casi cuatro años, que el Señor me ha concedido ser vuestro Obispo, en todas las parroquias me habéis plateado vuestras necesidades económicas, además de las pastorales; y, en bastantes casos, me habéis pedido ayuda para arreglar vuestras iglesias, para atender a los mayores o para otras necesidades. Sabéis bien, porque así os lo he explicado, que nuestros medios económicos son muy escasos. Sólo con la implicación generosa de todos los fieles, la intercomunicación de bienes y el reparto equitativo de los bienes es posible atender a las necesidades de todos. Siempre ha sido así; nuestra Iglesia se ha financiado fundamentalmente con la aportación de sus fieles.
Hoy os recuerdo que hace unos días ha comenzado el periodo de la declaración de la renta. En ella se nos ofrece la posibilidad de contribuir a la financiación de nuestra Iglesia Católica marcando con una X la casilla correspondiente a la Iglesia católica. De esta forma el 0,7 de nuestros impuestos se asignarán a la Iglesia católica. Al poner la X no se paga más, si la declaración es positiva; y, si es negativa, tampoco se percibe menos en la devolución. No cuesta nada poner la X y hacerlo es un ejercicio de libertad y de responsabilidad. Algo que hemos de hacer siempre, pero aún más cuando diversas plataformas, que sólo quieren debilitar a la Iglesia, están llamando al boicot y a la desaparición de un sistema totalmente democrático. Hay que despertar y ayudar a otros a hacer lo mismo. Depende de la responsabilidad de todos y de cada uno de los que hacen declaración de renta responder a esta campaña poniendo la X. a favor de la Iglesia católica en el impreso. Nos hemos de preocupar personalmente de poner la X o, si nos hacen la declaración de la renta nuestros asesores fiscales, banco o caja, nos hemos de asegurar de que se ponga la X. Es un modo de implicarnos con nuestra Iglesia diocesana y de ayudar a nuestras parroquias, a nuestras cáritas y a tantas otras obras en bien de todos. No dice nada en nuestro favor acercarnos a nuestras parroquias o servicios eclesiales demandando algo, y después eludir esta posibilidad de ayudar a nuestra Iglesia, que tan sólo cuesta poner una X.
La economía de nuestra Iglesia se caracteriza por la austeridad; y pese a ello no podemos llegar a cubrir todas las necesidades de obras de restauración, de nuevos templos o de otros servicios pastorales. Muchas cosas tienen que esperar. Nuestra economía depende de todos y cada uno de nosotros; cuanto más se reciba, más se podrá dar. Nuestra Iglesia no lo recibe para enriquecerse sino para cumplir su misión, que es la misión de todos los que la formamos y beneficia a todos sus miembros y también a la sociedad entera.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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