Llucena celebra a sus patronos San Miguel y San Hermolao y homenajea a su octogenario sacristán
Los fieles de Llucena han celebrado con mucha intensidad dos de sus jornadas más emotivas y principales de las que tienen lugar a lo largo del año: la festividad del copatrono San Miguel, Arcángel; y la del patrono y mártir, San Hermolao.
La primera de ellas tuvo lugar el domingo 29 de septiembre, con la celebración de San Miguel; y que se inició con un volteo general de campanas, que anunció la solemnidad del día. Después, tuvo lugar la eucaristía en honor al arcángel cuya nota musical corrió a cargo del guitarrista Juan Bautista Valverde y de la cantante, Lucía Grao.
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En la homilía el párroco, mosen Héctor Gozalbo, puso en valor la figura de San Miguel recordando que «también nosotros estamos llamados a luchar y a poner a nuestros pies el mal de este mundo. Sólo con amor y perdón podremos enfrentarnos a él. Nunca con las mismas armas del demonio». Y concluyó: «ojalá nuestro combate ante las maldades que nos acechan cada día se libre con las armas de la luz y la verdad».
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Al final de la misa, las reinas y las damas de honor quisieron tener un detalle con la parroquia y le entregaron al sacerdote un sobre con un donativo de 300 euros, para contribuir con la restauración de piezas del museo parroquial. A continuación, tuvo lugar la solemne procesión con mucha participación de fieles.
Los quintos de este año y algún joven más de Llucena portaron al arcángel por las principales calles del municipio con el acompañamiento de la Unió Musical Llucenenca. A la llegada al templo se cantaron los gozos en honor a San Miguel. El alcalde David Monferrer, los miembros de la corporación municipal y las reinas mayor (Laura Nebot Balaguer) e infantil (Lola Felis Nebot) y sus respectivas cortes de honor participaron en los actos religiosos.
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La segunda jornada religiosa de las fiestas patronales estuvo dedicada al mártir, San Hermolao. Numerosos fieles participaron también en la eucaristía que tuvo lugar en el templo parroquial y que estuvo presidida por el párroco y concelebrada por seis sacerdotes.
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La predicación de la homilía corrió a cargo del cura encargado de Eslida y Ahín, Jon Solozábal. La parte musical de la celebración la puso también el guitarrista Juan Bautista Valverde y la cantante Lucía Grao. Tras la eucaristía tuvo lugar la solemne procesión con la imagen del patrono por las principales calles del municipio. También con el brazo relicario del santo que desde el año 1540 se venera en el municipio. La Unió Musical Llucenenca participó también en la procesión.
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No faltaron ni el alcalde David Monferrer ni tampoco los miembros de la corporación municipal. Así como las reinas y damas de la corte de honor. A la llegada al templo se cantaron los gozos en honor a Hermolao que fueron compuestos el pasado año 2023 por mosén Vicent Gimeno Estornell, para una ocasión tan especial como esta.
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Tras el acto religioso el ayuntamiento de Llucena homenajeó a los octogenarios en el templo parroquial, con la entrega de un pin conmemorativo y un diploma. Un gesto que recibieron por parte de las representantes de las fiestas y de los miembros de la corporación municipal. El alcalde puso en valor el legado de los mayores y recordó que «todo lo que somos y hemos sido es gracias a ellos». Y concluyó: «son nuestra herencia y una parte muy importante del municipio de Llucena que debemos cuidar y respetar».
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El consistorio homenajeó a 21 personas, algunas de ellas en su casa, puesto que por problemas de movilidad no pudieron acercarse al templo. Entre estas, a la centenaria Alegría Fabra, una de las vecinas más longevas, que recibió la visita de los representantes municipales.
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Homenaje destacado
Entre los homenajeados hay que destacar la figura del sacristán de la parroquia, Pepe Fortanete; que recibió un cálido y largo aplauso de todos los vecinos. Tanto el alcalde como el párroco destacaron «la entrega y servicio desinteresado de una persona que ha dedicado toda su vida colaborando y ayudando, día a día, en las obligaciones de la iglesia local».
Por eso, las juntas parroquiales y otras entidades locales quisieron entregarle una placa de cerámica de l’Alcora con una emotiva dedicatoria, grabada con la imagen del copatrono de Llucena, San Miguel Arcángel. Después, todas las personas disfrutaron de una comida de fraternidad en los diferentes restaurantes locales.
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