El Consejo Diocesano de Pastoral reflexiona sobre el acompañamiento, la programación pastoral y el Congreso Nacional de Vocaciones
El Consejo Diocesano de Pastoral de la Diócesis de Segorbe-Castellón ha celebrado hoy una nueva reunión en la que se han abordado diversos temas clave para la vida pastoral de la diócesis.

La sesión ha comenzado, puestos en presencia del Señor, con la oración de la mañana, dando paso a continuación a la celebración de la reunión. Tras la aprobación del acta de la sesión anterior, Mons. Casimiro López Llorente, ha ofrecido una reflexión sobre el camino pastoral y evangelizador de la comunidad diocesana, así como sobre los retos y prioridades actuales de la diócesis. En su intervención, ha destacado la necesidad de evaluar, en el ecuador del curso pastoral, la aplicación de la programación diocesana en las parroquias y movimientos, subrayando que este análisis es clave para el fortalecimiento de la labor pastoral.


Uno de los puntos principales abordados ha sido el Congreso Nacional de Vocaciones. Según el Obispo, este evento supone una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la vocación dentro de la Iglesia y cómo ésta debe ser promovida desde una perspectiva más amplia. «No solo se trata de fomentar las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, sino de resaltar la dimensión vocacional de cada cristiano en su llamado a ser presencia del amor de Dios», ha afirmado.

En este contexto, D. Casimiro ha resaltado la importancia de fortalecer la acción misionera en la Diócesis, impulsando iniciativas como la creación de unidades pastorales que permitan una mayor organización y dinamización de la vida eclesial. «Si no hay vitalidad cristiana en nuestras comunidades, no podemos hablar de nueva evangelización», ha advertido, señalando que la verdadera misión de la Iglesia radica en revitalizar las parroquias y movimientos para que sean espacios vivos de fe.

Asimismo, ha hecho hincapié en la vocación universal a la santidad, recordando que todo ser humano está llamado al amor de Dios y que esta llamada se expresa de diversas maneras: en la vocación laical, matrimonial, sacerdotal y en la vida consagrada. En este sentido, ha destacado que sin una base sólida en la fe y el compromiso, las estructuras eclesiales pueden quedarse «vacías» y perder su verdadero propósito evangelizador.

Finalmente, el Obispo ha instado a los miembros del Consejo a asumir con seriedad y compromiso su papel dentro de la Iglesia, recordando que son representantes cualificados de sus parroquias, movimientos y sectores. «De nosotros depende, siempre con la ayuda de la fuerza de lo alto, que nuestra Iglesia sea realmente viva, evangelizadora y misionera», ha concluido.

Con esta reflexión, el Consejo Diocesano de Pastoral continúa su labor de discernimiento y planificación para fortalecer la vida de la comunidad eclesial, asegurando que las acciones emprendidas respondan a las necesidades actuales y al mandato misionero de la Iglesia.
Uno de los puntos centrales de la reunión fue la exposición del Vicario de Pastoral, D. Miguel Abril, quien ha presentado una valoración sobre la aplicación y desarrollo de la programación pastoral del acompañamiento. En su intervención, ha destacado los avances significativos en esta área, resaltando la buena acogida de la carta pastoral de nuestro Obispo en los diferentes grupos parroquiales y el éxito de los talleres formativos presenciales y online. En este sentido, se ha observado la necesidad de equilibrar la carga formativa de los laicos. También ha subrayado la importancia de fortalecer la cultura vocacional y de consolidar la formación en el Primer Anuncio, con el objetivo de hacer de las parroquias comunidades evangelizadoras.

En el transcurso del Consejo, se ha presentado un borrador de la programación pastoral del curso 2025-2026, que llevará por lema «Déjate llevar por el Espíritu y ten fe». Esta nueva propuesta formativa buscará profundizar en la identidad cristiana y en la misión evangelizadora, a través de itinerarios formativos integrales, la formación de formadores y el impulso del Primer Anuncio y el Acompañamiento.

Por último se ha presentado un balance sobre el Congreso Nacional de Vocaciones, celebrado el pasado fin de semana en Madrid bajo el lema «¿Para quién soy yo?». Se ha destacado la participación activa de la Diócesis con 29 representantes, incluido nuestro Obispo. El congreso fue un espacio de reflexión y discernimiento sobre la importancia de fomentar vocaciones laicales, sacerdotales y religiosas, resaltando el papel del acompañamiento y la formación en el proceso vocacional.

El encuentro ha concluido con el compromiso de seguir fortaleciendo la evangelización, el acompañamiento y la formación pastoral, apostando por una Iglesia viva, en comunión y al servicio de la misión.