La calle Alloza de Castellón se vistió ayer de fiesta para celebrar a San Nicolás de Bari. La pequeña Iglesia que cada lunes acoge a fieles de toda la ciudad que se trasladan hasta el templo para pedir la intercesión del santo por sus intenciones, se quedó ayer más pequeña que nunca, de hecho, decenas de personas tuvieron que seguir la solemne Eucaristía desde la calle.

A primera hora de la mañana, la música de «dolçaina i tabal», así como «els trons de bac» anunciaban la alegría de la fiesta. Los vecinos se volcaron en los preparativos, engalanando la calle y haciendo de anfitriones de todos cuantos se quisieron sumar a la celebración, en la que San Nicolás, fue el auténtico protagonista.

Los días previos han sido de devoción y culto para culminar ayer con la Misa, que estuvo presidida por D. Joaquín Muñoz, párroco de Santa María, y posterior procesión y porrat popular.

La tradición popular lleva a muchos fieles a practicar la devoción de las «caminatas a San Nicolás» según la cual, si se realizan tres caminatas seguidas durante tres lunes consecutivos, el santo otorga un favor. Durante la Misa Mayor celebrada ayer, los clavarios, Paloma Porcar y Pablo Bellmunt repartieron entre los fieles la estampa con las oraciones de los tres lunes consecutivos.