La comunicación y la educación centran la reflexión de la última cita de Testigo Directo
Ayer tarde, Villa Elisa, volvió a congregar a numeroso público, para asistir a la última cita de «Testigo Directo». Un ciclo de análisis y reflexión de temas de debate social desde la perspectiva del humanismo cristiano. Organizado por la ACdP y la Universidad CEU-Cardenal Herrera en colaboración con el Ayuntamiento de Benicàssim y la Parroquia de Santo Tomás, ayer se centró en la comunicación y la educación.
A la cita asistieron el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, y la Alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, que abrieron y cerraron el acto respectivamente. El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, felicitó a los organizadores y agradeció la iniciativa para poner en valor las ideas del humanismo cristiano.
Bieito Rubido, director del periódico digital «El Debate», y José Manuel Amiguet, Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación CEU-UCH, abordaron los los problemas y retos de la comunicación en la sociedad actual, moderados por el periodista, Vicente Farnós.
La primera parte de la charla se centró en diagnosticar la comunicación en el momento actual afirmando que el periodismo tradicional se enfrenta a una gran crisis, dijo Bieito Rubido, frente a las autopistas digitales. Y es que la forma de producir y recibir la información ha cambiado y se propaga a una velocidad de vértigo. Lo que está ocurriendo, matizó «solo es comparable a la invención de la imprenta». El escaso coste económico a la hora de producir la información ha derivado en una gran proliferación de medios digitales que derivará en la desaparición de la prensa de papel.
En este sentido, se apuntaron los factores que han contribuido a la situación actual, destacando la velocidad en la producción y la propagación de la información; la facilidad de acceso; el escaso coste de producción; y la proliferación de medios de comunicación. Todo ello, matizó Bieito Rubido, «ha favorecido que haya bajado el nivel de influencia pues ante la gran oferta de todo tipo, se reduce la capacidad de influir y los medios de comunicación, apuntó «se convierten en medios de colectividades que tienen en común unas mismas ideas».
Desde la perspectiva de la formación de los futuros profesionales de la comunicación, José Manuel Amiguet apuntó que «el reto de la formación pasa por ser capaces de formar criterio para comunicar socialmente», sobre todo en sociedades democráticas como la nuestra en la que constantemente se nos pide que nos posicionemos.
En este sentido, afirmó que quien tiene «la fuente de autoridad y credibilidad es quien tiene mayor capacidad de influir» y, en el momento actual, esa fuente de autoridad no está definida como consecuencia de la multiplicación de los canales por donde fluye la comunicación. De hecho, advirtió, «hoy en día no hay que esperar al informativo de las 15h para conocer la actualidad informativa» pues a través de los dispositivos móviles, no solo se tiene acceso a los medios digitales, sino que las redes sociales y la fuerte interacción que generan hace que la comunicación fluya, influya y manipule, promoviendo al mismo tiempo un cambio de modelo de negocio que se dirige a que primen los intereses ideológicos más que los económicos.
En la segunda parte de la charla se abordó el escenario político actual tras el resultado electoral y el papel que juega la verdad, la posverdad y la irrupcción de las «fake news». Para José Manuel Amiguet «la comunicación social bien entendida no puede partir de la mentira», pero es cierto que la mentira surge ente el exceso de información y la multiplicación de canales y «hay que formarse en comunicación y dedicar tiempo a la información que se recibe». En la misma línea se pronunció el director de el Debate que afirmó que «la verdad vende peor que la mentira porque la verdad incomoda». Así se refirió a la afirmación de Pedro Sánchez, «para quien es mejor decir que la economía va como una moto que contar la verdad». En esta línea, Amiguet sugirió, en alusión al Evangelio de ayer, «que hay que recuperar el lenguaje de las parábolas de Jesús, que responde a un modelo de comunicación capaz de explicar las cosas complejas con un lenguaje muy sencillo».
Respecto a la presencia de los católicos en política sin sentirse amedrentados, Bieito Rubido, consideró que desde la década de los 80 «la derecha sociológica decidió dejar la batalla cultural y de la educación a la izquierda, cuando tanto la comunicación como la educación son las dos grandes locomotoras para formar la opinión». Tanto es así que, recordó las palabras de Benedicto XVI al exhortar a los católicos a no tener vergüenza de su condición de católicos, para afirmar que «los grandes paradigmas culturales se han construido desde la izquierda y a ello ha contribuido la industria audiovisual».
Ambos consideraron que el resultado electoral es «enrevesado y perverso» y que gobernará la coalición de izquierdas porque «los independentistas no han conocido a nadie desde 1976 que haya cedido más que Pedro Sánchez en favor de sus intereses».