Un año para la vida consagrada
En un encuentro con superiores mayores en 2013, el Papa Francisco convocó un año dedicado a la vida consagrada. Este año se extenderá desde el 30 de noviembre de 2014 hasta la fiesta de la Presentación del Señor el 2 de febrero de 2016. El Papa quiere así recordar los cincuenta años de la Constitución «Lumen Gentium», que en su capítulo 6º trata de los religiosos, y del Decreto «Perfectae caritatis» sobre la renovación de la vida religiosa, del Concilio Vaticano II.
Bajo el lema «Evangelio, profecía y esperanza», el Papa ha marcado tres objetivos para este año: a saber, «mirar al pasado con gratitud», «vivir el presente con pasión» y «abrazar el futuro con esperanza». El Papa espera de este año de y para los religiosos que sean testigos de la alegría, que despierten al mundo siendo «exégesis viviente» del Evangelio, que se conviertan en expertos de «comunión y fraternidad», y que salgan de sí mismos para ir a las periferias existenciales, a las personas que han perdido el sentido de la vida y están sedientos de lo divino, que esperan la luz del Evangelio.
Si bien los primeros destinatarios de este año son los mismos religiosos y religiosas, el Papa ha convocado a todo el Pueblo de Dios a que se una a su celebración. La vida consagrada, los distintos institutos con sus respectivos carismas y los mismos consagrados son dones de Dios por la acción del Espíritu Santo a la Iglesia universal y a nuestra Iglesia diocesana así como a toda la sociedad. El mundo y la Iglesia tienen mucho que agradecer a la vida religiosa sea en el ámbito la caridad, de la salud, del arte o de la cultura sea de la intercesión, la predicación, la catequesis, la educación, o del servicio a los pobres y a los enfermos. Por todo ello, este año es una ocasión para que todos los miembros del pueblo de Dios agradezcamos al Señor el don de la vida consagrada, oremos por los consagrados y pidamos a Dios el don de nuevas vocaciones a la vida consagrada.
A lo largo de este año habrá distintas celebraciones. Una de ellas será la Santa Misa a la 6:30 de la tarde en la S.I. Concatedral de Castellón el domingo 1 de febrero, en la víspera de la Fiesta de la Presentación de la Vida Consagrada. Todo el Pueblo de Dios -sacerdotes, religiosos y seglares- estamos convocados e invitados. Hagamos un esfuerzo y unámonos a esta celebración. Mostremos nuestra gratitud a Dios y nuestra cercanía a nuestros religiosos y religiosas. Os espero.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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