La celebración, en pleno impacto social y sanitario de la pandemia, del Día de Personas Sin Hogar que se convoca hoy, 25 de octubre, ha puesto a la luz la realidad de muchas personas sin hogar o de personas que viven en infraviviendas, lugares poco salubres y dignos para poder vivir con cierta seguridad y para quienes es una utopía poder adoptar las medidas de prevención decretadas por las Administraciones.
En este escenario de extrema vulnerabilidad de estas personas ante el virus, se ha elegido un mensaje de impacto para denunciar esta situación: “No tener casa MATA”.
Con este contundente lema se quiere llamar la atención de los poderes públicos y de la ciudadanía sobre los efectos que la falta de una vivienda adecuada supone para miles de personas y familias en nuestro país, donde se estima que cerca de 800.000 hogares y 2,1 millones de personas sufren situaciones de inseguridad en la vivienda (VIII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España).
Como dice D. Casimiro López, Obispo de nuestra Diócesis, “para todo cristiano y para la Iglesia, las personas sin hogar son un llamamiento a nuestra conciencia y una exigencia a dar soluciones justas. En cada personas que carece de hogar, el cristiano debe identificar al mismo Cristo, que nos dice: “Estuve desnudo y no me vestisteis” (Mt. 25,43). En estas palabras se puede ver justamente, en cierto modo, la situación real de las personas sin hogar, en los cuales es necesario ver a Cristo mismo”.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón conoce de primera mano estas situaciones de precariedad extrema. El Servicio de Acogida y Acompañamiento de Cáritas atendió en el 2019 a 1.230 personas, de las que 778 estaban en situación de grave exclusión residencial. De estas personas, 541 se encontraban sin vivienda y 237 en infravivienda o vivienda precaria (alquerías, habitaciones alquiladas, compartiendo vivienda con muchas personas o acogidas temporalmente en casas de conocidos o familiares).
“No tener casa -explica Minerva Saura, responsable del Área de Inclusión de Cáritas Diocesana- tiene significados más profundos que no disponer de un techo donde cobijarse, no tener casa es no tener un hogar, un espacio propio desde donde proyectar la vida, establecer vínculos y relacionarse, un lugar desde donde soñar con un futuro. No tener casa impide que las personas puedan acceder a derechos: sanidad, protección social…En tiempo de pandemia especialmente se hace más visible que no tener casa mata, porque deja a las personas sin la posibilidad de cuidados, de higiene, de protección y expone a las personas sin hogar al contagio del virus”. “De ahí que digamos que “no tener casa mata”, añade.
Algunas propuestas
Cáritas lanza propuestas concretas para avanzar en un escenario de reconstrucción social que tenga especialmente en cuanta a las personas sin hogar.
- Es urgente una ley estatal de garantía de acceso a la vivienda donde se incluyan todas las situaciones de exclusión de residencia y sinhogarismo.
- Es necesario incrementar el esfuerzo realizado por la Administración Pública en materia de rehabilitación y mantenimiento del parque de viviendas, y promoción de vivienda en alquiler social de forma preferencial.
- Definir e implementar una estrategia específica de lucha contra la exclusión residencial/sinhogarismo, basada en un enfoque de derecho humano a la vivienda con dotación presupuestaria adecuada y apoyada en la coparticipación de los distintos niveles administrativos y administraciones.
- Continuar con la medida extraordinaria de paralización de desahucios y desalojos sin alojamiento alternativo en vivienda habitual en alquiler.
Demandas
Junto a estas propuestas, en el marco de la Campaña de Personas Sin Hogar se demanda a las Administraciones Públicas que garanticen una vida digna para todas las personas, recordando que la vivienda es la primera barrera de protección para preservar la salud, la vida y la dignidad. Al mismo tiempo, se lanza un llamamiento a la sensibilidad y veracidad de los medios de comunicación a la hora de informar sobre la situación real en la que viven las personas sin hogar.
Y al conjunto de la sociedad, las entidades convocantes de la Jornada invitan a promover y participar en espacios de trabajo en red con otras entidades sociales, y a velar por un sistema de protección social fuerte que facilite los procesos de inclusión, además de “avanzar hacia una sociedad de los cuidados en la que como comunidad recuperemos como valor principal la solidaridad, la justicia y la empatía”.
Movilizaciones online
Dada la excepcionalidad de la situación socio-sanitaria, este año se restringirán al máximo los actos de movilización ciudadana en los espacios urbanos y se impulsarán acciones online en redes sociales bajo el hashtag #NoTenerCasaMata #NadieSinHogar, que den el protagonismo debido a las personas participantes en los programas y recursos de las entidades sociales.
Desde Cáritas Diocesana se está ofreciendo una serie de testimonios en formato vídeo en donde los y las participantes de los recursos residenciales dan a conocer de primera mano esta realidad de grave exclusión. Podéis seguir estos testimonios en la web y redes sociales: