Coronación de la Virgen de Gracia
Queridos diocesanos:
Este primer domingo de septiembre, la imagen de la ‘Mare de Déu de Gracia’ de Villareal será coronada canónicamente en nombre de su Santidad, Benedicto XVI, y será declarada Patrona de la Ciudad. Son gracias que nos ha concedido el Santo Padre a petición expresa de las cinco Parroquias y del Ayuntamiento de la Ciudad, respectivamente. Deseamos conmemorar así con gratitud, gozo y esperanza el 250 Aniversario del ‘Vot perpetuo del Poble’ en 1757. Aquel año, para reconocer las innumerables gracias recibidas del cielo por intercesión de la Virgen de Gracia, el clero de la iglesia arciprestal y el Ayuntamiento de la Ciudad acordaron que la imagen de la “Mare de Déu de Gracia” sería trasladada desde su ermita hasta la Villa anualmente cada viernes anterior al 1er domingo de septiembre. Este año conmemoramos la efeméride coronándola y declarándola Patrona.
Durante todo un año se ha venido preparando esta celebración. Porque no se trata tan sólo de recordar un hecho del pasado, que es ciertamente historia viva; se trata ante todo de intensificar con este motivo la devoción a la Virgen de Gracia para que, llevados de su mano, nos convirtamos a Dios, nos encontremos con Cristo, su Hijo, y así dejemos que se avive nuestra fe y vida cristiana personal y comunitaria.
Porque coronar a María significa proclamarla Reina nuestra. Y la proclamamos Reina porque es la Madre del Hijo de Dios, el Rey mesiánico: ella nos da a Cristo, nos lo ofrece y nos conduce a Él. María es Reina, por ser la Madre de la Gracia; íntimamente unida a Cristo y colaboradora eminente en su obra redentora, la Virgen es mediadora de todas las gracias. María es Reina, porque, al participar ya plenamente de la gloria de su Hijo al haber sido llevada en cuerpo y alma al final de su vida terrena a los cielos, es aliento en nuestra esperanza. María nos acompaña a los creyentes de todos los tiempos en nuestro peregrinaje por la historia. Si acudimos a ella con fe verdadera y devoción sincera podemos experimentar su protección maternal; por ello la invocamos con confianza, la llamamos bendita entre las mujeres y la proclamamos Reina.
La Virgen de Gracia ha sido en el pasado y sigue siendo hoy para los católicos de Villareal un signo y medio permanente de la bondad de Dios para con todos. Ella, la Madre de Dios, es la madre solícita y amorosa, mediadora de todo don y de toda gracia. Fue la experiencia secular de la cercanía maternal de María, la que condujo al Voto; esta misma experiencia nos mueve hoy a coronar de la imagen de la Virgen de Gracia. Es una pequeña muestra del amor y de gratitud del pueblo de Villareal a la Virgen, ‘la Mare de Déu de Gracia’.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López
Obispo de Segorbe-Castellón
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