"En la familia Martin se estimularon unos a otros a ser santos"

Enrique José Rodríguez de Almeida, capellán del Santuario de Santa Teresita del Niño Jesús (Lisieux)

Después de diez años en misiones, en septiembre de 2018 Enrique José Rodríguez (cb.) recaló en Lisieux (Francia) como capellán del Santuario de Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones. Esta joven santa carmelita, junto con sus padres, San Luis y Santa Celia Martin, y sus hermanas fueron un modelo de familia cristiana en toda circunstancia, también en cómo vivían sus vacaciones.

¿Cómo pasaban las vacaciones la familia Martin?
Los recuerdos más importantes que tenemos son por Historia de un alma de Teresita, aunque ahora se conoce más a través de la correspondencia de la familia. Cuando muere su madre, se trasladaron de Alençon a Lisieux, en casa del tío Isidoro. Él tenía una residencia de verano en Trouville, a unos 20 minutos de coche, en la costa de la Mancha y población balneario de París desde el siglo XIX. Desde Pentecostés ya se trasladaban para participar en la romería de Nuestra Señora de Gracia. Teresita iba con su papá, y cuenta que ahí fue a confiarle a la Virgen su deseo de ser carmelita.

Las peregrinaciones formaban parte de las actividades familiares.
Son grandes devotos de la Virgen. Louis hizo varias peregrinaciones para pedir por la salud de sus hijas. La madre, Celia, tenía en mucha estima a la Virgen de las Victorias, a quien había confiado a su hermano Isidoro mientras estudiaba farmacia. Cuando Luis iba de viaje a la capital como representante de la empresa de bordados de Celia, siempre visitaba esa iglesia. Una vez que Teresa estaba muy enferma, su padre encargó una novena de misas. Mientras, las hermanas rezaban por ella en su cuarto, y fue entonces cuando fue curada milagrosamente y recibió una visita especial de la Virgen. Fue el 13 de mayo de 1883, Solemnidad de Pentecostés. Con ocasión de la peregrinación diocesana a Roma, todos aprovecharon una pausa del tren para ir a rezarle. Teresa dice que para ella es la iglesia más bonita de París.
Luis y Celia Martin fueron canonizados el 18 de octubre de 2015, reconociendo su particular santificación en la vida conyugal y familiar.
Hizo falta que Teresita fuera canonizada para hablar de sus padres, y entonces se vio que también eran santos. Teresita fue santa porque respondió a su llamada a la santidad, pero desde pequeña su madre ya le decía que fuera santa. Y luego está Leonia, que está en proceso y muestra otro modelo de santidad diferente. En definitiva, vemos cómo en la familia se estimularon unos a otros a ser santos. El lema que tenían era el de Santa Juana de Arco: Dios, el primero en ser servido. Y nos enseñan la santidad en la vida ordinaria, haciendo pequeñas cosas con gran amor: educar a tus hijos con gran amor, tu trabajo con gran amor, dialogar y servirse los esposos con gran amor…
¿Cómo se recupera la vida del Santuario tras el confinamiento?
Ha sido una prueba para todos porque ha habido una anulación masiva de grupos y de actividades. Todos hemos estado confinados, pero se ha realizado una gran comunicación por internet, y muchas personas pedían misas y oraciones. Una vez reabierto, de manera progresiva la gente comienza a venir con muchísimas medidas de seguridad.