La parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados de Burriana celebra con una Eucaristía su traslado al antiguo Monasterio de las Dominicas

La iglesia de la Sagrada Familia, antiguo convento de las Madres Dominicas de Burriana, acogió ayer por la tarde una Eucaristía de acción de gracias, presidida por nuestro Obispo D. Casimiro, con motivo del traslado de la parroquia de Ntra. Sra. de los Desamparados a dicho templo. Entre los sacerdotes que concelebraban se encontraba el párroco, D. Miguel Díaz, y el Vicario General, D. Javier Aparici.

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Como indicó el Obispo, entre los feligreses de la parroquia se encontraban las familias que han hecho posible dicho traslado, la Cofradía de la Mare de Déu dels Desemparats, el alcalde y miembros de la corporación municipal, y las reinas falleras de Burriana.

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En la homilía, D. Casimiro dio gracias a Dios por “el misterio pascual que estamos celebrando, la Eucaristía”, y porque Cristo Jesús “ha muerto y ha resucitado para que creyendo en Él tengamos vida, y vida en plenitud”. “Él sale a nuestro encuentro, de manos de la Virgen, para que sintamos que Jesús nos ama, nos sana, nos transforma y nos salva. Fuera de Él no hay futuro ni esperanza”.

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También dio gracias a Dios porque Él “nos ha dado a María, su Madre, como nuestra Madre”. Ella siempre está velando por nosotros, recordó, “para que le recemos, para que le contemos nuestras penas y nuestras alegrías”. La Virgen intercede para que no haya desamparados, “y nos lleva a todos al encuentro con su Hijo”.

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Asimismo, recordó a mossèn Facundo, “que fue el primer párroco de esta parroquia, que trabajó para que este templo fuera también templo parroquial, lo que no fue posible entonces, pero hoy Dios lo hace posible a través de vosotros, porque Él tiene sus tiempos y nunca nos abandona”.

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Tras la celebración eucarística, en la Fiesta de la Virgen de los Desamparados tuvo lugar una Procesión con la imagen de la Mare de Déu por las calles de Burriana.

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