D. Casimiro preside la Misa del Miércoles de ceniza en Segorbe
La Iglesia de Segorbe-Castellón inicia la Cuaresma con la celebración de la Santa Misa de Ceniza que ha tenido lugar esta mañana, en la Catedral de Segorbe y que ha estado presidida por Mons.Casimiro López Llorente. Entorno a la Eucaristía se ha reunido la comunidad educativa de los colegios diocesanos, alumnos y profesores, así como otros fieles que se han sumado a la celebración.
Los cristianos comenzamos hoy el ciclo pascual a través de la Cuaresma que nos prepara para celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor y que después se prolongará durante cincuenta días, hasta Pentecostés. En la Cuaresma nos preparamos para renovar nuestras promesas bautismales en la noche de la Vigilia pascual. se nos llama a andar lo que hemos desandado con nuestros pecados, practicando la penitencia (oración, ayuno y limosna). Son días pues, para convertirnos al Señor, celebrando de manera especial el sacramento de la reconciliación en donde, habiendo confesado nuestros pecados, recibimos la absolución de los mismos, quedando por ello reconciliados con la Iglesia y con Dios.
Tras la proclamación de la Palabra, D. Casimiro ha procedido a homilía, que hoy ha realizado desde el pasillo central de la Catedral, junto a los alumnos a quienes se ha dirigido principalmente. Así ha explicado el sentido de la celebración, poniendo el énfasis en los cuarenta días que Jesús pasa en el desierto «tentado por el demonio para apartarse de la tarea que Dios le había encomendado de anunciar el Evangelio». Así se ha referido a los 40 días que, desde hoy, la Iglesia nos ofrece para prepararnos a la Pascua, «un tiempo de Gracia en que Dios nos muestra que nos quiere y sale a nuestro encuentro para ponerle en el centro de nuestra vida».
Les ha recordado también, en referencia a las lectura proclamadas «la misericordia del Señor que con su amor se abraza a los más pobres, pecadores, necesitados y a aquellos se se han alejado de Él, compadeciéndose e ellos y poniéndose de nuevo a su encuentro». En este tiempo de Cuaresma, ha dicho D. Casimiro, «el Señor nos muestra su amor de una forma más especial y nos anima a acoger el Evangelio en nuestra vida», refiriéndose a la cita con que se impone la ceniza a los fieles en la celebración de hoy: «conviértete y cree en el Evangelio».
En este sentido se ha referido al significado de la palabra conversión, explicando ante los alumnos que, a veces, «andamos un poco despistados y Dios cuenta poquito en nuestra vida» y, por ello, hoy se nos pide que «volvamos la mirada a Él dejándonos abrazar por su amor misericordioso y creer de verdad en el Evangelio y que es la buena noticia de Dios para cada uno de nosotros».
Para todo ello, ha explicado, hoy el Señor nos propone tres caminos: «el ayuno, la oración y la limosna». No se trata solo de no comer o de abstenerse de comer carne los días establecidos, les ha dicho el Obispo, «sino sobre todo, que el gesto de prescindir de la comida nos lleve a prescindir todas aquellas cosas en las que hemos puesto nuestra seguridad y nuestra confianza y que apartan nuestro corazón de Dios» refiriéndose, en concreto, a aquellas cosas que los niños, adolescentes y jóvenes ponen en primer lugar (juegos, móviles y televisión). En este sentido les ha recordado también a todos aquellos que no tienen lo mínimo para vivir, invitándoles a practicar la limosna y la oración, haciéndose el propósito durante esta Cuaresma «para que ningún día falte la oración en nuestra vida y hacer alguna obra de caridad con el prójimo».
Durante la celebración se ha procedido a la imposición de las cenizas.
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