Eucaristía de acción de gracias por el 350 Aniversario del Convento de Carmelitas Descalzas de Caudiel
Ayer tuvo lugar la Eucaristía de acción de gracias por el 350 Aniversario del Convento de Carmelitas Descalzas de Caudiel (21 de octubre de 1671 – 21 de octubre de 2021), presidida por nuestro Obispo, D. Casimiro. Con esta celebración se concluyeron todos los actos de conmemoración que se han llevado a cabo entre los días 17 y 24 de octubre.
Los fieles de Caudiel, el Alcalde, D. Antonio Martínez, así como los benefactores quisieron acompañar a la comunidad de Madres Carmelitas en este día tan significativo para ellas. Como explicó el Obispo, era “una Eucaristía de acción de gracias por el pasado, que nos ayuda a vivir el presente y así afrontar el futuro de este Convento con esperanza”. Acompañó el Coro de la Catedral-Basílica de Segorbe y D. Augusto Belau al órgano.
Además, concelebraron varios sacerdotes: el Delegado diocesano para la Vida Consagrada, D. Joaquín Guillamón; el Arcipreste de Jérica, D. Alexander Alzate; el Arcipreste de Segorbe, D. Federico Caudé; D. José Cebrián, Canónigo del Cabildo Catedral de Segorbe; D. Ángel Cumbicos, Secretario Particular; D. Héctor Gozalbo, Delegado diocesano para las Comunicaciones Sociales; y D. Tomás Tomás, que ha sido capellán del Convento durante muchos años.
“Lo primero que tenemos que hacer es – dijo D. Casimiro en la homilía – “dar gracias a Dios por estos 350 años de existencia de este Monasterio, y de presencia en Caudiel del carisma de Santa Teresa de Ávila durante todo este tiempo”. Recordó también al fundador del Monasterio, “D. Pedro Miralles, que después de ciertas dificultades comenzó su andadura en octubre de 1671”, cuando acudieron las primeras monjas. También a todos aquellos que, a lo largo de todos estos años, han contribuido y ayudado, de una manera u otra, al Convento y a la comunidad.
Pero “tenemos el peligro de quedarnos mirando al pasado”, advirtió, pues todos los aniversarios que estamos celebrando, así como los 775 años de la sede episcopal en Segorbe, “nos debe llevar a mirar nuestro presente”, “si queremos que Dios siga presente en nuestra historia debemos examinar en que medida acogemos ese legado, y si lo dejamos reavivar para seguir caminando como Iglesia peregrina del Señor”.
El Obispo resaltó cuatro notas de la carta del Papa Francisco al Obispo de Ávila con motivo de la apertura del Año Jubilar Teresiano. “Para seguir las huellas de la Santa Madre es necesario vivir la alegría, desde la oración, haciendo fraternidad, en el mundo que nos toca vivir”. “La verdadera alegría brota de la santidad – indicó – porque brota de Dios mismo”, y “una santa triste es una triste santa, una monja triste es una triste monja”. Exhortó a las Hermanas a “mantener la alegría de vuestra vocación, en el día a día, para que realmente podáis ser faro luminoso en un mundo relativista”.
En segundo lugar, “donde se ha de alimentar esa alegría es en la oración, que es estar con Dios sabiendo que nos ama, para sentir su presencia y su amor”, “esa es la fuente de la alegría de todo cristiano”. La oración, debemos hacerla “desde el Señor, que se acerca al que sufre, al pobre, al necesitado de su sanación y de su cuidado”.
En tercer lugar, explicó, “la fraternidad desde aquel que nos une, que es Cristo Jesús Eucaristía, que es la fuente de la verdadera fraternidad”, y para ello son necesarias tres cosas, “amarse unos a otros como el Señor nos ama, desasirse de lo que se tiene, de los egoísmos, de querer estar siempre en el centro, y sobre todo mucha humildad para reconocer al otro como un don de Dios, y para reconocer nuestra faltas y pecados”.
Por último, “viviendo la realidad que nos toca vivir”. “El hecho de que viváis en la clausura no significa que olvidéis el mundo y sus necesidades, y las de nuestra Iglesia, y para ello debéis rogar al Señor”, les dijo.
Tras la celebración de la Eucaristía se presentó el libro “Convento de Monjas Carmelitas Descalzas Ntra. Sra. de Gracias y San José de la Villa de Caudiel”, que se acaba de publicar desde la Delegación de Patrimonio de la Diócesis con motivo de este Aniversario, con textos de D. David Montolío y de Dña. Sonia Cercós.
Este libro estará disponible en la papelería Agua Limpia de Segorbe y en el Palacio Episcopal de Castellón. Los donativos recaudados irán destinados al Convento y a las necesidades de la comunidad.