Agradecer y vivir nuestro bautismo
Queridos diocesanos:
En la Fiesta del Bautismo de Jesús, este domingo,7 de enero, con la que concluye el tiempo de Navidad, revivimos el bautismo de Jesús a orillas del río Jordán de manos de Juan Bautista. Jesússe deja bautizar como uno más por Juan y transforma el gesto deeste bautismo de penitencia en una solemne manifestación de su divinidad. «Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:Tú eres mi Hijo amado, mi preferido» (Mc 1, 11). Son las palabras de Dios-Padre que nos muestra a Jesús como su Hijo unigénito, su Hijo amado y predilecto, al inicio de su vida pública: Jesús es el Cordero que toma sobre sí el pecado del mundo y que ahora comienza públicamente su misión salvadora; Él es el enviado por Dios para ser portador de justicia, de luz, de vida y de libertad. En el Jordán se abre una nueva era para toda la humanidad. Este hombre,aparentemente igual a todos los demás, es Dios mismo, que viene para liberar del pecado y dar el poder de convertirse «en hijos de Dios, a los que creen en su nombre; los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nacieron de Dios” (Jn 1, 12-13).