Vivir la Cuaresma de la mano de los cinco «viernes solidarios»
Propuesta de la Coordinadora de Acción Católica General
A partir del próximo viernes, 3 de marzo, la Coordinadora de Acción Católica General, nos invita a vivir la Cuaresma a través de los cinco «Viernes Solidarios». El objetivo es vivir este tiempo como una experiencia de profundo y sincero encuentro con Jesucristo y con los hermanos.
Este año nos invitan a afrontarlo desde las múltiples crisis y necesidades que estamos sufriendo. Los temas de reflexión serán: la atención sanitaria, el cuidado del planeta salvaguardando la creación de Dios, la crisis energética, las guerras; y el cuidado de la vida.
A todo ello añaden el «gesto solidario» que tiene como fin estar más unidos a Cristo y más identificados con los colectivos más vulnerables. La propuesta viene de la mano del ayuno, la limosna y la oración, fomentado la reconciliación con Dios.
Ayuno: alimentarnos estos 5 viernes sin superar los 4€ por persona.
Limosna: compartir, al menos, el ahorro que nos supondrá alimentarnos de forma austera y gastando lo mínimo. La cantidad que consideremos cada uno, la destinaremos a causas solidarias relacionadas con las situaciones concretas sobre las que hemos orado y reflexionado.
Oración: nos invitan a orar en presencia del Señor y pedir la gracia de alejar de nosotros algunas actitudes que dificultan la cercanía y acompañamiento de personas y colectivos vulnerables para avivar nuestra Esperanza.
Reconciliación: supone aceptar la invitación a dejarnos reconciliar con Dios, para convertirnos en nuevas criaturas y poder irradiar su misericordia en medio de los hermanos.
En definitiva, se trata de ayunar, compartir y orar para transformar, realizando obras de misericordia o compromisos solidarios, a modo de pequeños gestos que sean signos pascuales en medio del sufrimiento que nos están produciendo estas crisis.
El «gesto solidario» que nos proponen consiste en alimentarse, durante 5 viernes, como se alimentan durante todo el año millones de personas. De esta forma podemos:
• Expresar de modo significativo nuestro deseo de acercarnos a ellos, de tenerles más presentes en nuestra memoria y en nuestra vida.
• Experimentar de modo concreto lo que significa la necesidad de o más básico.
• Ejercitar nuestra capacidad de renunciar a lo superfluo.
• Dar un paso pequeño, pero real, hacia la conversión personal y comunitaria al Evangelio de Cristo.
• Realizar gestos de cercanía, acogida, acompañamiento y solidaridad a las personas a quienes estas crisis están golpeando más duramente.
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