L’Alcora vive su devoción al Cristo con un gesto histórico desde el Calvario
La última vez que el Santísimo Cristo de L’Alcora salió del Calvario fue en 2001, con motivo del 300 aniversario de la devoción. El domingo pasado lo volvió a hacer, como corazón de unas fiestas marcadas por las medidas de seguridad para evitar contagios. El párroco, José Aparici, explica que “se oró con el Cristo junto a la baranda del Calvario, como para abrazar al pueblo y que la gente lo pudiera ver desde sus casas”.
Fotos: J. Nomdedeu
Por la mañana se había celebrado la Misa en el templo parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción. A las siete de la tarde se volvió a oficiar la Eucaristía. Normalmente, al terminar el acto litúrgico saldría la procesión. Pero este año no. Una comitiva reducida, compuesta por representantes del consejo de pastoral de la parroquia, dos voluntarios de Cáritas, la corporación municipal y el coro parroquial acompañaron a los sacerdotes.
Los fieles y devotos pudieron, sin embargo, unirse al acto del Calvario a través de las redes sociales. “Nos han llegado noticias de personas que viven fuera, hasta en Zaragoza, que siguieron el momento de oración con la imagen del Santísimo Cristo”, asegura el párroco a partir de los datos suministrados por el Ayuntamiento, que facilitó la conexión.
En esta celebración, una de las más intensas en el calendario religioso y devocional de L’Alcora, se oró por el final de la pandemia y por los afectados: los que pasan necesidad, los que han perdido el trabajo, los enfermos, los difuntos que no han podido ser acompañados por sus familiares, las familias en un inicio de curso incierto, o los ancianos, en especial los de la residencia Madre Rosa Ojeda, gestionada por las carmelitas de San José.
Preparando el nuevo curso
La parroquia se prepara a este inicio de curso atenta a las consignas que se van dando. De momento se están celebrando las comuniones que quedaron suspendidas en primavera por el confinamiento. Se ha contactado con los catequistas, pero aún se está estudiando el modo de retomar la iniciación cristiana. Cáritas, por su parte, no ha dejado de atender a las personas necesitadas.
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