El Centro Aragonés celebra con una Misa la Virgen del Pilar y el centenario de su creación
José Antonio Lázaro, presidente del Centro Aragonés, acogía esta mañana, en la parroquia de la Santísima Trinidad de Castellón, a los participantes en la fiesta de la Virgen del Pilar. Explicaba que por las circunstancias sanitarias los centros de España habían tenido que suspender los actos de celebración, pero que, al menos, aquí se podía hacer la ofrenda floral y la Eucaristía. El Obispo, D. Casimiro López Llorente, le ha respondido que precisamente la Misa es el acto más importante, ya que “la Virgen está viva y nos sigue ayudando y alentando”.
En la homilía, D. Casimiro López Llorente ha explicado a raíz de las lecturas del día que María es arca de la alianza que nos trae a Dios que es amor, que el pilar une cielo y tierra para que podamos cuidar la creación y los hermanos, y que la Virgen es Bienaventurada porque escucha y realiza la Palabra de Dios, animando así a cada uno a hacer lo mismo.
El Obispo también ha hecho un llamamiento a dar como cristianos un testimonio de verdad, de fraternidad y de unidad en una sociedad marcada por la enfermedad, en la que se está jugando la dignidad de la vida con el proyecto de ley sobre la eutanasia, y marcada por crecientes tensiones y enfrentamientos partidistas.
Cien años del Centro Aragonés
En el acto han participado una representación de las reinas de las fiestas, de la ciudad de Castellón y del ayuntamiento. El Centro Aragonés cumple este año cien años de su creación, por lo que se ha tenido un recuerdo muy especial de los presidentes y miembros que han mantenido viva esta devoción.
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