D. Casimiro pone de relieve que «la fuente de la caridad de la Iglesia es Dios mismo, que es amor»
En la celebración del 65 aniversario de Cáritas Diocesana
Ayer tarde, en la Iglesia del Seminario Menor Diocesano de Segorbe, se celebraba la apertura de los actos de celebración del 65 aniversario de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, con una Eucaristía que presidió el Obispo de la Diócesis, Mons. D. Casimiro López Llorente y concelebraron, el Cabildo de la S.I. Catedral de Segorbe. D. Federico Caudé; y el Delegado episcopal en Cáritas Diocesana, D. Sergio Mendoza, a quienes acompañaron una representación de sacerdotes de la Diócesis.
La celebración comenzaba con las palabras del Director de Cáritas Interparroquial de Segorbe, D. Vicente Nemesio que recordó el recorrido de Cáritas Diocesana desde su creación y la importante labor social que ha venido realizando desde entonces. Amplia fue la participación de directores y voluntarios de las Cáritas Interparroquiales, encabezada por el Director de Cáritas de Segorbe-Castellón, Juan Manuel Aragonés.
A la luz de la Palabra proclamada, el Obispo celebró esta efeméride como «una ocasión propicia para hacer memoria agradecida del pasado, y, mirando el presente, abordar el futuro con esperanza y con compromiso renovado». La celebración lo fue de acción de gracias, dijo D. Casimiro «por todos estos años, por todos los voluntarios, trabajadores y colaboradores», así como, «por las comunidades y grupos que, con su dedicación y entrega personal o con su aportación económica, han hecho posible el servicio de la caridad de nuestra Iglesia diocesana». También hubo reconocimiento para «las congregaciones, cofradías, asociaciones, que se esfuerzan diariamente por hacer realidad la ayuda a los pobres».
Durante su homilía destacó tres puntos clave «para mirar al presente y centrar la esperanza en el futuro». En primer lugar, para responder «a la llamada de Jesús que nos invita a aprender del Maestro entregándonos para que el amor de Dios se derrame a todos» porque, tal como enfatizó, «la fuente de la caridad en la Iglesia es Dios mismo que es amor». En segundo lugar dijo, «descubrir las necesidades de las personas como criaturas de Dios y, por tanto, dignas de respeto, cercanía y misericordia, aprendiendo de Él para dejar tocar nuestro corazón». Y por último, citando a Benedicto XVI, exhortó a vivir como misioneros del Señor a través del anuncio de la Palabra, la celebración de los Sacramentos y el servicio a la caridad», una caridad que «ha de ser afectiva y efectiva porque para todos está destinado el amor de Dios», animando a los presentes a, como decía San Pablo «ser perseverantes en la tarea de llevar a todos el amor de de Dios».
No pasó inadvertido en la celebración, el agradecimiento de nuestro Obispo a Dios, por el Año de Gracia que vamos a vivir a partir del próximo 12 de abril, fecha en la que, como anunció, «se celebrará la apertura del Año Jubilar diocesano» con motivo de la celebración del 775º Aniversario de la creación de la Sede Episcopal en Segorbe.
La homilía concluyó con una referencia al mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma a partir de este miércoles de Ceniza invitándonos a «no cansarnos de hacer el bien, no cansarnos de orar y no cansarnos de acoger la Misericordia de Dios» para lo que pidió la intercesión de la Virgen y que «nos aliente y nos acompañe para, siguiendo su ejemplo, seamos capaces de hacer lo que Él nos diga».
La parte musical de la celebración corrió a cargo de la Capilla Musical de la S.I. Catedral, dirigida por D. David Montolio, que interpretaron entre otras piezas, el «Kirie» de Aragües, «Atende Domine y Agnus» del mismo autor, o el «Ave María» de Gómez. Para finalizar entonaron el «Salve Regina».
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