Días de encuentro con el Pastor
Queridos diocesanos:
El próximo domingo, 21 de enero, comenzaré la visita pastoral a las parroquias y otras comunidades eclesiales de la Ciudad de Castellón de Plana.
La visita pastoral es el encuentro del Obispo como pastor – de ahí el nombre visita pastoral- con los fieles y las comunidades eclesiales, que integran la Iglesia diocesana. Se inscribe en una antigua tradición, que arranca de los Apóstoles.
Pablo y Bernabé habían terminado el primer viaje misionero fuera de Palestina. Con mucha esperanza, trabajo y dificultad fueron plantando comunidades en Chipre y en Asia Menor. Pasó el tiempo y un día comentó Pablo a Bernabé: “Visitemos a los hermanos en todas las ciudades en que hemos predicado la Palabra de Dios para ver cómo están” (Hch. 15,36). Fue la primera visita pastoral, una visita que tuvo como fin conocer cómo se encontraban los hermanos. Reconocernos como hermanos y ver cómo están los hermanos es el primer objetivo de toda visita pastoral. El pastor conoce de cerca a sus hermanos y los hermanos conocen de cerca la persona y la voz del pastor, recordaba Jesús, el Buen Pastor, en cuyo nombre el Obispo es pastor de la Iglesia, que Jesús mismo le ha encomendado, como sucesor de los Apóstoles.
Por eso la Visita Pastoral debe entenderse y vivirse como un acontecimiento de gracia para todos: fieles, comunidades y el mismo Obispo. Le pido al Espíritu Santo que sea para todos una ocasión de gracia y de amistad fraterna. Deseo hacer la visita pastoral como lo haría Jesús, a quien san Pedro llama “Pastor y Obispo de nuestras almas” (1Pe 2,25) y “Pastor supremo” (1Pe 5,4). Carecería de sentido hacer la visita, si no fuera “en el nombre del Señor” para encontrarnos todos una vez más con el Buen Pastor, que nos cuida, sana, alimenta, alienta y corrige.
Lejos de ser una visita meramente burocrática es, pues, un acontecimiento que supone un momento de presencia singular de Cristo, el Buen Pastor, en la vida de cada comunidad parroquial o eclesial. En la oración por el fruto de la visita decimos: «Señor Jesucristo, Príncipe de los pastores y Obispo de nuestras almas, ven a visitarnos por el ministerio del que en nombre tuyo es nuestro padre y pastor». Mi intención no es otra que hacer presente a Cristo, que «ha visitado y redimido a su pueblo» (Lc 1, 68). Como Obispo se me ha encomendado esta preciosa misión: «hacer presente en medio de los creyentes a nuestro señor Jesucristo» (LG 21). En su nombre confirmaré en la fe e invitaré a renovar la vida cristiana mediante el encuentro personal con Jesucristo para que las parroquias sean comunidades de discípulos misioneros del Señor, llamadas a realizar una acción apostólica más intensa. !Que este acontecimiento de gracia fortalezca nuestra adhesión al Evangelio, haga crecer nuestro amor a la Santa Iglesia Católica y nos anime a ser miembros activos de tu Cuerpo, en nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón!. Es mi intención además alentar a los agentes evangelizadores, animándoles a sentirse protagonistas de la misión de la Iglesia en nuestro tiempo. De esta manera pretendo seguir alentando la renovación pastoral de nuestras parroquias.
En la visita pastoral deseo, a la vez, agradecer y valorar el esfuerzo de tantas personas, y animar y alentar a todos, sobre todo a los laicos, comprometidos en la tarea misionera y evangelizadora. Sabéis que, desde hace años, nos preguntamos qué dice y pide el Espíritu Santo hoy a nuestra Iglesia Diocesana. Hemos escuchado su voz que nos habla de alejados, porque la increencia crece y es preciso acercarnos con humildad y coraje a los que padecen de indiferencia religiosa.
Nuestra Iglesia Diocesana ha de estrechar con más fuerza los lazos de la solidaridad y de la fraternidad, y crecer en sentido diocesano; es tarea del Obispo unir cordialmente a todos, ya que el Obispo es el principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia diocesana (LG). Como escribió San Cipriano: “El Obispo en la Iglesia y la Iglesia en el Obispo”. Este objetivo ha de estar presente en la visita pastoral, porque la Iglesia es “comunión misionera”. La visita pastoral ha dado muchos frutos a lo largo de los siglos. Ayuda a construir la unidad de la Iglesia y a impulsar en los fieles y en las comunidades cristianas un renovado dinamismo en la vida cristiana y en su misión evangelizadora. Es un “auténtico tiempo de gracia y momento y especial, más aún, único para el encuentro y diálogo del Obispo con los fieles” (Juan Pablo II).
Con mi afecto y bendición,
+Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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