El Papa canoniza a Pablo VI y a otros nuevos santos
Ayer domingo, 14 de octubre, el Papa Francisco canonizó en la Ciudad del Vaticano al papa Pablo VI y al arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, mártir, entre otros santos. Esta celebración ha tenido lugar durante el Sínodo de Obispos sobre los jóvenes que del 3 al 28 de octubre está llevando a cabo en la misma Ciudad del Vaticano.
Homilía del Papa en la canonización
Durante la homilía, el Pontífice dijo a los fieles que una característica común de los nuevos santos es que supieron amar a Jesús con radicalidad. Francisco recordó que Jesús no se conforma con recibir un poco. «Jesús es radical. Él lo da todo y lo pide todo: da un amor total y pide un corazón indiviso», afirmó.
«También hoy se nos da como pan vivo; ¿podemos darle a cambio las migajas? A Él, que se hizo siervo nuestro hasta el punto de ir a la Cruz por nosotros, no podemos responderle sólo con la observancia de algún precepto».
«A Él, que nos ofrece la vida eterna, no podemos darle un poco de tiempo sobrante. Jesús no se conforma con un ‘porcentaje de amor’: no podemos amarlo al veinte, al cincuenta o al sesenta por ciento. O todo o nada», señaló.
La Misa fue concelebrada por el Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas; el Obispo Auxiliar, Cardenal Gregorio Rosa Chávez; el Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro; el Obispo de Potosí (Bolivia), Mons. Ricardo Centellas; el Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, entre otros.
Los milagros atribuidos para la canonización
Óscar Romero fue abatido por un comando de ultraderecha el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba la Misa. La dictadura militar salvadoreña se oponía enérgicamente a la prédica de Romero contra la represión de los pobres al inicio de la guerra civil. En sus mensajes, Romero denunciaba todas las injusticias de aquel entonces y defendía a los más pobres y desprotegidos, lo que le costó la vida previo al estallido de la guerra civil (1980-1992).
Pablo VI dirigió la Iglesia Católica Romana desde 1963 hasta su muerte en 1978, Él será el tercer papa que Francisco convierte en santo después de Juan XXIII y Juan Pablo II. El pontífice Pablo VI es conocido por su encíclica Humane Vitae (De la vida humana).
El milagro atribuido a Pablo VI es a favor de la vida. La fe llevó a una futura madre a pedir al Papa la intercesión ante Dios por un milagro. Lo hizo en un lugar muy especial para Pablo VI, el santuario donde maduró su juvenil vocación sacerdotal y donde iba a rezar con su familia todos los domingos. El pequeño y gran milagro se llama Amanda, una niña bella y risueña que nació el 25 de diciembre 2014 con apenas 24 semanas y 4 días de gestación. La niña nació prematuramente tras un parto complicado, la rotura de la placenta y la incompatibilidad con la vida sin el líquido amniótico. Los médicos aconsejaban el aborto.
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