La Concatedral de Santa María tiene nuevo canónigo penitenciario
El domingo 7 de octubre tomó posesión como nuevo Canónigo Penitenciario del Cabildo de la S.I. Concatedral de Santa María de Castellón el sacerdote Francisco José Cortés. En la ceremonia estuvo acompañado por su homólogo en la S.I. Catedral de Segorbe, José Cebrián. El mismo día tomó posesión como canónigo Joaquín Muñoz, y el 28 de octubre a las 19h Antonio Sanfélix entrará a formar parte del Cabildo de Segorbe. El canónigo penitenciario es el delegado episcopal para absolver reservados al obispo.
Francisco José Cortés ha explicado que el Código Canónico establece en el artículo 508 que el canónigo penitenciario tiene por delegación “la facultad del obispo para perdonar pecados graves que no están reservados al Papa”. El más común es el relativo al aborto – aunque desde el Jubileo de la Misericordia Francisco dio licencia para que lo absuelva cualquier sacerdote. También están los de herejía, cisma o apostasía.
«Penas medicinales»
Se tratan de pecados en las que se aplican las llamadas “penas medicinales”, es decir, que buscan la conversión del pecador. La más grave es la de excomunión, por la que la misma persona se autoexcluye cuando “se lesiona gravemente la comunión eclesial”. Y en todo caso se aplican a actos con una dimensión de delito, y no solamente de pecado.
El canónigo penitenciario también puede absolver al penitente cuando confiesa un pecado reservado a la Santa Sede, como el sacrilegio, la profanación de la Eucaristía, el atentado contra el Papa, ser cómplice contra el sexto mandamiento (actos impuros) o violar el secreto de confesión. En este caso emplaza la persona a una nueva cita, ya que debe pedir a Penitenciaría Apostólica en Roma la confirmación y la penitencia.
Con 34 años de sacerdocio, Francisco José Cortés está cada vez “más convencido que el sacramento de la penitencia es donde descubrimos más la misericordia de Dios, su ternura, y el poder de la sanación al ver cómo somos siempre acogidos, sin juicio”. Y concluye: “Estoy convencido que si recuperásemos la confesión frecuente, nuestra vida cambiaría y se renovaría la Iglesia”.
Perdón, curación y gracia santificante
“No hay nadie que no necesite confesarse al menos una vez al mes, y allí no solo vamos a confesar los pecados, sino que nos encontrarnos con Aquel que nos espera con los brazos abiertos, que nos da no solo la gracia del perdón, sino que nos cura de los efectos de haber pecado y nos da la gracia que necesitamos para dejar definitivamente el mal y caminar en santidad”, explica antes de añadir que “el sacerdote tiene el privilegio de ver diariamente milagros en ámbito sacramental de la penitencia”.
El canónigo penitenciario puede ejercer su potestad con cualquier persona en la Diócesis, y con los diocesanos fuera del territorio de Segorbe-Castellón. Francisco José Cortés está en el confesionario de la Concatedral los jueves de 11 a 12:30h. También como párroco de Ntra. Sra. de la Esperanza en Castellón, confiesa una hora antes de las misas, los primeros viernes de 15 a 19h y los primeros sábados de 10:30 a 12h.
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