El Obispo llama a la santidad en la Misa de San Pascual
La santidad no pasa de moda y es posible para cualquiera. Este es el mensaje que, como un eco de la reciente Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco, ha transmitido Mons. Casimiro López Llorente en la Misa de la fiesta de San Pascual Baylón, patrono de la Diócesis, del Culto Eucarístico y de la ciudad de Vila-real. La única condición, explicaba el Obispo, es “abrirse de verdad a la gracia de Jesús”. Esta tarde será la procesión a partir de las 18h.
En la homilía, el Obispo aseguraba que las “biografías de los santos reflejan modelos de vida conformadas por el Evangelio, modeladas por el corazón de Cristo y cercanas al hombre”. Como ha repetido a menudo, acoger el amor de Dios lleva a amar al prójimo. De esta manera, afirmaba, es posible renovarlo todo: el corazón de las personas, las familias y la sociedad.
“Los santos son los grandes renovadores. Su forma de ser – describía – no suele manifestarse espectacular. Son humildes y sencillos. Su alimento es la oración, la escucha de Dios, la unión con Cristo y la entrega a Dios fijando en Él todas sus actividades”.
Los rasgos del santo
Tomando a San Pascual como modelo, Mons. López Llorente ha descrito los santos como los que “caminan en el amor de Dios siguiendo el camino de las Bienaventuranzas”, los que “con perseverancia va madurando en el Amor de Dios y al prójimo”, y los que “viven con amor y dando testimonio en las ocupaciones de cada día”.
El Obispo preguntaba si seguimos admirando la santidad de San Pascual, y advertía del peligro de que “en esta hora crítica de nuestra Iglesia y sociedad falten los santos o no comprendamos el valor que tienen”. Por eso concluía con una llamada a “optar por Dios, eligiéndole una y otra vez, sin miedo a que nos aleje del hermano”. Asegurando que la santidad “no es tan complicado ni tan raro”, animaba no desalentarse porque “contamos con la gracia del Espíritu Santo”.
Una celebración muy concurrida
En la Eucaristía, celebrada en la Basílica, han participado numerosos sacerdotes, los seminaristas y fieles. Acompañando a las madres clarisas, había una representación de los franciscanos de Gilet, con tres novicios. Igualmente han estado presentes la corporación municipal y la reina de las fiestas con sus damas.
San Pascual nació en Torrehermosa, Aragón, el 16 de mayo de 1540 y falleció en Vila-real el 17 de mayo de 1592. Ingresó en la orden franciscana en Nuestra Señora de Orito y tras diversos destinos fue enviado a la Plana. Fue beatificado por Pablo V en 1618 y canonizado por Alejandro VIII en 1690. León XIII lo declaró patrono de las asociaciones y congresos eucarísticos en 1897, y San Juan XXIII patrono de Segorbe-Castellón en 1961.
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