Castellón se reencuentra con sus raíces cristianas en Magdalena
Este domingo comienzan las fiestas de la Magdalena con la Romería de les Canyes. Las celebraciones conmemoran la fundación de Castellón de la Plana en 1252. Al mismo tiempo es una vuelta a los orígenes de la fe de la ciudad y sus raíces cristianas, que reencuentra en la ermita del Castell Vell el primer lugar de culto cristiano de la zona, como recuerda D. Josep Miquel Francés, preste de la Romería y licenciado en historia. El Obispo, mons. Casimiro López Llorente, presidirá la santa Misa en la Ermita a las 13h, así como «las tres Caídas» al regreso de los romeros a la Concatedral a las 18:30h.
Hay constancia de la Romería desde el siglo XIII. Al principio era penitencial, pero a partir del XVIII adquirió su sentido actual de acción de gracias. De regreso los romeros pasaban por Lledó, donde eran recibidos por el prior y la cofradía. Al llegar a Castellón, los acogía la cofradía de la Sangre, con una catequesis visual sobre la vida de Santa María Magdalena. Estos gestos se mantienen, así como el compromiso del Ayuntamiento de repartir los tradicionales rollos, que en su origen era un acto de caridad para sostener a los pobres.
Los primeros habitantes del Castell se instalaron después de la reconquista en 1233. Eran un grupo de familias, seguramente provenientes de Lérida. En el mismo periodo se considera que llegó “el frare barbut Antoni”, cisterciense de Santes Creus, en Tarragona, para vivir en la ermita. El 8 de septiembre de 1251 el Rey Jaime I firmó el permiso de traslado, y en el III domingo de Cuaresma de 1252 se hizo la fundación. Para los nuevos pobladores, una de las prioridades en el asentamiento de La Plana fue la construcción de la iglesia de Santa María, actual Concatedral, hecha entonces en madera.
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