REFERENTES DOCTRINALES
En el año que llevamos de pandemia se habrán publicado en torno a 50.000 artículos científicos sobre el virus Covid-19. Yo he podido acceder a unos 1.000 artículos, publicados en diferentes revistas relacionadas con el Covid-19 y temas psiquiátricos, voy a hacer un resumen de aquellos más significativos, para que tengamos una aproximación al estado de la cuestión del virus desde un punto de vista medico-psiquiátrico.
- El 28-29 de febrero de 2020 en el Congreso de Neurología de Málaga tiene lugar la presentación de Morganstein en la revista Psychiatric Times sobre el “Papel de los psiquiatras en la crisis sanitaria del Covid-19”. En ella señala que la psiquiatría debe tener una intervención educativa, promotora de medidas higiénicas, de coordinación y apoyo al sistema sanitario.
- El 8 de marzo de 2020 en la revista Lanced; Brooks y col. publicaba un artículo sobre las consecuencias psicológicas del impacto de una cuarentena y lo que se derivaría de la aplicación de un confinamiento masivo por el Covid-19. Según aprecian en la bibliografía, sobre todo de los estudios de la aplicación de cuarentenas en barcos, esta situación puede generar estrés postraumático, confusión, ansiedad, frustración e ira que incluso puede prolongarse más allá del confinamiento. Incluso se ha informado de estrés postraumático o un abuso de sustancias tres años después del episodio. Los trabajadores sanitarios, requieren una atención especial por parte de sus directivos y colegas, y quienes tengan problemas de salud mental previos necesitarían apoyo adicional durante la cuarentena.
En este artículo se hace mención al factor humano y la necesidad de cuidar los aspectos psicosociales, cuando toda una población de regiones y países enteros cambie drásticamente su conducta y hábitos para frenar la propagación de la enfermedad, mientras los laboratorios compiten contrarreloj para desarrollar curas y vacunas.
Me vino a la mente una ponencia a la que asistí en el Hospital Central de la Defensa, sobre estrés postraumático en catástrofes, pronunciada por el jefe de los servicios de psiquiatría de Chernóbil en el 2006. Era la primera vez que se daba foro internacional en España a un psiquiatra de la Unión Soviética, pues habían estado excluidos de la Asociación Mundial de Psiquiatría, pro complacencia en las prácticas de tortura sobre la población. En ellas se nos dijo que, para evitar el impacto emocional de la explosión de la central nuclear, se procedió a administrar en las aguas potables para el consumo de la población opiáceos y se utilizó a los medios de comunicación para controlar la información que la población recibía y poder dirigirla de un sitio a otro.
Los aspectos psicosociales son esenciales cuando se necesita que toda la población mantenga una cuarentena, ya que de su compromiso depende en gran parte el éxito de la contención. Y por ello es esencial cuidar su situación psicológica. Conviene, por tanto, tener entre algodones a las personas en cuarentena. Ese 8 de marzo en España había unos doscientos sanitarios recluidos en sus domicilios en el País Vasco, y más de sesenta facultativos en Sevilla. En Castellón el primer caso que tuvimos fue por falta de control en fronteras.
Proseguía el artículo. Tras la crisis del SARS, la mitad de quienes pasaron por una cuarentena evitaban a personas que tosen o estornudan, el 26% evitaba aglomeraciones y una quinta parte se negaba a visitar espacios públicos. La economía puede ser uno de los mayores focos de ansiedad, ya que el encierro durante dos semanas puede ser devastador para los ingresos de muchas personas. Sobre todo las más vulnerables: las personas con menores ingresos sufren mayores niveles de estrés postraumático y depresión. Se está reconociendo que uno de los efectos secundarios a largo plazo es el económico.
Un factor fundamental para proporcionar fortaleza es enfatizar el altruismo como principal valor de este aislamiento, un acto solidario para proteger a los demás, elogiar a ‘nuestros héroes” todo suma para crear esa narrativa”; de ahí los aplausos y el eslogan como “saldremos”, al servicio de una narrativa.
Seguía indicando el artículo “Se observó en anteriores casos, como aquellos sujetos que pasaron en cuarentena más de diez días mostraron síntomas de estrés postraumático significativamente más altos que aquellos que estuvieron menos tiempo”. “Por algo la privación de libertad se usa como castigo; desaparece tu rutina, tu funcionamiento diario, tu relación con tus seres queridos”.
En el caso del coronavirus se estaban recomendando cuarentenas de dos semanas y se había observado que el malestar se disparaba si la cuarentena se ampliaba más allá del plazo original. Al aislamiento y la pérdida de control en ese caso se sumaría un mayor nivel de incertidumbre, el sentimiento más peligroso. Por eso las cuarentenas se han ido reduciendo a 10 días, sin tener en cuenta los factores científicos respecto al contagio y se nos dice, “no hace falta hacer una nueva PCR pues si te sale positiva no te puedo dar el alta”, procediendo a altas de pacientes con potencial capacidad de infectar.
El estudio reclama que las personas en cuarentena sepan todo lo posible en todo momento, con la mayor transparencia y detalle sobre su situación. Ni dudas, ni sorpresas pues estas crean tanta incertidumbre. No saber si has estado cerca de una persona infectada es lo más duro. Lo peor es desconocer si es así y no saber si puedes contagiar a tu familia. La incertidumbre es algo los que los humanos llevamos mal. Reflexionemos en estos momentos a un año vista, sobre el grado de incertidumbre que hemos vivido, porque ella es el auténtico factor que nos ha creado la angustia que hemos vivido y estamos viviendo. ¿Se ha hecho en verdad una gestión que nos ha disipado sorpresas o las ha generado, nos ha disipado dudas o nos ha albergado?. La incertidumbre se disipa si sabemos que caminamos sin dudas ni sorpresas buscando un camino de verdad, pero la verdad ¿se nos dice o se nos oculta?, esa es la clave, disipar las verdades a medias.
Los cristianos sabemos de la honestidad y del compromiso con la verdad y las verdades a medias no son más que mentiras intencionadas al servicio de un egoísmo. En estos momentos de debilidad, debemos recuperar con más fuerza que nunca nuestro compromiso con la honestidad.
Por descontado, otro factor clave es el de mantener convenientemente abastecidos a los recluidos. Haber sufrido carencias materiales durante el episodio se asociaba con ira y ansiedad. Ese fue el motivo que llevó a vaciar los supermercados y las escenas de acaparar productos y alimentos.
- El 10 de marzo de 2010 aparece un excelente artículo de Tomas Puello sobre cómo se esparce el coronavirus, señalando los datos respecto a nivel de propagación, afectación de la sociedad, la gravedad de la misma, como tiene una capacidad letal entre el 1%-2% de la población, pero que el peor efecto del coronavirus es el bloqueo de los sistemas sanitarios y las consecuencias derivadas de las desatenciones médicas que de ello se vayan a derivar, denunciando la necesidad de actuar. Fíjense en que fechas ya estaban señalados los indicios de alarma.
- El 16 de marzo la OMS hace un comunicado en el que señala, que la OMS acuñó el término COVID-19 para no mencionar ni estigmatizar a Wuhan ni a China, de modo que si alguien hace alusión a que la enfermedad comenzó allí o si se le ocurre llamarlo algo así como “Enfermedad de Wuhan”, será al momento tildado de racista, xenófobo, desagradable y feo. Aún hoy, a la pandemia de gripe de 1918 se la llama gripe española sin que tuviera nada que ver con España y sin que dicho organismo se pronuncie del mismo modo.
Del 10 al 30 de marzo se producen una serie de noticas en el ámbito de la medicina relacionadas con la gestión de la pandemia:
- Agresión a un médico por diagnosticar covid a su mujer publicado en Newsleter el 10 de marzo de 2020. Situación que se refleja en un aumento de las agresiones a los médicos. Jama 21 enero 2021.
- Las medidas e distanciamiento social, autoaislamiento, y encierro domiciliario pueden hacer aumentar la violencia intrafamiliar. Newsletter 10 febrero de 2021.
- Covid-19 y Psiquiatría hospitalaria. Se restringen de los derechos de los pacientes. Las asociaciones de familiares protestan en la Comunidad Valenciana por la restricción de permisos a los pacientes en centros asistenciales.
- La Covid-19 declarada enfermedad profesional entre los sanitarios. Redacción médica del 2 de febrero de 2021.
- Un juez ordena a una paciente que solicitaba el alta voluntaria ingresada por covid-19 a permanecer hospitalizada por razones de salud pública Noticias jurídicas del 10 de febrero.
- Efectos colaterales del aislamiento, un comunicado emitido por ACENCAS (Associació Catalana d’Adiccions Socials) alertando del peligro de abusar de los videojuegos y el juego en línea durante el confinamiento por la crisis del coronavirus.
- El 20 de marzo de 2020 en una nota, y con el tajante encabezamiento ES URGENTE UN PLAN DE ACTUACIÓN ÚNICO PARA CORONAVIRUS EN RESIDENCIAS DE MAYORES Y CENTROS SOCIOSANITARIOS, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología reclama una política de prevención y detección de positivos y una mayor colaboración entre recursos.
- El propio 20 de marzo el colegio de psicólogos señala que los profesionales sanitarios que atienden a pacientes con infección por COVID–19 están sometidos a una gran carga de estrés y en muchos casos, de desgaste emocional.
- El 23 de marzo el colegio de médicos hace público el siguiente comunicado: El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha emitido un comunicado en el que «se ven obligados a manifestar su posicionamiento» bajo el lema «Ni un día más», reclamando intervenciones para la protección de los equipos asistenciales, la extensión de pruebas diagnósticas, las medidas de aislamiento comunitario y una dotación adecuada de recursos humanos en salud.
- El 30 de marzo el comité de bioética andaluz hace público el siguiente comunicado:
El documento encuentra que cuando existen riesgos vitales para el médico por no contar con medios de protección y “siempre que la situación omisiva no genere un riesgo para la salud del paciente, el profesional puede negarse a actuar amparado en una situación de riesgo, hecho que debe anotar en la historia y trasladar a su superior jerárquico”. Ahora bien, sí la omisión de una actuación “puede comportar un grave riesgo para la salud del paciente, se abre un abanico de posibilidades” que hace necesaria “una valoración clínica, legal y ético-deontológica específica”. El informe señala que “el médico sin medios de protección, cuando aprecie riesgo vital hacia su persona, tiene base legal y deontológica para abstenerse de actuar. Pero la realidad actual, nos traslada que los médicos, lejos de acogerse a receptos legales o deontológicos que pudieran eximirles de intervenir, vienen adoptando libremente criterios éticos que les honran, no abandonando a los pacientes exponiendo su salud y sus vidas de modo heroico. No obstante, la decisión final será siempre personal y el médico se encontrará sólo ante su conciencia y su nivel de compromiso con el paciente. El médico puede asumir los riesgos que estime oportunos, con la única limitación que le imponga el Jefe del Servicio o la dirección médica, los daños a terceros y por supuesto y por encima de todo, la voluntad del paciente, expresada en ese instante o en un documento de voluntades anticipadas”.
- El 29 de marzo aparece las siguientes afirmaciones declaraciones de Frits Rosendaal, jefe de epidemiología clínica del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Países Bajos, que cuestiona la actitud de Italia, respecto de las UCIs, cuya capacidad, afirma, “se gestiona de manera muy distinta [a la neerlandesa]. Ellos admiten a personas que nosotros no incluiríamos porque son demasiado viejas. Los ancianos tienen una posición muy diferente en la cultura italiana”.
Como vemos desde un principio, según sociedades los valores de una cultura católica de protección al débil y necesitado, esto es, el principio bioético de beneficencia en la asistencia al paciente, han estado presentes se ha mantenido durante las diferentes olas protagonizadas por el virus en esta pandemia, pero siempre a nivel individual y en grupos limitados de actuación.
- Por contra, el 3 de abril la revista “Redacción Médica” publica la siguiente nota: la Consejería de Salud de Cataluña recomienda limitar “el esfuerzo terapéutico” en pacientes mayores de 80 años con Covid-19, planteándose que un paciente que tenga 80 años o más “recibirá solo oxigenoterapia con mascarilla de alta concentración de tipo Monaghan”, y en caso de que el enfermo no mejore en 15 minutos se considere “un tratamiento de confort para paliar la sensación de disnea”.
- Pero siguen las respuestas contradictorias y el 7 de abril el Ministerio de Sanidad hace público un comunicado sobre aspectos éticos relacionado con el abordaje del SARSCov-2 en el que, como destaca Carlos Cristóbal en Redacción Médica, se descarta que la edad del paciente sea un criterio de priorización en la asistencia. También se reconoce que la cantidad de pruebas diagnósticas de que dispone España “todavía no es suficiente” y se establece una pauta de acceso a ellas en la que se considera a los profesionales sanitarios como de máxima prioridad.
- El 8 de abril la OMS hace el siguiente comunicado sobre el uso de mascarillas: el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha reiterado que el organismo sanitario de Naciones Unidas solo recomienda el uso de mascarillas en la población general en caso de personas enfermas o que cuidan a un paciente en su casa. Cuantos contagios se hubieran evitado si desde el principio se hubiera apostado por la ciencia y a través de la búsqueda de la verdad científica y contrastada, establecer medidas de protección para un bien colectivo, en lugar de actuaciones basadas en epidemiología social con fines políticos. El debate entre Popper y Adorno una vez más, dando la razón a Adorno, con las consecuencias ya conocidas.
- El 14 de abril la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) sobre las consecuencias que la actual situación de confinamiento derivada de la COVID-19 está produciendo en salud mental y las consecuencias que vendrán cuando esta situación pase: “una epidemia de casos de ansiedad y depresión” y el reto de la gestión de los duelos.
- El 13 de abril: el altísimo número de infectados por COVID-19 en las residencias españolas, el Círculo Empresarial de Cuidados a Personas en Andalucía (CECUA), ha reclamado que se distribuyan test a las residencias para ofrecer garantías a profesionales y usuarios. La reseña se acompaña de datos de afectación de los centros geriátricos en las diferentes CCAA, muy desiguales en cuanto a actualización y calidad.
- El 23 de abril aparece: Un informe encargado por el Institute of Certified Management Accountants australiano califica a la gestión de la crisis sanitaria del Gobierno de España como la peor del mundo.
- El 24 de abril aparece: Trabajo de Comas-Herrera y Zalakain para el International Long-Term Care Policy Network con datos de varios países europeos que calcula que de las muertes por la enfermedad entre el 42 y el 57% se han producido en personas atendidas en residencias. El estudio está fechado el 12 de abril, pero para entonces había datos oficiales de todos los países europeos estudiados, salvo de uno, en el que los autores hicieron su estimación partiendo de informaciones periodísticas. Tal vez no sea excesivamente complicado adivinar de cuál se trata.
- El 25 de abril un grupo de juristas entre los que se cuentan catedráticos universitarios ha pedido al Defensor del Pueblo que presente este recurso desde una “grave preocupación por el estado de deterioro que sufre el sistema de libertades que los españoles se han dado; centra su análisis en las también graves deficiencias jurídicas que presenta el sistema normativo puesto en marcha por el Gobierno a partir de la declaración del estado de alarma”.
Artículos de opinión de mayor calado Bioético:
- El 6 de abril en la revista médicos y pacientes. com, el Dr. José Antonio Lorente Acosta reflexiona de la siguiente manera. “Y por supuesto, bajo ningún concepto habría podido pensar en sentir esa sensación mancillante de ser el peligro; el sufrir esa sensación de impotencia por poder ser yo quien pudiere infectar y hacer enfermar a mis seres más queridos, a mis compañeros. Tener miedo, y no fiarme de nada ni de nadie: no acercarse, no tocar; que no se me acerquen, que no me toquen. Guantes y mascarillas; inventos y bulos. Hete aquí esta humanidad del siglo XXI, que se creía capaz de superarlo todo, que estaba rendida al hedonismo, a la tecnología y a la inteligencia artificial, la misma que ahora yace escondida y asustada, alejándose hasta de los seres más amados por si son las víctimas o los verdugos”.
Se realiza 5 preguntas para aprender algo de la presente experiencia:
Primero, sobre la medicina y la salud pública, que han sido pilladas con el paso cambiado, incapaces e impotentes de predecir y prevenir, pero tratando y curando todo lo que puede. ¿Culpa de la medicina o de la profesión médica? De ningún modo: culpa de los que siguen ignorando la investigación y despreciándola como gasto superfluo, como han hecho y siguen haciendo todos los Gobiernos de España que dedican lo mínimo a lo que sea investigar o innovar.
Segundo, sobre lo fatal, lo terriblemente mal que se han hecho algunas cosas por parte de la comunidad internacional. Independientemente de que un servidor pone en cuarentena los datos de China, el resto de los países van todos a su aire. Se están adoptando medidas de contención muy variadas, descoordinadas, y se contabilizan enfermos y muertes con criterios diferentes; se usan análisis clínicos distintos que no detectan lo mismo y por lo tanto no son científicamente comparables: sálvese quien pueda. Sin embargo, más pronto que tarde, esto volverá a pasar.
Tercero, a las heroicidades, a los héroes anónimos y a los que no. Todos los conocemos, y los valoramos. Pero triste la sociedad que tiene que crear héroes cuando ya hay profesionales (casi siempre explotados, mal contratados y mal pagados) para solventar un problema médico y de salud pública que en foros profesionales y epidemiológicos ya estaba anunciado. No queremos héroes, queremos que a los profesionales biosanitarios se les den los medios adecuados para realizar su trabajo con las máximas garantías.
Cuarto, a los medios de comunicación, incapaces de salir de la horma sensacionalista, mezclando datos objetivos con comentarios y con las opiniones. Nos hemos acostumbrado a la tertulia de bajo nivel, muchas veces soez, y cualquiera opina de cualquier cosa. Esto sí que está siendo el espectáculo más grande del mundo. Malo por quien sin criterio difunde presuntos datos, malo por quién otorga valor a los mismos. Y malo por muchos “profesionales” que aprovechan la estampida mental de la sociedad para colocar su comentario, idea o hipótesis: las revistas científicas siguen existiendo, el que tenga algo serio que decir, que lo publique con criterios científicos, rodeado de pares, y no por libre.
Quinto, a la globalización. ¿Se puede depender de países como China –u otros- para que te manden todo lo que necesitas porque allí se produce más barato? ¿Se imaginan esta pandemia si hubiese sido mucho más grave y que China hubiese necesitado todo lo que produce? ¿Hay áreas estratégicas en las que hay que ser autosuficientes sí o sí? Porque ya estamos viendo que en épocas de crisis serias, ni colaboración ni coordinación, ni apoyos ni amistades.
Señalar una reflexión sobre el lenguaje, en un medio de comunicación cuando se contrasta opinión y ciencia, siempre vende la opinión, por qué no es un auténtico debate. En la misma revista el 12 de abril se publica: 21 médicos han fallecido en las últimas semanas por coronavirus en España, la mayoría por estar en contacto con pacientes infectados. Sin que ello reduzca la magnitud de la tragedia, la cifra queda muy lejos de los 100 médicos fallecidos en Italia por la enfermedad.
- El 25 de abril de 2020 Un artículo de Richard Haas en Foreign Affairs ha tenido un importante impacto a nivel internacional. El autor, presidente del Council of Foreign Relations estadounidense, defiende, en línea con su último libro, “A World in Disarray: American Foreign Policy and the Crisis of the Old Order”, que la crisis va a potenciar y acelerar la deriva hacia un mundo desordenado, caracterizado por la cesión de libertades democráticas de los ciudadanos a los estados y un cierto caos, que remedará más a la salida de la I Guerra Mundial que la resolución de la segunda contienda internacional.
- El 9 de mayo La bioeticista Sara Camporesi reflexiona en Aeon sobre los aspectos éticos de la pandemia COVID-19 y cómo representará un cambio en la forma de vida, cómo el aislamiento ha tenido características de sumisión más que de movimiento de autoprotección o cómo la protección de los mayores, vulnerables ante la enfermedad, puede condicionar el futuro de los jóvenes a causa de la crisis económica que se cierne sobre el mundo.
- El 11 de mayo la revista Nature señala una reflexión del historiador y pensador israelí Yuval Harari, quien plantea las diferencias en el enfoque de la muerte y de las epidemias en la Edad Media y en la actualidad y señala la necesidad del reconocimiento de la finitud humana por parte de la sociedad. El mismo historiador señala el 18 de mayo que hay dos riesgos en la pandemia, la falta de solidaridad y el totalitarismo. Nos enfrentamos a dos opciones sobre cómo combatir la pandemia: vigilancia totalitaria vs empoderamiento de la ciudadanía, y aislamiento nacionalista vs solidaridad global.
- El 18 de mayo el catedrático en física Alberto Hernando hace un artículo de opinión en la revista Naukas en el que señala: La relación entre la expansión de la pandemia y la movilidad. A diferencia de otras enfermedades infecciosas donde se puede hablar de un foco de infección físico (como los pozos de agua con el cólera) aquí los focos somos nosotros junto con el rastro que dejamos detrás. Por tanto, la mejor forma de frenar la expansión del virus es frenándonos a nosotros mismos de visitar más lugares de los necesarios, o exponer a más personas de las necesarias”.
- El 19 de mayo en una entrevista al profesor Diego Gracia manifiesta respecto a la pandemia:
“En el ser humano todo está modificado a través de la inteligencia, que si para algo sirve es para modificar el medio y adecuarlo a las necesidades humanas…Nuestra naturaleza no es pura, sino modificada, cultivada; es decir, no se trata de naturaleza sino de “cultura”.
La difusión de esta epidemia ha sido tan sorprendentemente rápida porque vivimos en la era de la globalización, y la movilidad humana es hoy infinitamente mayor que la de cualquier época anterior. Movilidad humana es también movilidad de gérmenes. Y el remedio clásico contra las epidemias, la cuarentena (por lo que se ve, hasta ahora no hemos sido capaces de inventar otro distinto) es lo más opuesto que pensarse pueda a la globalización. Esto explica la crisis total que está provocando.
El ser vivo y el medio constituyen una unidad indisoluble. También en el caso de la especie humana. Cada ser vivo tiene su propio medio, al que está adaptado, de modo que ambos coexisten en equilibrio. Los problemas comienzan cuando se rompe el equilibrio, es decir, cuando una especie invade el espacio de otra. En esto, la especie humana ha sido y es particularmente activa. Ha considerado que su medio es el mundo entero, y que puede destruir o alterar los medios naturales a su antojo. Es un error infantil, cuyas consecuencias ahora estamos empezando a calibrar. Esta pandemia es uno de los síntomas de que la cultura humana tiene que cambiar de orientación de modo drástico. Pero cómo los seres occidentales vivimos en un delirio de narcisismo y estamos encantados de habernos conocido, no nos pueden despertar, si es que lo hacen, crisis como la actual. Esto es un aviso, sólo un aviso.
Cada vez estamos más cerca de convertir la humanidad en un rebaño de ovejas. Aquí sí que cobra todo su sentido la expresión “efecto rebaño”. Pero se trata de un rebaño distinto al de los epidemiólogos. Es el rebaño de lo que Kant bautizó como “heteronomía”, por oposición a autonomía. Las nuevas tecnologías y las redes sociales son fantásticos sistemas de control social, que pueden servir para educar, pero también para manipular y someter a la población. Y parece que esto último es lo que tiene más probabilidades de suceder. Nunca había existido en España un gobierno con tal capacidad de manipulación y control de los medios como el que ahora tenemos.
Las epidemias no son fenómenos naturales sino humanos. Los seres humanos somos los causantes de las epidemias. En el origen suele estar la falta de respeto hacia los equilibrios ecológicos. Solo respetando la ecología animal podremos respetarnos a nosotros mismos. Lo demás es no sólo ilusorio sino también inmoral.
No podemos seguir deteriorando el medio ambiente, polucionando los mares, deforestando los bosques, con una obsesión depredadora que, como corresponde a las obsesiones, debería estar en los tratados de Psiquiatría. “Lo que está en juego no es solo la humanidad, la vida humana, es la propia supervivencia biológica.”
El coronavirus y la soledad:
- El 23 de mayo se publica un artículo en la revista Time realizado por un grupo de médicos del Boston Children’s Hospital y Harvard Medical School, en el que señalan que la pandemia ha aumentado la soledad. En los últimos años este problema ya existía y en la actualidad por la pandemia del coronavirus se ha disparado. La soledad se relaciona con problemas de salud mental. Aunque a menudo es difícil clarificar si la soledad es un síntoma o una causa de un problema de salud, por ejemplo, ¿alguien se aísla porque está deprimido o se deprime porque está solo?, en cualquier caso, los estudios muestran que la soledad crónica se relaciona con problemas de salud, que incluyen demencia, depresión, ansiedad, autolesiones, afecciones cardíacas y abuso de sustancias.
Las consecuencias para la salud de la soledad a menudo se comparan con los efectos de fumar 15 cigarrillos al día y además el problema de la soledad es mucho más frecuente. Si bien los datos más recientes muestran que solo el 14% de los adultos estadounidenses y aproximadamente el 5% de los adolescentes de secundaria fuman cigarrillos, un informe de enero de la aseguradora de salud Cigna sugirió que alrededor del 60% de los adultos estadounidenses sentían cierto grado de soledad, incluso antes de la pandemia por COVID-19.
En relación a este tema de la soledad el filósofo polaco Zygmund Bauman y sus escritos sobre la sociedad líquida es esclarecedor. Recomiendo el documental titulado “la teoría sueca del amor”, donde al final interviene Bauman y establece una radiografía de la “perfecta” sociedad sueca hacia la que se nos quieren llevar. Sociedad en la que las personas viven solas y mueren solas.
- El 12 de octubre se publica un artículo sobre las consecuencias de la soledad: Uno de los principales hallazgos de un estudio israelita, publicado recientemente en el J. Affective Disorders, se refiere a la soledad derivada por la política de distanciamiento social a causa de la pandemia del COVID-19, la cual representa el factor de riesgo más destacado para sufrir depresión, ansiedad y especialmente su comorbilidad. En consecuencia, los formuladores de políticas y los profesionales de la salud mental deben enfatizar la importancia de las interacciones sociales seguras.
Artículos del impacto del Covid-19 sobre las mujeres embarazadas:
- El 13 de mayo el Royal College de Obstetricia publica un artículo sobre las mujeres embarazadas Los cambios inmunológicos que tienen lugar en la gestación, en particular en el tercer trimestre, hacen que las embarazadas sean más susceptibles a infecciones virales y propone que las mujeres gestantes son consideradas un “grupo vulnerable” en el Reino Unido.
La pandemia ha comprometido la salud mental de las nuevas mamas. Se ha observado un aumento de los síntomas de ansiedad entre las mujeres embarazadas a punto de dar a luz, la angustia surge de no poder tener a familiares o personas de apoyo a su recién nacido. Psiquiatric News 21 enero 2021.
- El 4 de septiembre aparece publicado un estudio en Scientific American que señala la conexión entre madre e hijo: Valoraba la presencia de ADN masculino en el cerebro femenino humano como un marcador del microquimerismo de origen fetal (es decir, la adquisición por parte de la mujer de ADN masculino procedente de su hijo durante el embarazo). Se observó que el microquimerismo masculino estaba presente en múltiples regiones del cerebro y en conclusión, que el microquimerismo masculino es frecuente y está ampliamente distribuido en el cerebro femenino humano.
Comentado en Scientific American: La conexión entre madre e hijo es más profunda de lo que se pensaba. Los científicos descubren células de los niños en el cerebro de las madres. Eso representa esa vivencia que sufren las mujeres que tras un embarazo ya no vuelven a ser las mismas, pues tiene un soporte biológico ya que en ellas permanecen para siempre restos celulares de sus hijos.
Artículos sobre la repercusión del Covid en la psiquiatría, el daño psíquico:
- El 14 de mayo un estudio de la Universidad Complutense de Madrid ha encontrado que los jóvenes de entre 18 y 24 años son el grupo de edad que presenta más síntomas relacionados con ansiedad (34,6%) y depresión (42,9%) durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19. Estas cifras suponen casi el doble de las del conjunto, en el que uno de cada cinco españoles presenta síntomas clínicamente significativos de depresión (22,1%), ansiedad (19,6%) o estrés postraumático (19,7%).
- En la revista Lancet de psiquiatría del 28 de mayo se publica un artículo sobre las patologías psiquiátricas asociadas al covid: La enfermedad por COVID-19 (SARS-CoV-2) puede causar delirium en una proporción significativa de los pacientes en fase aguda. También puede haber depresión, ansiedad, fatiga y TEPT, e igualmente y de forma menos frecuente, cuadros disejecutivos o encefalopatías. Hay que tener en cuenta que el virus tiene una capacidad de penetrancia en todas las células del organismo humano.
- El Covid-19 duplica el riesgo de una nueva enfermedad psiquiátrica. Las personas que han sufrido una infección por Covid-19 tienen el doble de riesgo de sufrir una nueva enfermedad psiquiátrica, el 5.8% frente al 2.5% los trastornos más frecuentes son ansiedad generalizada, trastorno por estrés postraumático, trastorno de pánico y depresión.
- El 31 de mayo en unas jornadas sobre gerontopsiquiatría se señala: El aislamiento además favorece el deterioro cognitivo y recuerdan que los ancianos son la población con más riesgo de suicidio (casi la mitad de los suicidios en España lo comente personas mayores de 60 años.
- El 3 de junio una noticia publicada en el Denver Post, informan que los suicidios en Colorado (EEUU) cayeron un 40% durante los primeros dos meses de pandemia, aunque las llamadas a la línea de crisis se dispararon, experimentando un aumento del 48% en las llamadas durante marzo y abril respecto al año pasado. La mayoría de las personas que llamaron buscaron ayuda por ansiedad, depresión e ideas suicidas.
- El 28 de junio se publica en acta sanitaria la incidencia de insomnio, ansiedad y depresión entre los médicos que han trabajado más en la primera línea contra la pandemia de la Covid-19.
- El 30 de junio en la revista Servier publica un artículo sobre la repercusión del covid en una sala de pacientes psiquiátricos: El ingreso de pacientes con sospecha de infección por Covid-19 y los problemas que se plantean en la toma de decisiones de acuerdo con la legislación inglesa. Los autores recomiendan al Gobierno del Reino Unido 1) emitir una guía clara y práctica sobre cómo considerar el aislamiento en las salas de salud mental en el contexto de COVID-19, y 2) modificar la legislación de salud pública de modo que sea práctico y equitativo para su uso (aislamiento), si es necesario, en entornos de salud y atención. Esto brindaría una claridad muy necesaria a los profesionales que trabajan en Inglaterra y Gales, y además podría ayudar a otros en otros países.
Artículos que estudian los factores de vulnerabilidad frente al Covid-19:
- El 23 de junio la revista Nature publica los factores de riesgo en la muerte por infección covid. Algunos de los factores de riesgo señalados son:
La edad avanzada se asoció fuertemente con la muerte por COVID-19: los mayores de 80 años tenían un riesgo de muerte 20 veces mayor que los de 50 a 59 años. Los hombres eran significativamente más propensos a morir de COVID-19 que las mujeres.
Otros factores: obesidad, diabetes (especialmente con hemoglobina A1c elevada), asma grave, enfermedades respiratorias o cardíacas, afecciones autoinmunes e inmunosupresoras, insuficiencia renal y neoplasia hematológica u otros cánceres (principalmente aquellos recientemente diagnosticados).
- En un estudio publicado el 26 de mayo en el Oxford Academic se señala respecto a factores de vulnerabilidad de mal pronóstico con la infección Covid: Que las personas con el genotipo APOE e4e4, relacionado con la enfermedad de Alzheimer, tienen el doble de riesgo de desarrollar covid-19 grave. Este genotipo está presente como factor de vulnerabilidad de patologías como demencia, diabetes, ictus y patologías con las que se ha relacionado un mayor riesgo de vulnerabilidad frente al covid-19.
- El 19 de noviembre aparece un artículo que relaciona que el principal factor de riesgo para el covid 19 grave se hereda del hombre de Neardental. Publicado por la revista Nature el 19 de septiembre “The major genetic risk factor for severe COVID-19 is inherited from Neanderthals Hugo Zeberg & Svante Pääbo Nature volume 587, pages 610–612(2020) Cite this article”: EL 16% de la población europea y el 50% de la población del Sur de Asia son portadoras de una variante genética situada en el cromosoma 3. Se ha descubierto que esta variante confiere un mayor riesgo para desarrollar Covid19 grave (1.6 veces más riesgo de hospitalización). Estudios filogenéticos han determinado que esta variante es heredada de los neandertales que vivían en el sur de Europa hace 50.000 años.
Estos haplotipos están prácticamente ausente en África y el Este de Asia (China) lo que hace pensar en una posible relación con la menor incidencia en estas regiones del planeta y la mayor incidencia en Europa. Cabe señalar que el genoma del hombre de Neardental se descodificó en el año 2013.
Hoy día la investigación sobre la vulnerabilidad frente al covid-19 es una de las líneas más esperanzadora para encontrar las respuestas a las muchas preguntas que nos formulamos, como aparece el Covid, cómo se disemina, porqué afecta de una forma trágica a una parte de la población y a otras no, como nos podemos proteger y cómo lo podemos combatir. Esta línea está asociada a factores de tipo genético y este último artículo es tremendamente revelador, pero queda todo un mundo por descubrir.
Artículos que relacionan la importancia del fenómeno religioso en la vida de las personas y como ayuda para luchar contra los estragos del Covid-19:
- El 12 de mayo de 2020 se publica un estudio sobre la efectividad de la oración en pacientes Covid en UCI: El interés por la efectividad de la oración en la ayuda a pacientes se plasma en ensayos clínicos que vienen realizándose desde hace años. Con la pandemia COVID-19 se ha registrado un ensayo clínico multicéntrico que busca explorar su efectividad para ayudar a pacientes atendidos en la UCI. Encontrando efectos beneficiosos de la oración en los pacientes tanto en la mejoría en estados críticos, como en la forma de la muerte, ya que en la oración hay un encuentro entre el ser humano y su trascendencia. La oración sirve de ayuda para en momentos de enfrentarnos a la muerte, busquemos que quede un recuerdo de nosotros que pueda trascendernos.
- El 25 de junio en la revista Lancet se hace un comentario sobre la espiritualidad: THe Lancet Psychiatry, del que señalo un pequeño extracto:
“La espiritualidad abarca la conexión, religiosa o de otro tipo, con una realidad no física tal como la percibe el individuo… la espiritualidad permanece al margen de la ciencia de la salud mental hasta el día de hoy.”
“Las fundaciones privadas y filantrópicas son los mayores partidarios de la investigación sobre espiritualidad y salud mental, ya que las agencias federales en casi todos los países desarrollados, incluidos los Estados Unidos y el Reino Unido, aún no han emitido ninguna solicitud formal de propuestas de financiación…Aunque la calidad de la investigación existente varía considerablemente debido a la falta de fondos, la espiritualidad está claramente relacionada con la salud mental, tanto en forma positiva como negativa…”.
“Tenemos que reconocer que la mayoría de las personas son espirituales, usan la espiritualidad para hacer frente a la angustia y desean abordar la espiritualidad en el tratamiento. Por lo tanto, la espiritualidad podría desempeñar un papel fundamental en la difusión de tratamientos basados en evidencia, al tiempo que proporciona nuevas perspectivas para mejorar nuestra comprensión de la condición humana”.
- El 23 de agosto aparece un estudio curioso sobre las muertes por desesperación y la asistencia a oficios religiosos en el que señala: “Asistir a servicios religiosos al menos una vez a la semana al comienzo de dos estudios longitudinales tenían un riesgo menor de morir por las llamadas muertes por desesperación.”