Segorbe rinde culto y solemne adoración al Señor
Mons. Casimiro López, Obispo de la Diócesis, presidió la Eucaristía y posterior procesión en la Solemnidad del Corpus Christi en Segorbe, que se celebró ayer domingo.
Las niñas y niños que este año han celebrado su Primera Comunión fueron los principales protagonistas de esta fiesta que tiene una especial e importante relevancia en el calendario litúrgico. Celebramos la humanidad de Jesús y la presencia de Dios en los hombres.
Dios es carne que nace, que goza y sufre; que da y recibe; que muere y resucita. Carne que, unida a la sangre, es el signo de la vida. Unidos a Jesús en la Eucaristía, reforzamos nuestra fe creyendo verdaderamente, en la presencia real de Jesucristo Sacramentado.
Catequistas y familias, junto a las autoridades civiles y militares, así como el Director de Cáritas Diocesana y representantes de Cofradías, asociaciones y movimientos eclesiales, además de los fieles devotos, se sumaron a la Eucaristía en la que D. Casimiro puso de relieve la celebración de «la Santísima Eucaristía como una fiesta excepcional para fortalecer nuestra fe en la presencia real del Señor».
Dirigiéndose especialmente a los pequeños recordó cómo Jesús, reunido con sus discípulos en la última cena antes de ser entregado para morir en la cruz, instituyó la Eucaristía «como acto de amor de Dios para que así Jesús se quedara sacramentalmente con nosotros». Así puso de relieve su presencia constante en el Sagrario, lugar al que acudir, dijo, «para orar con Él, para escucharle y para manar de esa fuente permanente de amor de Dios por cada uno de nosotros».
Sacrificio, banquete y presencia
Mons. Casimiro López se acercó a los pequeños con quienes interactuó en una catequesis muy especial en la que definió la Eucaristía como sacrificio, banquete y presencia.
Recordó la entrega hasta el final en la cruz, muriendo y resucitando por amor a cada uno de nosotros, como acto de sacrificio por la salvación de la humanidad.
Jesús es banquete porque al pronunciar aquellas palabras: «tomad y comed, tomad y bebed», y «se nos dio para unirse a nosotros», resaltó D. Casimiro quien exhortó a todos los presentes a recibir al Señor con fe porque «se nos da para quien crea en Él tenga vida eterna».
y Jesús es presencia «porque se queda con nosotros en el Sagrario para que vengamos a estar con Él». Así puso de relieve su presencia constante en el Sagrario, lugar al que acudir, dijo, «para orar con Él, para escucharle y para manar de esa fuente permanente de amor de Dios por cada uno de nosotros».
La celebración en Segorbe estuvo acompañada en la parte musical por la Capilla Catedral bajo la dirección de D. David Montolio.
Procesión Claustral
La adversa situación meteorológica de ayer tarde obligo a celebrar la procesión en el claustro de la S.I.Catedral. El Señor, portado por el Obispo de la Diócesis, fue acompañado por el Cabildo Catedral, los sacerdotes concelebrantes, así como por los fieles que, una vez más, le rindieron culto y adoración.