Visita Ecuménica a las Iglesias Evangélicas Bautistas de Castellón
Primera Iglesia Bautista e Iglesia del Buen Pastor
En el marco de los contactos que la Delegación viene promoviendo el último año con los pastores de las Iglesias Hermanas procedentes de la Reforma Protestante, este Domingo de la Alegría, D. Nuno Vieira, delegado de las Relaciones Interconfesionales de la Diócesis, visitó a dos Comunidades Evangélicas de la capital de la Plana. En la mañana participó en el culto Dominical en la Primera Iglesia Bautista de Castellón, ubicada en la calle Dr. Fleming y presidida por su Pastor, D. José Antonio Fernández, conocido por algunos de nosotros por su labor como funcionario de prisiones y por su talante alegre y abierto al diálogo. D. Nuno destaca la amabilidad y la alegría que experimentó por parte de los miembros de la Comunidad formada por hermanos y hermanas de distintas procedencias. Las características del templo bautista se identifican facilmente por la centralidad de la Cruz y de la Palabra de Dios, por el bautisterio y por el altar. La disposición de los asientos y la organización del espacio revisten el ambiente de un carácter litúrgico sencillo pero muy participativo. Los himnos aseveran la sacralidad del lugar, nota bien característica de las tradicionales Iglesias Bautistas. Al finalizar el culto, el Pastor José Antonio cedió la palabra a D. Nuno, quien felicitó a la Iglesia por su presencia de más de 77 años en Castellón y demostró voluntad de aondando en esa realidad cristiana. El Pastor José Antonio obsequió al Delegado una obra titulada Cien años siguiendo a Jesús, Unión Evangélica Bautista de España 1922-2022. Fue una buena mañana para conocer a un grupo de hermanos que viven su fe en una Iglesia viva y donde el Señor sigue haciendo su obra.
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Ya caída la tarde, D. Nuno visitó a la Comunidad Bautista El Buen Pastor, situada en la calle ceramista Godofredo Buenosaires, Iglesia dirigida por el Pastor Salvador Marco. Coincidió que además del culto, un grupo de cantores, miembros de distintas Iglesias Evangélicas, ofrecieron una representación musical de la historia de la salvación, desde el momento de la Encarnación, hasta la Adoración de los Sabios de Oriente, toda una catequesis para entrar en el Misterio del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Es una Comunidad joven y por ello con muchas actividades. Todo el transcurso del culto es un contínuo vibrar de músicas de alabanza a Dios. Antes de la predicación, que se centró en los acontecimientos navideños, D. Nuno tomó la palabra para agradecer la acogida y felicitar a todos los presentes por su testimonio de fe. La tarde concluyó la celebración de la Cena del Señor.
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Este acercamiento es una respuesta a las disposiciones del Concilio Vaticano II que a todos nos invita a trabajar en la unidad de la Iglesia de Cristo. Todos los bautizados en nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, qué profesamos nuestra fe según el Simbolo de los Apóstoles y reconocemos a Jesúcristo como nuestro Dios y Señor, estamos dentro de la única Iglesia, aunque vivamos en distintas dependencias. Aun así, la experiencia de los últimos años no confirma la posibilidad de poder reunirnos en zonas comunes, donde con grande comudidad nos podemos reunir para abordar temas comunes y orar al Dios y Señor de todos. Ojalá aprendiéramos de Agustín de Hipona a tratar unos con los otros:
«Otras cosas había que cautivaban más fuertemente mi alma con ellos, como era el conversar, reir, servirnos mutuamente con agrado; leer juntos libros bien escritos, bromear unos con otros y divertirnos en compañía; discutir a veces sin animosidad, como cuando uno disiente de si mismo y con tales disensiones muy poco frecuentes, condimentar lo mucho que teníamos en común; enseñarnos mutuamente algunas cosas, suspirar por los ausentes con recuerdo cariñoso, recibir con alegría a los que llegaban. Con éstos y otros signos semejantes que proceden del corazón de los que se aman… nuestras almas se derretían y de muchas se hacía una sola» (Confesiones IV, 8, 13.)