D.Casimiro confía que la Campaña contra el Hambre «cambie los corazones para que también nuestra vida cambie»
Con el lema “El Efecto Ser Humano”, este mediodía, se ha presentado la Campaña del Hambre de Manos Unidas para este año. Ha sido en el transcurso de una Eucaristía que, presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, se ha celebrado en la Concatedral de Santa María.
Tal como ha anunciado la Presidenta de Manos Unidas, Dª Amparo Faulí, la campaña de este año pretende hacernos reflexionar sobre el hecho de que somos, con nuestro modo de vida, la única especie capaz de transformar el planeta. Las consecuencias negativas de ello son visibles en todo el mundo, pero se sufren más en unos lugares que en otros.
La Eucaristía ha sido concelebrada por el Deán de la Concatedral y párroco de Santa María, D. Miguel Simón, y por el Consiliario de Manos Unidas, D. Juan Crisóstomo. Tras la proclamación de la Palabra, la homilía de nuestro Obispo ha puesto el acento en «la llamada del Señor a la misión para compadecernos de los más necesitados y de tantos – ha dicho en referencia al Evangelio – que parecen ovejas sin pastor».
La vida eterna, ha recalcado D. Casimiro, «no viene después de la muerte, sino que comienza trabajando por la dignidad de las personas, que es lo que en la muerte y en la resurrección queda recuperada fundamentalmente y que está centrada en Dios mismo».
En referencia a la actual Campaña del Hambre, se ha referido a la crisis medioambiental provocada por el cambio climático y sus consecuencias, sobre todo en los países del sur, haciendo hincapié a cuanto afecta «al derecho al alimento, a una vida digna, al agua potable, al desarrollo, etc, que queda en entredicho». En este sentido, ha destacado la llamada que nos hace el Papa Francisco, a través de Laudato si «a comprometernos como cristianos para revertir de alguna forma el cambio climático y la crisis medioambiental que estamos surgiendo».
D. Casimiro ha insistido en «la necesidad de la implicación de nuestra Iglesia diocesana de todos cuantos acojan la llamada del Santo Padre y la llamada, en último término, de Dios, a cuidar de la creación». Llamados a esa misión, ha dicho D. Casimiro, «en esta campaña sois enviados de la Iglesia en el nombre del Señor. El punto de partida es siempre Cristo Jesús, vida para el mundo, acogiendo en este caso la creación como un don que somos administradores».
Por último, el Obispo de Segorbe-Castellón ha elevado petición a María, Madre de Dios, para que la campaña sea frutícfera, «no solo en donaciones, sino para cambiar los corazones y que también nuestra vida cambie».
Actualmente, Manos Unidas de Segorbe-Castellón se encuentra apoyando un proyecto de ampliación del área materno-infantil del Hospital Mater Eclesiae de Ghana, con importe de 118,667 €, y que asumen los arciprestazgos de Almazora, Burriana, Nules, Onda, Segorbe, Jérica, la Vall d´Uixó y Vila-real. También, un proyecto de construcción y equipamiento de un dispensario con laboratorio, farmacia, sala de espera, dos salas de hospitalización, cuartos de baño y almacén para mejorar la atención sanitaria en una población de Senegal, con un importe de 136.452 €, y que asumen los arciprestazgos de Castellón, Costa, Albocàsser, Pla de l´Arc y Lucena.
Este año la ONGD celebra su 65 aniversario, más de seis décadas de compromiso inquebrantable con la lucha contra la pobreza y la desigualdad en todo el mundo. Desde su fundación en 1959, Manos Unidas ha trabajado incansablemente para transformar vidas y comunidades, haciendo frente a los desafíos más apremiantes de la humanidad y empoderando a las personas para que tomen el control de sus propios destinos. Además, han trabajado en la sensibilización y la educación para el desarrollo de la población española, tan necesaria para lograr sus objetivos.
En estos 65 años de servicio también agradecen todo el apoyo recibido de voluntarios, donantes, socios y colaboradores, pues su solidaridad ha sido fundamental para lograr avances significativos. Además, este 65 aniversario es una oportunidad para reflexionar sobre los logros y renovar el compromiso con un mundo más justo y equitativo. Y en un mundo en el que los desafíos globales son apremiantes, Manos Unidas sigue desempeñando un papel crucial en la construcción de un futuro más esperanzador.