La celebración diocesana de la Jornada Mundial de los pobres aúna fe y solidaridad en Vila-real
Mons. Casimiro López Llorente, preside la Solemne Eucaristía en honor a los más necesitados, bajo la protección de la Virgen Peregrina de los Desamparados
La Iglesia Arciprestal San Jaime de Vila-real ha acogido este domingo una jornada de profunda fe y solidaridad con motivo de la celebración de la VIII Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el Papa Francisco.
El acto ha estado marcado por la celebración de una Solemne Eucaristía presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, en un ambiente de devoción, fe y compromiso social que ha reunido a cientos de fieles, autoridades locales y representantes de Cáritas Diócesana de Segorbe-Castellón, así como de otras realidades eclesiales dedicadas a la caridad como Manos Unidas.
Ha estado concelebrada por el Rector de la Basílica de los Desamparados, D. Juan Melchor Seguí, y por el párroco de la Arciprestal San Jaime y Vicario General, D. Javier Aparici, así como por otros sacerdotes, entre ellos, del Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana, D. Sergio Mendoza.
La celebración ha coincidido con la visita de la Virgen Peregrina de los Desamparados, un evento de gran significado para todos los valencianos, pero en especial para los vila-realenses que este año conmemoran el 750 aniversario de su fundación. Vila-real, conocido por su tradición mariana, ha vibrado con la visita de la imagen de la Virgen, símbolo de esperanza y consuelo.
La celebración ha estado interpretada, en la parte musical por el Coro «Ciudad de Vila-real», dirigido magistralmente por D. Miguel Alepuz.
Un mensaje de amor y compromiso hacia los pobres
Tras la proclamación de la Palabra, la homilía de nuestro Obispo ha estado cargada de profundidad espiritual y llamamiento a la acción. Ha saludado afectuosamente a los presentes, destacando la importancia de la presencia de los sacerdotes concelebrantes, representantes de Cáritas Diocesana, autoridades municipales, como el alcalde y la Reina y Damas de las Fiestas, así como a las cofradías y fieles devotos.
El Obispo, ha comenzado su intervención invitando a reflexionar sobre el significado del día. Ha explicado que este domingo tiene un triple motivo de celebración: es el día del Señor, el penúltimo del año litúrgico y la Jornada Mundial de los Pobres. En su mensaje, ha destacado también la relevancia de la visita de la Virgen Peregrina a quien ha agradecido su compañía en nuestro caminar como peregrinos hacia el cielo.
Ha recordado que la Virgen, nos muestra la presencia compasiva de su Hijo y nos anima a preocuparnos por los más vulnerables: “Hoy, más que nunca, debemos atender a aquellos que sufren el desamparo, tanto físico como espiritual.” En referencia al Evangelio de Mateo proclamado hoy, ha exhortado a los fieles a reconocer a Jesús en los pobres y a responder a sus necesidades con amor y justicia.
Un Reino de justicia y esperanza
En su intervención, ha destacado que la Jornada Mundial de los Pobres no solo es un acto de caridad, sino un compromiso por construir el Reino de Dios en la tierra, que debe manifestarse «a través de obras de caridad, de justicia, de amor y de paz”. Ha recordado que la humanidad es peregrina, y que camina hacia el encuentro definitivo con el Señor, pero mientras tanto, «la misión de los cristianos es trabajar por la dignidad y los derechos de todos».
El Obispo ha subrayado también que esta jornada es una oportunidad para reconocer el valor espiritual de los pobres, «tienen una sensibilidad especial hacia Dios, y es nuestro deber escucharles y acompañarles en su camino.” En este sentido, ha agradecido la labor de el proyecto diocesano social El Pati, que acompaña a personas sin hogar, ayudándoles a recuperar su dignidad y reintegrarse en la sociedad.
Procesión en honor a la Virgen de los Desamparados
Tras la Eucaristía, la celebración ha continuado con una solemne procesión por las calles de Vila-real.
La imagen de la Virgen Peregrina de los Desamparados, portada por representantes de diferentes cofradías locales, ha sido acompañada por cientos de fieles que han llenado las calles de fervor y devoción.
La procesión ha supuesto, una vez más, una gran muestra de fe y devoción de los fieles de Vila-real.
El recorrido procesional ha sido una muestra de gratitud y expresión de esperanza, recordándonos que, bajo el amparo de la Virgen, nunca estamos solos. La visita de la Virgen Peregrina, que llegó el pasado viernes al municipio, ha sido recibida en Vila-real como un signo de consuelo en medio de las dificultades y una llamada a vivir la fe con compromiso hacia los más necesitados.