Torreblanca recibe a las Hermanitas de Los Ancianos Desamparados
El día de ayer, Torreblanca fue escenario del encuentro de un grupo de religiosas de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, procedentes de Burjassot, Vinarós, Sagunto y Castellón.
El sacerdote español Saturnino López Novoa y la religiosa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, fundaron en Barbastro, Provincia de Huesca, una congregación femenina con el fin de asistir a los ancianos que se encontraban solos, sea porque no tuvieran hijos o porque estos les habían dejado solos. Los fundadores colocaron al instituto el nombre de Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Al año siguiente por diversas causas que no permitían a la nueva fundación mantener la casa de Barbastro, las religiosas se trasladaron a Valencia, cuando la Asociación de católicos de la ciudad buscaban una congregación que se dedicara a la atención de los ancianos. ¡Así es la Providencia! El 14 de junio de 1876, el instituto recibió el decreto pontificio de alabanza, por medio del cual pasaban a ser una congregación religiosa de derecho pontificio. El 24 de agosto de 1887 recibieron la aprobación definitiva de parte del papa León XIII. Diez años después recibieron la aprobación de sus constituciones.
En Castellón, bajo la dirección de la Madre Josefa Failde, las Hermanas están desarrollando su labor desde hace 150 años. En este contexto, y en acción de gracias por la generosa dadiva testamentaria de D. Enrique Palomar Arizo, las hermanas visitaron la casa del bienhechor para en ella elevar a Dios fervorosas oraciones por el finado y, a la vez, para proporcinar a las Hermanas más jóvenes un día de descanso y de recreo. La Madre Provincial, María Jesús Carbajo, pasó el día con sus hijas y dispensó especial afecto hacía las mayores que se han atrevido a apuntarse al plan.
Lolita Puig, del restaurante Piero, y su “pinche” fueron los encargados de preparar la paella y todo el menú que las hermanas disfrutaron en ambiente destendido y alegre. Quienes siempre viven para servir y atender a tantos ancianos bien han merecido esta deferencia.
El día concluyó con la visita al Santísimo Sacramento en la iglesia parroquial de la localidad.
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