Las vigilias de jóvenes comienzan con el tema del amor meditado, orado y practicado
“Os pido que cada uno vea con quien se identifica”. A partir del pasaje del Buen Samaritano (Lc 10,25-37), el Obispo interpelaba a los jóvenes, unos 80 en la Concatedral y otros tantos en directo a través de las redes sociales. La primera vigilia de la Delegación de Juventud, celebrada el viernes 13 en la Concatedral de Santa María, tenía como gran tema el amor, y D. Casimiro López Llorente invitaba a los asistentes a posicionarse ante el que pasa necesidad: ser el levita que no acoge al diferente, o el buen samaritano que “se acerca, dedica su tiempo, se compadece, tiene un corazón que se abaja y atiende al necesitado”.
El Obispo exhortó a leer el segundo capítulo de la última encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti: “Describe de un modo muy actual la parábola del Buen Samaritano, y recuerda que todos somos hermanos. Nuestro prójimo es cualquier ser humano. Y también Jesús se hace nuestro prójimo porque se identifica con todo hombre, y en especial con los más pobres”.
La vigilia de la Delegación de Juventud, estaba organizado por los Equipos de Nuestra Señora (ENS) Jóvenes. Como modelo de Caridad se presentó a Santa Teresa de Calcuta. Ante el Santísimo expuesto, se explicaron cuatro anécdotas de la vida de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, y se plantearon sendas preguntas para la reflexión de los jóvenes: ¿Hemos experimentado la alegría de dar? ¿Hemos olvidado al prójimo? ¿Esperamos un beneficio de nuestras buenas acciones? ¿Dejamos que otros hagan lo que nosotros podemos hacer?
Alimentos para Cáritas
Una expresión concreta de la caridad se realizó aportando alimentos que se la Delegación de Juventud entregará a Cáritas parroquial de Santa María. Los jóvenes presentes en la Concatedral provenían de diversos grupos y parroquias: la Arciprestal y los Santos Evangelistas de Vila-real, San José Obrero de Castellón, Teen Star-Orad, Scouts Tramuntana de Almassora, Cursillos de Cristiandad y Jóvenes en el Corazón de Cristo por María, además de los seminarisas del Mater Dei. Al final del acto, el Obispo regaló a los jóvenes un rosario misionero con el encargo de rezar por las personas necesitadas de los otros continentes, así como por los misioneros.
ENS Jóvenes, que se encargaron de la organización de esta primera vigilia del curso, vive la metodología de los ENS de matrimonios, pero de forma autónoma. Se definen como “un movimiento hecho por jóvenes para jóvenes”. En la Diócesis están presentes desde hace unos cinco años y reúnen unos 30 participantes en cuatro equipos.
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