Ante las consultas que nos han hecho llegar los fieles de nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón y las noticias que cada día llegan sobre la expansión del coronavirus, queremos en primer lugar, apelar a la prudencia y no ceder al miedo y al pánico colectivo. No hay motivo para que los cristianos católicos dejemos de reunirnos para rezar o para celebrar la Eucaristía, ni tampoco renunciar a prestar la ayuda que necesiten nuestros semejantes.
Como ha escrito el obispo francés de Belley-Ars: “¿No resulta revelador de nuestra relación distorsionada de la realidad de la muerte el pánico colectivo que hoy estamos presenciando? ¿No manifiesta ésta la ansiedad que provoca la pérdida de Dios? Queremos ocultarnos que somos mortales y, cerrándonos a la dimensión espiritual de nuestro ser, perdemos terreno. Debido a que disponemos de técnicas cada vez más sofisticadas y más eficientes, ¡pretendemos dominarlo todo y ocultamos que no somos los dueños de la vida! De paso, tengamos en cuenta que la coincidencia de esta epidemia con los debates sobre las leyes de bioética ¡nos recuerda afortunadamente nuestra fragilidad humana! Esta crisis mundial presenta al menos la ventaja de recordarnos que vivimos en una casa común, que todos somos vulnerables e interdependientes”.
Dicho esto, hemos de estar atentos y seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas, que piden mantener una correcta higiene y tomar las precauciones elementales que espontáneamente realizamos para no contaminarnos unos a otros.
En lo que tiene que ver con las celebraciones y devociones, haciendo nuestras las indicaciones de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal, es conveniente tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
– La distribución de la Sagrada Comunión es preferible que se realice en la mano, al tiempo que se pide a los sacerdotes y ministros de la Comunión que antes y después de la Comunión se laven las manos.
– Es muy aconsejable retirar el agua bendita de las pilas situadas en la entrada de los templos.
– Por lo que respecta al rito de la paz, se aconseja realizar otro gesto distinto al habitual de abrazar o estrechar la mano a los que están próximos.
– En cuanto a las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes, tan propias de este tiempo de Cuaresma y en la próxima Semana Santa, se pide que sean sustituidas por otras como la inclinación o la reverencia, ‘echar un beso’ o hacer la señal de la Cruz, evitando el contacto físico con ellas, y facilitando una mayor rapidez que evite aglomeraciones.
Recomendamos a todos la oración al Señor y a la Santísima Virgen para que libren cuanto antes al mundo del contagio del coronavirus.
Castellón de la Plana, 6 de marzo de 2020.
Javier Aparici Renau,
Vicario General