El Padre Cencini dirige la primera jornada de profundización teológica
Las primeras jornadas de profundización teológica para sacerdotes han tenido un ponente de excepción: El P. Amedeo Cencini, sacerdote canosiano, profesor de la Universidad Salesiana de Roma y experto en temas de formación y de espiritualidad sacerdotal. El objetivo era, como explicaba el Vicario del Clero, D. Marc Estela, ayudar a gustar una vez más al «primer amor» y a vivir con mayor conciencia el ministerio y la misión presbiteral. El encuentro fue lunes y martes en el Seminario Mater Dei, y contó con una participación masiva de los presbíteros diocesanos.
El P. Cencini habló con los presbíteros de la sensibilidad interior, subrayando el “riquísimo mundo interior” que representa: “Creo que el sacerdote hoy tiene que expresar particularmente la misericordia del Eterno, que es un aspecto específico de la sensibilidad de Dios”.
Esto se traduce en “capacidad de compartir el dolor con los otros, ser particularmente cercano a las personas que sufren, sin juzgar, sino buscando entender y comprender, ayudando a ver la manera de participar en la vida de la Iglesia. Y añade que la sensibilidad interior “debería estar entre los primeros criterios vocacionales”.
El primer amor
Respecto a las claves para mantener el “primer amor” de la llamada, el ponente describió tres criterios: “tener vivo dentro de sí una actitud interior que me gusta llamarla de “docibilitas”, es decir, la actitud del hombre que ha aprendido a aprender de la vida y por toda la vida. En segundo lugar mantener viva la consciencia de que tengo mucho que aprender de la vida y de los otros en particular. Y la tercera, no avergonzarse de vivir una relación afectiva con Jesús. Por el celibato estamos llamados a vivir la soledad sin el amor de una mujer, pero no podemos vivir con el vacío del corazón, y este vacío tiene que ser llenado básicamente por Jesús”.
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