Los colegios diocesanos aseguran un acompañamiento académico y personal a los alumnos y sus familias
Entre las primeras medidas decretadas ante la pandemia del coronavirus estuvo la suspensión de las clases. Desde entonces los colegios y centros docentes han tenido que adaptar su funcionamiento para asegurar que el aprendizaje pueda seguir hasta que se retome la escolaridad presencial, previsiblemente en mayo según las estimaciones del Ministerio. Los cuatro centros diocesanos, el Seminario y la Milagrosa en Segorbe, el Obispo Pont en Vila-real y el Mater Dei en Castellón, añaden al seguimiento académico un acompañamiento personal de los alumnos y sus familias, característico de su ideario.
Ana Pascual, directora pedagógica de La Milagrosa de Segorbe, asegura que “el aspecto pedagógico y el pastoral van muy unidos porque al final las relaciones humanas es lo que más tenemos que cuidar, aún en la distancia”. Desde este centro son conscientes que “además de las tareas escolares hay que dar mensajes de ánimo a los alumnos y, también, a los padres porque no es fácil pasar este tiempo confinados ni hay costumbre de prestar la atención que requieren los hijos por un periodo tan sostenido de tiempo”.
Carlos Calduch, director pedagógico del Seminario de Segorbe, asegura que las videoconferencias con los alumnos “no solo sirven para aclarar dudas y explicar materia nueva, sino también para que nuestros alumnos y sus familias se sientan acompañados en estos momentos tan duros. Es muy importante que sepan que estamos ahí y que con la ayuda del Señor superaremos estos momentos tan complicados. Los mensajes de los profesores de ánimo son constantes y seguiremos haciéndolo mientras dure toda esta pandemia. Son momentos complicados para los padres, que tienen que ejercer de padres y maestros. Si los maestros estamos ahí, les quitaremos un poco de la tarea de cada día”.
En esta misma línea, Consuelo Moreno, directora del Obispo Pont, afirma que tienen “muy claro que no queremos agobiar a padres, alumnos y profesorado porque no sabemos lo que puede durar; lo más importante es que tengan la moral alta, que estén tranquilos, que puedan mantener el contacto con los compañeros”.
Atención inclusiva
Este centro, además, tiene un factor añadido. Es el único colegio concertado de la provincia que cuenta con la declaración de Consellería para atender a una población en dificultad, por lo que parte de la gestión de la crisis es asegurar que todos puedan, por ejemplo, comer cada día: “El 90% de alumnos que se quedan al comedor vienen con una beca, y de éstos el 70% es del 100%. Por ello hemos tenido que ayudar a hacer los trámites para que tengan vales de compra de alimentación, de momento hasta el 3 de abril”, explica Consuelo Moreno.
Otro aspecto que incide más de lo pensado a primera vista: la accesibilidad a medios telemáticos. En el Mater Dei, por ejemplo, han bautizado la nueva dinámica como “El Mater en Casa”, que implica el seguimiento de las diversas situaciones: “Puede ser que no todos dispongan de ordenador o que tengan problemas en las redes, por ello desde el colegio contamos con ser flexibles y dar un apoyo a las familias y alumnos. Queremos hacernos presentes en esta situación, dar acompañamiento y soporte en una situación difícil con los hijos”, asegura Vicent Mechó, director pedagógico. En algunas ocasiones significa hacer llamadas telefónicas, ya que los alumnos no pueden usar internet hasta que llegan los padres de trabajar, usando sus dispositivos móviles y con limitación de datos.
En el plano más académico, los cuatro centros reconocen que el trabajo que ya se había hecho al asumir medios telemáticos en el aula ha facilitado la adaptación. Así y todo, en La Milagrosa diez profesores están siguiendo una formación específica para poder aprovechar al máximo todos los recursos.
Los profesores del Seminario menor de Segorbe se adelantaron dos semanas a la suspensión de clases para realizar una formación y programar toda la actividad de los alumnos en caso de que sucediera lo inevitable. “Una vez se decidió la suspensión – explica Carlos Calduch – se estableció un contacto diario con todos los alumnos, desde Infantil (con la ayuda de los padres) hasta Secundaria, en el que seguir la tarea diaria de cada alumno, además de incluir materiales y vídeos realizados por los profesores con las explicaciones de la clase. De esa forma los profesores pueden realizar el seguimiento y corregir todo lo que los alumnos van enviando”. Esto se traduce en dos videoconferencias diarias por profesor y cuatro horas diarias de clase.
En el Mater Dei, fue una novedad realizar un claustro con 50 docentes el lunes pasado: “Estamos contentos de ver que lo podemos hacer, así como la buena disposición de todos los profesionales de cara a ayudar y facilitar las cosas y no desatender nunca los alumnos que, en definitiva, son lo primero”, declara Vicent Mechó.
Esto debe ayudar a minimizar el retraso en el currículum, aunque hay cursos en los que no hay demasiado margen. Los alumnos de Bachillerato del Mater Dei no pueden perder contenidos, ya que las pruebas de acceso se mantienen aunque se hayan retrasado a finales de junio y principios de julio. Por ellos los profesores correspondientes aseguran al menos un contacto semanal por video conferencia.
Evangelización y pastoral
Una dimensión característica de los colegios diocesanos es la dimensión pastoral, por ejemplo con los grupos de Oratorio en la mayoría de los centros. Los equipos docentes se han preocupado que ésta pueda seguir. Desde el Obispo Pont se sigue proponiendo el trabajo en los valores del mes: la justicia en marzo y el amor y la amistad en abril, con un perenne “siempre juntos”. Desde el Mater Dei se cuelga cada mañana una oración en su página de Facebook, y en la Milagrosa se ha propuesto a los alumnos que elaboren un diario en el que además de experiencias escriban oraciones de petición y acción de gracias. Este trabajo de educación en la fe y evangelización da sus frutos: Ana Pascual descubrió que entre los impulsores de diversas iniciativas solidarias del Palancia están antiguos alumnos.
En el Colegio Seminario de Segorbe los alumnos de 5 de Primaria pensaron en enviar cartas de ánimo a los enfermos hospitalizados, y a hoy en día ya están dirigiéndose a pacientes del Hospital de Llíria, del Hospital Clínico y el Hospital General de Valencia y el IMED. Igualmente, a iniciativa personal del Obispo, se ha puesto las instalaciones a disposición de las autoridades locales y sanitarias para acoger a enfermos de coronavirus. «Todo ello forma parte del ideario cristiano que se vive desde el colegio y que transciende de las palabras a las obras», explican desde el centro.
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