Joya de Segorbe: Dedicación de la Catedral de la Diócesis
El viernes 9 de agosto se celebra en nuestra diócesis la fiesta de la dedicación de la Catedral de Segorbe. Este templo es el principal, donde el Obispo tiene su sede, es decir su «catedra», palabra que da nombre precisamente a «catedral». El cabildo, integrado por 5 canónigos en activo y presidido por Federico Caudé, celebrará a las 10 de la mañana una Eucaristía solemne con laudes a la que invitan a los fieles que quieran participar.
La dedicación del templo gótico se celebraba en mayo, pero cuando en el siglo XVIII el obispo Gómez de Ahedo decidió renovar la catedral, se estableció nueva fecha de la dedicación: el 9 de agosto de 1795. A la titular de Santa María, se añadió la advocación de la Asunción, y la celebración se prolongó varios días como preparación a la fiesta del 15 de agosto.
Cuando se reconstituyó la sede episcopal en el siglo XII, los obispos residían en Albarracín y a partir de 1176 incorporaron el título de «Segobricensis». La primera donación de iglesias en tierras castellonenses fue en Bejís en 1232, y desde entonces se quiso establecer la sede en la ciudad de Segorbe. Se tuvo que pasar por numerosos pleitos entre Valencia, Albarracín y la intervención de papas y reyes, hasta que en el siglo XIV el papa Juan XXII se decantaba claramente a favor del obispo de Segorbe.
Con una bula de 1329, concedía indulgencias a quienes contribuyesen a la edificación de la catedral. La construcción fue lenta, pero en los primeros años del siglo XV el espacio de culto ya estaba concluido. Siguieron las obras en el claustro, las capillas de El Salvador y de San Jerónimo, y el Aula Capitular. Paralelamente se alzó la torre campanario. La última gran reforma fue la del obispo Gómez de Ahedo, que estableció la actual fecha de dedicación, y que hizo de la catedral segorbina la primera realizada según las normas académicas del XVIII, con la singularidad de unir un templo neoclásico y un claustro gótico.
Visitar Segorbe
Aunque la Catedral es el monumento más singular de la ciudad, Segorbe cuenta con muchos otros edificios interesantes, como el antiguo colegio de jesuitas, actual Colegio Seminario. Se trata del conjunto más monumental de la arquitectura eclesiástica sexcentista en la ciudad. Hay que añadir la iglesia de Santa Ana -último vestigio del convento de los mercedarios-, la parroquia de Santa María -perteneciente al desaparecido cenobio de los dominicos-, la iglesia de San Pedro o la antigua Casa de Misericordia y Hospital, fundada por el obispo Gómez de Haedo.
Como patrimonio civil, cabe mencionar la residencia de los duques de Segorbe y Medinaceli -que actualmente alberga el ayuntamiento-, el antiguo juzgado municipal y cárcel construido por orden de Carlos IV, así como placetas y rincones típicos como la Glorieta, en unos jardines diseñados en 1838 por Lorenzo Montero.
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