El Papa Francisco a los jóvenes:»Sean para los demás raíces de alegría»
El parque Tejo, a orillas del río Tajo, se convirtió anoche en el «Parque de Gracia» en donde millón y medio de peregrinos, venidos de todo el mundo, se sumaron en oración de acción de gracias.
La Virgen María se hacía presente durante la Vigilia a través de las palabras del Santo Padre que, recordaba el pasaje evangélico de la Anunciación para advertir que ella «es la misionera de la alegría porque no espera, toma la iniciativa; va a ayudar a su prima, y sobre todo se apresura a llevarle lo más valioso: la alegría”.
La intervención del Papa fue una constante interpelación a los jóvenes que respondían a cada una de las invitaciones del sucesor de Pedro que animó sin descanso a no quedarse para ellos esa alegría y ser «raíces de alegría para los demás».
«La alegría no está guardada bajo llave, la alegría hay que buscarla, hay que descubrirla, hay que descubrirla en nuestro diálogo con los demás donde tenemos que dar esas raíces de alegría que nosotros hemos recibido».
“Piensen lo que sucede cuando uno está cansado: no tiene ganas de hacer nada, como decimos en español, uno tira la esponja porque no tiene ganas de seguir y entonces uno se abandona, deja de caminar y cae. ¿Ustedes creen que una persona que cae en la vida, que tiene un fracaso, que incluso comete errores pesados, fuertes, ya está terminada? No. ¿Qué es lo que hay que hacer? Levantarse”.
“El que permanece caído se ‘jubiló’ de la vida ya, cerró, cerró la esperanza, clausuró la ilusión y ahí queda caído. Y cuando vemos algunos amigos nuestros que están caídos, ¿qué tenemos que hacer? Levantarlo, fuerte. Levantarlo. Fíjense cuando uno tiene que levantar o ayudar a levantar a una persona qué gesto hace: lo mira de arriba hacia abajo. La única oportunidad, el único momento que es lícito mirar a una persona de arriba abajo es para ayudar a levantarse”.
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