La Delegación Diocesana para los Laicos sigue adelante en la senda de la sinodalidad
Las líneas de trabajo consensuadas apuestan por avanzar en las propuestas surgidas de la Reflexión Diocesana en el proceso Sinodal del curso pasado.
El pasado sábado, día 5 de noviembre, se reunió la Delegación Diocesana para los Laicos. Estaban convocadas todas las realidades laicales de la Diócesis: movimientos y asociaciones, cofradías, laicos representantes de Arciprestazgos y los participantes de la Diócesis en el Congreso Nacional de Laicos. También se contó con la presencia de D. Miguel Abril, Vicario de Pastoral.
En esta reunión se concretaron 6 líneas de trabajo:
- Potenciar la Delegación como plataforma desde la que animar y acompañar a los laicos y laicas de la Diócesis, para crecer juntos en la vocación laical a la que hemos sido llamados por Dios. Así mismo se busca valorar y potenciar el laicado asociado en sus diferentes carismas.
- Llevar adelante los objetivos aprobados por la Diócesis para este curso.
- Estar disponibles para acompañar a cualquier realidad de parroquia, arciprestazgo o asociación, prestando nuestro apoyo y asesoramiento para seguir en la senda iniciada con la Reflexión Diocesana en el proceso Sinodal, o ante cualquier dificultad en la que podamos apoyarles.
- Participar en las tareas del post Congreso Nacional de Laicos propuestas por la Conferencia Episcopal Española, que se denominan “Nuevos frutos para un Pueblo de Dios en camino”, empezando por el itinerario del Primer Anuncio en este curso y el próximo.
- Preparar una Vigilia Diocesana para la Víspera de Pentecostés.
- Elaborar una propuesta de Jornada Diocesana sobre el laicado para inicios del próximo curso. Se valorará la posibilidad de que esta jornada sea un espacio común para la reflexión de toda la Iglesia Diocesana, en base a un tema que nos pueda interpelar a todos y en coordinación con otras delegaciones diocesanas.
Por otro lado, a lo largo de la reunión se destacó, entre otros:
- La importancia de cuidar el conocernos entre nosotros, entre las realidades laicales como primer paso hacia la necesaria comunión.
- No perder de vista la verdadera misión de los laicos, que es llevar el Evangelio al mundo en el que estamos, evitando la tentación de dedicarnos sólo a tareas de dentro de la Iglesia.
- Cuidar y potenciar los movimientos y asociaciones porque son un motor para la Iglesia y una gran riqueza.
- El gran servicio que como Delegación puede prestar a parroquias y arciprestazgos que, por muchos motivos, no saben cómo concretar en su realidad las propuestas que les llegan para la renovación pastoral, cómo pasar de una Iglesia de Mantenimiento a una Iglesia en Salida. Puede acompañarles y ayudarles en este camino.
- La fuerza que nos da el trabajar juntos, desde aquello que nos une, entre nosotros, entre parroquias, dentro de la Diócesis y con el resto de diócesis de España.
- En la Diócesis ya contamos con un número importante de jornadas de formación/reflexión y a las que en ocasiones van los mismos porque tienen diferentes tareas. Por eso, se propuso buscar un tema que nos convoque a todos, y mirando la opción de unificar convocatorias en una sola, aunque también se corre el peligro de no dar respuesta a las necesidades concretas de cada tarea pastoral.
- Así mismo, se valoró el papel que los laicos pueden desarrollar animando a que las parroquias y los órganos sinodales de participación, tanto en parroquias como en arciprestazgos, sigan en la senda de la renovación pastoral. También sin olvidar que no todo depende de los laicos, y que no puede recaer en ellos la responsabilidad única de este cambio de modelo de Iglesia.
El siguiente paso va a ser la constitución de comisiones de trabajo para llevar a cabo estas tareas, de manera que sea una labor de toda la Delegación, con mayor corresponsabilidad de todos sus miembros.
Puedes consultar AQUÍ la Propuesta para el curso 2022-23
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