El Obispo exhorta a las «rosarieres» a ser transmisoras misioneras de la fe
La Asociación Hijas de María del Rosario ha concluido sus fiestas anuales con gran satisfacción por la cantidad de actos y el fervor vivido por las “rosarieres”. Este año las celebraciones marcan el inicio de 200 aniversario de la refundación de la entidad, adscrita a la Arciprestal San Jaime de Vila-real. Mons. Casimiro López Llorente presidió la eucaristía de las casadas, el pasado domingo 13 de octubre, e invitó a transmitir la fe en respuesta tanto al mes del Rosario como al Misionero extraordinario convocado por el Papa. Al final de la Misa, se homenajeó a Concepción Bertrán Parra, asociada que el mes que viene cumple 100 años.
“Valoramos y agradecemos de tal forma la fe que hemos recibido, que nos sentimos enviadas a transmitirla a los niños, a los hijos, a los nietos… Cuanto somos y tenemos, vuestra condición de hijas del Rosario y de cristianas, no es para nosotros: Hemos de ofrecer gratis a los otros lo que hemos recibido gratis”, animaba el Obispo en la homilía.
Este espíritu misionero, que nace de una actitud de agradecimiento por el don de la fe recibido, se complementa con la experiencia del encuentro con Cristo – “la fe y la vida cristiana es en primer lugar algo profundamente personal” -, y la curación de la “codicia, el orgullo, la indiferencia, la lejanía de Dios y tantas enfermedades del corazón que nos alejan de Dios y de los hermanos”, explicaba Mons. López Llorente.
Celebraciones intensas
La Eucaristía del domingo prácticamente clausuraba las celebraciones de la fiesta del Rosario de este año. Anna Eixea, presidenta de la Junta rosariera, declaraba la intensidad con que se han vivido los actos, y destacaba el concierto que abrió el 200 aniversario de la actual constitución de la Asociación, interpretado por la Coral valenciana Neovocalis. Recordaba la procesión del 6 de octubre, que ha ampliado su recorrido y estuvo acompañada por el repique del carrillón de la Basílica de San Pascual. Y mencionaba la inauguración del reformado patio de la Casa Social.
Las fiesta de la Mare de Déu del Rosari está muy arraigada en Vila-real e implica a numerosos fieles y vecinos de la población. Un ejemplo es el coro de las celebraciones litúrgicas, compuesto por unos 40 hombres y mujeres, la mayoría no profesionales, que durante dos meses han estado ensayando. El repertorio incluye piezas de sacerdotes que han dejado su legado musical, como Lluis Romeu, Vicente Abellana, Miguel Alepuz, Vicente García Julbe o José María Peris.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!