Segorbe muestra «el cariño, la gratitud y la devoción»a la Virgen de la Cueva Santa
La fiesta en honor a la Virgen de la Cueva Santa, Patrona de Segorbe y de la Diócesis, supuso anoche el broche de oro, a una semana de celebraciones que han tenido como protagonista a la Virgen en sus advocaciones de La Esperanza, Loreto y la Cueva Santa.
La celebración tuvo lugar, con toda solemnidad, en la S.I.Catedral de Segorbe y estuvo presidida por Mons. Casimiro López Llorente, acompañado por una nutrida representación de sacerdotes y concelebrada por el Deán Catedral, D. Federico Caudé y D. Jose Manuel Beltrán, párroco de Santa María.
Tal como ha sucedido en todas las celebraciones religiosas de la semana pasada en honor a la Virgen, la Alcaldesa de Segorbe, Mª Carmen Climent García y demás concejales del equipo de gobierno, así como la Guardia Civil y otras autoridades locales, participaron en la Solemne Eucaristía. Junto a ellos, las Reinas y Corte de Honor, las Doncellas de Segorbe, la Comisión de Fiestas y otros representantes de entidades festivas de la localidad, y las niñas y niños de Primera Comunión, a quien D. Casimiro saludó afectuosamente.
La parte musical de la Eucaristía corrió a cargo de la Capilla Catedral, que interpretó, bajo la dirección de D. David Montoliu, la Misa de Marco Frisina.
Tras la proclamación de la Palabra, el Obispo agradeció al pueblo de Segorbe «el cariño, la gratitud y la devoción» a la Virgen de la Cueva Santa y recordó con emoción «la emotiva ofrenda de flores» que tuvo lugar la tarde del sábado y que fue particularmente participativa.
La reflexión del D. Casimiro durante la homilía tuvo como protagonista a la Virgen a quien confiamos, dijo el Obispo, «la vida de nuestro pueblo y de sus habitantes, de nuestros niños y de nuestros jóvenes, de nuestras familias, de nuestros mayores y de nuestros enfermos, de nuestras parroquias y también de nuestra Diócesis».
Proclama la grandeza del Señor
El pasaje Evangélico de la Visitación y el Canto del Magníficat fueron el eje narrativo de la homilía en la que nuestro Obispo describió a la Virgen como «la más humilde y más grande de todas las criaturas, en quien resplandece la eterna bondad y amor de Dios, que nos ha creado por amor y para el amor».
La respuesta de María a las palabras de su prima Isabel, dijo D. Casimiro en referencia al Magníficat, «es como una biografía espiritual de la Virgen». Ella proclama que el Señor es grande «porque es humilde y sabe que cuánto es y cuánto de bueno se dice de ella, se lo debe enteramente al amor de Dios para con ella». María sabe «que Dios es grande con Ella y quiere que Dios sea grande para toda la humanidad», puntualizó el Obispo.
El hombre es grande si deja a Dios ser grande en su vida
Así exhortó a «abrir nuestro corazón a Dios». En el contexto actual, de secularización, de agnosticismo, de cancelación de todo lo cristiano, se cree y se difunde que el ser humano llegará a ser realmente libre si vive de espaldas a Dios», y ese, puntualizó, «es el verdadero drama de nuestro tiempo: querer erigirse a sí mismo en Señor y centro de la existencia, en querer suplantar a Dios, en querer ser Dios sin Dios».
La Virgen, continuó D. Casimiro, «nos muestra, por el contrario, que el hombre es grande y llegará a su plenitud sólo si deja a Dios ser grande en su vida, y Ella es la más grande porque ha dejado a Dios ser grande en su vida».
El ejemplo de María es vital porque «nos enseña a confiar enteramente en Dios». Sin Él «nada somos», dijo el Obispo animando a los fieles a «no tener miedo y dejarse amar por Dios, a abrir su corazón a Él, para dejarnos amar, para abrirnos a su voluntad, el camino que nos lleva para llegar a la plenitud. Ahí está la fuente de la dicha, la vida y la libertad, y está la raíz de la esperanza».
Finalmente exhortó a dejar que Dios «sea grande en nuestras vidas» y que, como hizo María «sepamos acoger a Dios en nuestro corazón».
Tras la Eucaristía, ya avanzada la noche, las principales calles de Segorbe se engalanaron para honrar a su Patrona, la Virgen de la Cueva Santa, que procesionó ante la mirada devota de los fieles que abarrotaron las calles como muestra de cariño y agradecimiento a la Virgen de la Cueva Santa.
El próximo miércoles, 11 de Septiembre, el Santuario de la Virgen, en Altura, acogerá también la Solemne Eucaristía que presidirá el Obispo de Segorbe Castellón a las 11h de la mañana.
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