La Obra Social Marillac celebra a San Vicente de Paúl desde el compromiso con los «invisibles» de la sociedad
La figura de San Vicente de Paúl está muy presente en la Diócesis a través de varias instituciones y entidades. Se reconocen herederos de su carisma el Colegio Diocesano de la Milagrosa, en Segorbe, la Sociedad de San Vicente de Paúl, que atiende a personas sin recursos, Asociación de la Medalla Milagrosa, y la Hijas de la Caridad, que tienen al santo francés como su fundador. Ellas gestionan la Obra Social Marillac, que realiza una enorme labor con excluidos de la sociedad. El domingo, día de la fiesta litúrgica, lo celebraron.
Mari Carmen Sapiña, responsable de la comunidad de Castellón, explica que San Vicente tiene mucho que decir en la situación actual de pandemia: «El mundo conoce una crisis sin precedentes, la Covid ha servido como revelador y amplificador de la pobreza y de las desigualdades. San Vicente también vivió guerras, epidemias, miseria, hambrunas… interpeló, fue inventivo, puso en marcha toda una red de caridad con las Cofradías de la Caridad y después con las Hijas de la Caridad».