El Obispo de Segorbe-Castellón ha dirigido una carta a todo el Pueblo de Dios instando a orar por la paz mundial, ante los 56 conflictos activos en el planeta, y a colaborar económicamente con la diócesis ucraniana de Kamianec-Podilsky, gravemente afectada por la guerra.
En respuesta a las secuelas del conflicto en Ucrania, se ha anunciado la creación en dicha diócesis del Centro San Juan Pablo II, un espacio dedicado a la rehabilitación psicológica y espiritual de las personas afectadas por la guerra. Este centro brindará apoyo especializado a familias que han perdido a seres queridos, como niños huérfanos y mujeres que han perdido a sus maridos. También se pondrán en marcha servicios gratuitos de psiquiatría para veteranos y sus familiares, dada la incapacidad del Estado ucraniano de ofrecer apoyo económico a estas personas.
El Obispo ucraniano destaca las heridas psicológicas de la guerra, que perduran y representan un reto importante para la sociedad ucraniana. Además, se subraya la necesidad de instalar placas fotovoltaicas en el centro, con el fin de reducir costos operativos y garantizar la independencia energética, ya que el sistema eléctrico del país es inestable debido al conflicto.
Ante esta situación, y acogiendo la petición del Obispo de Kamianec-Podilsky, D. Casimiro López Llorente ha pedido a la Diócesis de Segorbe-Castellón unirse en oración y contribuir económicamente a esta causa. Como parte de esta iniciativa, se organizará un rezo del Santo Rosario por la paz en todas las parroquias, lugares de culto y comunidades cristianas, así como una colecta extraordinaria el fin de semana del 12 y 13 de octubre, coincidiendo con el mes del Rosario.