¿Existen, por tanto, unos derechos del enfermo en situación terminal?
#NoHayEnfermosIncuidables
#SembradoresDeEsperanza
Para la mayoría de las personas, «morir con dignidad» significa morir sin dolor u otros síntomas mal controlados; morir a su tiempo natural, sin que se acorte o se prolongue de forma innecesaria la vida; morir rodeado del cariño de la familia y los amigos; morir con la posibilidad de haber sido informado adecuadamente, eligiendo, si se puede, el lugar (hospital o domicilio) y participando en todas las decisiones importantes que le afecten; morir con la ayuda espiritual que precise.
Y, ciertamente, el derecho a ese «morir con dignidad» incluye:
– el derecho a no sufrir inútilmente;
– el derecho a que se respete la libertad de conciencia;
– el derecho a conocer la verdad de su situación;
– el derecho a participar en las decisiones acerca de las intervenciones a que se le haya de someter;
– el derecho a mantener un diálogo confiado con los médicos, familiares, amigos y personas de los ambientes donde ha desarrollado su vida;
– el derecho a que sea respetada su privacidad y la presencia y trato con sus familiares;
– el derecho a dejar resueltos los asuntos que considera fundamentales para su vida;
– el derecho a recibir asistencia espiritual.
(Del documento “Sembradores de esperanza Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida”.)