De la mano de Delegación diocesana para la Pastoral de la Familia y Defensa de la Vida, Pablo Medina e Isabel Blasco son el matrimonio responsable del «Proyecto Raquel» en la Diócesis. Un itinerario de sanación y reconciliación, que ofrece la Iglesia, para las personas que han sufrido el drama del aborto.
¿Qué es el “Proyecto Raquel”?
Proyecto Raquel es la propuesta pastoral de la Iglesia ante el drama del aborto. Consiste en un camino, que consta de una serie de etapas, en las que se ayuda a la persona a sanar la herida del aborto, y a reconciliarse consigo mismo, con Dios, con las personas que estuvieron involucradas y con el bebé no nacido.
¿Cómo surgió? ¿A qué da respuesta?
El proyecto, es una de las propuestas que ofrece Spei Mater, realidad eclesial que integra, además del proyecto Raquel, el proyecto Ángel, donde se acompaña a mujeres que se plantean abortar, y Parroquias por la Vida, que organiza oraciones y acciones provida a nivel parroquial.
A raíz de una situación cercana que vivimos hace unos años, nos dimos cuenta de que no había ninguna realidad en la Diócesis que diese respuesta a este tipo de situaciones, que son mucho más frecuentes de lo que a veces podemos intuir. Investigando un poco, dimos con el proyecto y descubrimos que funcionaba ya en muchas diócesis españolas, así que hablamos con el Delegado de Familia y Vida, D. Luis Oliver, y organizamos la formación.
¿Quiénes pueden acudir a este proyecto?
A veces parece que la única víctima en un aborto, además del bebé no nacido, es la madre. Es cierto que ella es la primera afectada, y puede sufrir multitud de síntomas que evidencien el Síndrome Postaborto. No obstante, un aborto afecta y salpica a cualquiera cercano a la situación: el padre, los familiares, los amigos, y, por supuesto, los sanitarios involucrados. Por otro lado, también está dirigido a aquellas mujeres que han sufrido abortos espontáneos. Aunque la herida es diferente, muchas veces ese duelo silenciado pesa indefinidamente en sus corazones y también puede ser sanado mediante este itinerario.
¿Cómo se les ayuda a estas personas?, ¿cuál es el proceso?
La ayuda consiste en un acompañamiento personal en el que es Cristo quien sana. La persona se reúne semanalmente durante unos meses con un consejero o consejera, que ha realizado la formación de Proyecto Raquel, para trabajar una serie de sesiones.
Los consejeros nos hemos formado para acompañar, pero, evidentemente, no somos profesionales de la salud mental ni sacerdotes. Por ello, si durante el proceso se constata que la persona necesita ayuda psicológica o dirección espiritual, se le puede derivar a ello también.
¿Qué tiene que hacer la persona que quiere acudir al proyecto?
Cualquiera que quiera acudir al proyecto puede llamar al teléfono 699 767 240 y se le tomarán unos datos mínimos para asignarle el consejero o consejera más adecuado según sus características. Se le devolverá la llamada lo más pronto posible para quedar con el consejero o consejera, tener una primera toma de contacto e iniciar el itinerario. Es importante recalcar que esta es una propuesta confesional: la curación de la herida pasa, entre otras cosas, por la relación con Dios a través de la oración y los sacramentos. Por ello, aunque la persona no sea creyente o practicante, puede participar de la propuesta, aunque debe ser consciente de que en el camino de sanación va a haber momentos en los que se entable diálogo o relación con Dios.