Los futuros presbíteros de la Diócesis son instituidos acólitos, y realizan la profesión de fe y la promesa de celibato
Ayer día 20 de diciembre, nuestro Obispo D. Casimiro presidió, en el Seminario Redemptoris Mater, el rito de institución de acólito de dos seminaristas de dicho seminario, José Salas y Pablo Durán; que también realizaron la profesión de fe y la promesa de celibato junto a otro seminarista del Mater Dei, Álvaro González.
“Nuestra Iglesia es agraciada en vosotros”, les dijo el Obispo a los candidatos al presbiterado, “y al sentir la presencia del Señor y su amor, suscita en nosotros la alegría que surge de saberse personalmente, para siempre y sin medida, amados por Dios”.
En relación al Evangelio de la Anunciación a la Virgen, D. Casimiro les exhortó a fijarse y a imitar sus actitudes. Ella “está atenta, escucha a Dios que le habla a través del ángel, y pregunta, como vosotros os habréis preguntado tantas veces: ¿cómo será posible que esta llamada sea posible en mi fragilidad y en mi libertad?”.
La respuesta la encuentran “abriendo el corazón al Espíritu y siendo dóciles a sus indicaciones, a sus palabras, porque actúa tantas veces a través de las mediaciones de la Iglesia”. Y una vez discernido “pedís a la Iglesia dar estos pasos que os van acercando al presbiterado a través de los ministerios”.
“Vuestra actitud debe ser como la de la Virgen, que ha escuchado, que ha interrogado, que ha abierto su corazón a Dios, que ha discernido y dice: «He aquí la esclava del Señor»”. Ello indica su total disponibilidad “para hacer en todo momento la voluntad del Señor, en el seno de la Iglesia diocesana de Segorbe-Castellón, pero abiertos también a la Iglesia universal”, explicó.
El ministerio del acolitado “os hace servidores de los diáconos y también asistentes de los presbíteros en la liturgia, en especial en la Eucaristía”, les dijo, para lo que se necesita humildad y sencillez. Durante este tiempo “debéis meditar sobre el valor que ha de tener en vuestra vida servir como acólitos en la Eucaristía, qué es lo que la Iglesia espera de vosotros”, les exhortó.
Y la promesa de observar el celibato “es un don para integraros en alma, vida y corazón al servicio de Dios y de los hermanos. Es una renuncia a tener mujer, pero es vivir vuestro afecto hacia Dios y hacia los hermanos”, señaló.
Pero para ello “tendréis que tener disciplina, ascesis en vuestra vida para evitar peligros y, ante todo, pensad que es un don que recibís de Dios, como carisma que acogéis con la promesa que hacéis para, con la presencia y la fuerza de Dios, poder también responder a esa entrega que Él espera de vosotros, como ministros de su Iglesia, como ministros de las comunidades, para amar de verdad”.
D. Casimiro informó también de que el día de la Epifanía, el 6 de enero del 2024, tendrá lugar la ordenación diaconal de varios candidatos.
Tras la celebración, los seminaristas de ambos seminarios diocesanos felicitaron la Navidad al Obispo.